La huella de Álex López en el Celta: «Moriré siendo celtista», declaró tras colgar las botas en el Racing de Ferrol

En su despedida del fútbol, el capitán racinguista tuvo un emotivo recuerdo a su pasado celeste

Marta Clavero

Marta Clavero

El Racing de Ferrol anunció esta semana que el capitán de su primer equipo, Álex López (Ferrol, 11 de enero de 1988), dejará libre su ficha en la plantilla para «asumir otras funciones en el organigrama del club». Este jueves, el ferrolano comparecía en rueda de prensa para oficializar ese adiós a los 37 años de edad. Durante su intervención repasó su trayectoria, que termina en el equipo de su ciudad, donde dejará la huella más imborrable como futbolista, sin desmerecer su paso por uno de los equipos que el centrocampista llevará siempre en su corazón, como así reconoció en esa comparecencia: «No nací siendo celtista pero moriré siéndolo», confesó el ya exjugador.

Y es que Álex Lopez vistió la zamarra celeste durante siete temporadas, de ahí que pare él sea «un equipo especial», como así confirmó. Reconoció además que firmar por el Celta en 2009 fue «la mejor decisión que tomé». También recordó a compañeros, empleados y un celtismo «que es una pasada el cariño que siempre me han mostrado; creo que no merezco tanto», confesó. Nombró al entrenador que le hizo debutar en lo más alto, Paco Herrera -bajo sus órdenes también en la etapa del Sporting-, «que apostó por mí y me subió al primer equipo; ascenso, permanencias, jugar en Primera contra los mejores... eso quedará para siempre”, relató.

El ferrolano había llegado a Vigo en 2009 procedente del Narón para jugar en el Celta B, donde no tardó en llamar la atención. Solo tuvo que esperar unos meses para entrar en la convocatoria del primer equipo, que jugaba en Segunda bajo el mando de Eusebio Sacristán. Fue en enero de 2010, frente al Nástic de Tarragona. Sin embargo, no llegó a disputar ningún minuto, y su debut se vería aplazado hasta el 13 de junio de 2010, en el partido contra la Real Sociedad.

Cuando desembarcó en Vigo, Álex ya no era un niño y esa madurez le ayudó en la etapa en el filial y en el verano siguiente, su vida cambiaría por completo. La pretemporada con Paco Herrera resultó determinante. Había dudas de si se quedaría en la primera plantilla, pero el técnico extremeño las despejó por completo. Convirtió a Álex López en uno de sus jugadores esenciales de su tiempo en el Celta. El centrocampista respondió con nota a la responsabilidad que Herrera cargó sobre sus espaldas. Fue protagonista indiscutible en la temporada que acabó con el drama de los penaltis de Granada pero también de la siguiente, la que en junio de 2012 devolvió al Celta a la máxima categoría.

El sastre de la cantera

En aquel equipo repleto de chavales que habían madurado entre la niebla de A Madroa, Alex López era el encargado de coserlo todo. La delantera con el medio del campo, el medio con la defensa. Era una de las grandes noticias de un equipo que será imposible de olvidar en el futuro por lo que supuso para la historia del club, para su futuro. La tarde del ascenso se disiparon muchas de las nubes que había sobre la entidad. Y es de justicia agradecérselo a esa generación de jugadores.

En 2017, el futbolista ferrolano liquidaba en la sede de Plaza de España su contrato con el club, que aún tenía dos años de vigencia. Álex cerraba así una larga etapa de su vida para continuar su carrera en el Sporting de Gijón junto a Paco Herrera, el técnico que le convirtió en pieza esencial de aquel Celta que salió de la cueva de Segunda División para volver a brillar en la máxima categoría. Aquello no se hubiera entendido sin Álex López.

El Celta también ha querido despedirse de 'un dos nosos' en sus redes sociales: «Álex López, símbolo de loita e alma celeste Con 172 partidos e 18 goles escribiches unha historia que quedará marcada na memoria do celtismo tras o noso último ascenso a LaLiga. O teu legado sempre nos acompañará, Álex López. Moitos parabéns pola túa traxectoria!»

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