El «entrenador ideal» que llegó de la cantera

El celtismo destaca la labor de Claudio Giráldez en su primer año al frente del Celta

La apuesta por los canteranos, lo que más destacan del porriñés, para quien desean una larga estancia en el club vigués

Giráldez, en el partido en Montilivi.

Giráldez, en el partido en Montilivi. / Siu Wu

Vigo

Claudio Giráldez (O Porriño, 1988) cumple hoy un año al frente del Celta, después de que el club rompiese el acuerdo que le ligaba a Rafa Benítez hasta junio de 2026. Una sustitución de urgencia que se ha convertido posiblemente en la mejor decisión que haya tomado la entidad presidida por Marián Mouriño.

El celtismo se muestra encantado con el trabajo realizado por el técnico porriñés y su equipo de colaboradores, subraya su apuesta firme por la cantera y desea una larga trayectoria de Giráldez al frente del conjunto celeste. Es el «entrenador ideal», consideran. Es más, alguno de los consultados por este diario advierte de la necesidad de mimar a un técnico cuyo reconocimiento profesional traspasa fronteras y al que no le faltarán pretendientes posiblemente al concluir esta temporada.

El salto de Giráldez del filial al primer equipo supone, para Eduardo Covelo «completar el puzle» de un proyecto de cantera que el Celta inició hace más o menos una década y que solo era visibilizado con los jugadores que llegaban a la élite. Los entrenadores del fútbol base quedaban al margen de esa promoción al fútbol de élite, tenían problemas incluso para llegar a dirigir al Fortuna. Giráldez ha sido la excepción, rompió esa dinámica, y se espera que abra camino a los que ahora trabajan en las categorías inferiores. «Hay entrenadores de la casa que pueden dar un muy buen nivel», proclama Covelo.

La valoración de los consultados sobre el primer año de Giráldez al frente del Celta es muy positiva. «Está haciendo un trabajo importante dentro del club, está obteniendo resultados, sobre todo en casa, y tiene al equipo en la posición que le corresponde, entre el octavo y el undécimo de la clasificación», sostiene Moncho Carnero, quien fuera jugador y técnico del equipo celeste. «Estoy contento con lo que está haciendo con el equipo y por la oportunidad que le está dando a los canteranos, que también es importante», añade Carnero.

El presidente de la Federación de Peñas del Celta, José Méndez, coincide en destacar la apuesta de Giráldez por la cantera: «Siempre es positivo porque los resultados acompañan. Pero, independientemente de los resultados, hay que destacar sobre todo la labor que está realizando con los más jóvenes, con los jugadores de la cantera, que están dando muy buen rendimiento. Todo eso va bien enfocado y encaminado por parte de Giráldez».

Una aficionada como Marta Saiz, de la peña Le-Chuzas Celestes, mantiene que es «motivo de orgullo» para el celtismo la apuesta del entrenador por los jugadores formados en A Madroa. «Esa filosofía por la que también ha apostado el club, con las raíces del Celta, por lo nuestro. Y que eso funcione y salga bien es una apuesta perfecta», destaca Saiz.

«El equipo, ahora mismo, es una maravilla, en todos los partidos da la cara, es un equipo que propone, que tiene distintas variantes. Creo que no se le puede poner peros. Sin duda, el Celta tiene entrenador para largo», apunta Covelo, que pide al club «cuidar» al porriñés «porque por lo joven que es, lo bien que está haciendo las cosas y que no pasa desapercibido solo en Vigo o en España sino en el extranjero... Entonces, habrá que cuidarlo para intentar mantenerlo» al frente del equipo vigués, con el que firmó la renovación hasta junio de 2027.

La apuesta de Giráldez por la cantera también la aplaude Covelo, subrayando además la «revalorización» de la plantilla. Coincide con Saiz, Méndez y Carnero en considerar al porriñés como «técnico ideal ahora mismo para el Celta, no solo por los resultados sino porque está revalorizando la plantilla, sobre todo a los de casa porque son muy desconocidos para el público en general».

«Hay entrenador para mucho tiempo porque el papel que está realizando es bueno. Hay que darle confianza, sobre todo porque es de la casa y él quiere estar aquí. Es el entrenador ideal por los resultados y por la armonía que mantiene en el grupo. Es importantísimo saber llevar al grupo de jugadores y lo está haciendo muy bien», sostiene Carnero.

Confía también Méndez en una larga etapa de Giráldez en Vigo. «Ojalá que haya entrenador para mucho tiempo, eso significaría que hay un buen proyecto y no tendríamos necesidad de cambiar de entrenador cada uno o dos años. Es el entrenador ideal porque con la plantilla que tiene le está sacando mucho rendimiento». Valora el dirigente del celtismo que Claudio Giráldez lograse convertir el vestuario céltico «en una piña».

«Me encantaría que estuviese muchos años al frente del Celta porque es un entrenador de la casa, que apuesta por lo nuestro, que tiene carisma, gusto y los resultados se están viendo. Es el entrenador ideal para la situación actual, sobre todo después de la experiencia que tuvimos con el anterior. No veo a nadie mejor», comenta Marta Saiz.

Las rotaciones continuas de jugadores del equipo titular es lo que menos gusta de Giráldez a Saiz, a Méndez y a Carnero. Los dos últimos cuestionan también el rendimiento del Celta como visitante (una victoria a domicilio). Covelo, sin embargo, defiende que el equipo vigués «da la cara en todos los partidos, no hay que agarrarse a los resultados. No se le puede poner ningún pero al equipo».

«Es una gozada ver a alguien de la casa haciendo tan buen trabajo»

Eduardo Covelo tiene mucho que ver con la llegada de Claudio Giráldez al Celta, pues cuando ejercía como director de metodología de la cantera de A Madroa propuso la contratación del porriñés como técnico de las categorías inferiores. Sin embargo, a Covelo no le dio tiempo a disfrutar de cerca del éxito del porriñés, pues el club decidió prescindir de sus servicios en octubre pasado.

«Conocí a Giráldez cuando yo estaba de preparador físico del Pontevedra y él formaba parte de la plantilla, en la temporada 2010-11. Del Pontevedra me fui al Celta y empecé a ejercer como director de metodología, mientras Claudio dio sus últimos pasos como jugador en el Ourense y en el Coruxo. Y un año lo volví a ver en A Madroa como entrenador del juvenil del Porriño. Retomé el contacto con él y me contó que estaba ilusionado con su nueva faceta de entrenador, aunque también seguía jugando en el Porriño Industrial. Me contó que quería enfocarse como entrenador y, conociéndolo como lo conocía, sabía que podía ser un técnico muy interesante para la cantera del Celta. Se lo comenté a mis compañeros para que lo conociesen y lo entrevistasen. Gustó y al año siguiente lo metimos como técnico de la cantera. Era el año 2015. Entró en el cadete B y a partir de ahí fue subiendo peldaño a peldaño hasta la actualidad», relata Covelo.

El extécnico céltico destaca además que el éxito de Giráldez repercute en un mayor lucimiento de la cantera de A Madroa. «Es una gozada, es una maravilla, ver a alguien de la casa haciendo tan buen trabajo. Que él haya llegado ahí, no solo me refiero a los resultados deportivos, que están siendo muy buenos y demuestran su valía, sino a que también está ayudando a que ese proyecto de cantera empezase a lucir más», añade Covelo, testigo directo de los diez años en los que el entrenador porriñés completó el ciclo de formación entre los cadetes y el primer equipo celeste.

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