Un desafío por partida doble

El Celta se enfrenta al Barcelona de Flick, líder de LaLiga y brillante semifinalista de la Liga de Campeones, con el afán de ganar en un campo históricamente inasequible

Claudio Giráldez saluda a Hansi Flick en Balaídos

Claudio Giráldez saluda a Hansi Flick en Balaídos / Marta G. Brea

Vigo

El Celta visita este sábado el campo del Barcelona, de largo el que peor se la da históricamente en LaLiga al conjunto celeste. A la histórica dificultad que supone puntuar en terreno azulgrana, se suma el excelso momento de forma que el líder de LaLiga y brillante semifinalista de la Champions ha alcanzado bajo la avezada batuta de Hansi Flick.

La dimensión del adversario, el que más goles marca en Europa y seguramente el que mejor fútbol practica, supone todo un desafío para el grupo de Giráldez, que ya ha demostrado en Balaídos capacidad para plantar cara al gigante azulgrana, neutralizando una desventaja de dos goles en un formidable segundo tiempo.

Los celestes calibrarán el desgaste que ha supuesto para los de Hansi Flick el difícil partido del pasado martes en Dortmund sin renunciar al modelo de juego que les ha permitido optar por sorpresa a una plaza en Europa la próxima temporada. No será la primera vez que lo hagan en la última década. El Celta ha ganado al conjunto azulgrana 4 de sus últimos 10 enfrentamientos, pero solo una de estas 4 victorias se produjo en terreno azulgrana, el curso 20-21, 1-2, con doblete de Santi Mina.

La realidad es que el campo del Barcelona ha sido terreno vedado para el Celta desde tiempos inmemoriales: apenas 3 triunfos en 58 visitas. Entre el primero, en el extinto campo de Les Corts en octubre de 1941 (0-2, con doblete de Juan Roig), y el segundo, en noviembre de 2014, en el Camp Nou (0-1, con firma de Larrivey), pasaron 73 años. A estas tres victorias hay que sumar 13 empates, en su mayor parte logrados por el equipo que enlazó seis clasificaciones consecutivas para Europa entre 1998 y 2003.

Giráldez y Flick comparten el gusto por el fútbol de ataque. A los dos mueve el deseo de protagonismo, el buen trato a la pelota y el afán de buscar al rival a su propio campo. La pegada (los de Flick suman 84 goles en 31 partidos) y el talonario (463 millones de límite salarial de los azulgranas, frente a 77 de los celestes) los diferencia.

Ambos técnicos han capeado las dificultades económicas de sus respectivos clubes con una valiente y decidida apuesta por talento propio, dando oportunidades y protagonismo a los jóvenes valores de la cantera.

Flick cuenta en sus filas con nueve canteranos; Giráldez maneja hasta 12, algunos de larga trayectoria, como Aspas o Borja Iglesias, pero la mayoría de ellos han hecho con él el viaje a LaLiga desde Primera RFEF con el Fortuna. Algunos de estos jugadores, como Damián, Hugo Álvarez, Durán, Alfon coincidieron el pasado curso con jugadores que Flick ha reclutado este curso para el primer equipo, como Marc Casadó, Gerad Martín, Héctor Font; otros como Gavi, Cubarsí o Lamine Yamal suman, pese a su insultante juventud, al menos un par de temporadas en la primera plantilla azulgrana.

Para muchos de los futbolistas de la actual plantel será la primera visita a terreno azulgrana. Del último triunfo conseguido en el curso 20-21 sobreviven en nómina Iago Aspas, Iván Villar, Carlos Domínguez, Beltrán y Hugo Sotelo, a quien Eduardo Coudet hizo debutar es día en LaLiga.

El pasado curso pisaron por primera vez Montjuic Carl Starfelt o Williot, que han tenido creciente protagonismo este curso. También estuvo Mingueza, que vuelve por segunda vez a casa convertido en pieza fundamental del Celta, y Marcos Alonso, aunque el zaguero madrileño, que fue titular, defendía entonces la casaca azulgrana.

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