El Celta prolonga su bache con otra mala tarde
El empuje de Pablo Durán, que anotó su cuarto gol en poco más de un mes, no basta al Celta para superar el déficit creativo que merma su fútbol desde el paréntesis navideño. El equipo de Giráldez, al que volvió a fallar el plan de partida, no resuelve sus problemas endémicos ni es capaz de reponerse de las bajas.

Ilaix conduce la pelota en un lance del partido. / LOF
El Celta no acaba de salir del prolongado bache de juego y resultados en el que el equipo de Claudio Giráldez lleva sumido desde el pasado mes de diciembre, cuando desarboló a la Real Sociedad en Balaídos con doblete de Pablo Durán. El empuje del tomiñés, autor de 4 de los 6 goles que el conjunto celeste ha anotado en LaLiga desde el paréntesis navideño, no ha bastado para conjurar el evidente déficit creativo que acompaña la construcción del juego celeste desde que Iago Aspas cayó lesionado en El Sardinero, acentuado en las últimas jornadas con la sanción de Mingueza y ayer también de Marcos Alonso y Hugo Álvarez.
Un mísero punto (gracias a una genialidad de Durán en Mendizorroza ) de los últimos 12 en juego ha sido capaz de rebañar el Celta, que persiste en su pobre rendimiento como visitante, recibe casi siempre el primer golpe y ayer en Mestalla se desmoronó sin gestionar la ansiedad de un adversario en serios apuros clasificatorios justo después de empatar un partido en el que le costó un ímprobo trabajo armar la pierna. Tras el segundo gol del Valencia, en una gran acción entre Rioja y Javi Guerra, el conjunto vigués se sumió en la nada absoluta. Los cambios de Giráldez, que recurrió a todo lo que le quedaba en el armero, resultaron un ejercicio yermo.
Y lo peor es que las secuelas percuten más allá de los malos resultados y la pobreza del juego. Frente al Betis faltarán la próxima jornada Starfelt y Moriba por tarjetas, aunque Giráldez recupere a Mingueza y a Alonso y, con suerte, vuelva también Aspas. Se le sigue echando demasiado de menos.
Otra vez a remolque
Raro es el partido en el que el Celta golpea primero. En Mestalla se repitió el guion tantas veces escrito este curso. Giráldez nunca repite once, pero rara vez acierta de partida en el planteamiento, que suele rectificar con bastante acierto con los cambios.
Un dato sintomático: el equipo celeste solo ha adelantado en el marcador en 6 de los 21 partidos ligueros disputados este curso. Ha ganado 5 de los 6 (Valladolid, Las Palmas, Getafe, Mallorca y Real Sociedad) y ha empatado otro (Betis). De los que ha empezado perdiendo, el Celta ha ganado al Alavés y al Valencia en Balaídos y ha firmado tablas contra con el Girona y el Barcelona, también en casa. El resto los ha perdido.
Bajos picos de forma
Las bajas de futbolistas tan importantes como Iago Aspas o Mingueza ha coincidido con picos bajos de forma de jugadores llamados a tener un papel muy importante esta temporada: a Borja Iglesias le cuesta demasiado ver puerta, el nivel del Williot dista mucho del que ofreció en el arranque liguero, Guaita no aporta este año paradas salvadoras, Douvikas tiene la cabeza en otra parte e incluso el rendimiento de Moriba, que parecía haber alcanzado el nivel que prometía hace años con el Barça, ha caído en picado en las últimas jornadas. Sin Mingueza y Aspas en la ecuación, casi nadie es capaz de filtrar un buen pase o desequilibrar a los defensas rivales en el último tercio del campo.

Las mejores imágenes del Valencia-Celta /
Con Pablo Durán no basta
Una de las pocas buenas noticias que ha proporcionado el Celta en el último mes de competición ha sido la irrupción goleadora de Pablo Durán, un chico que no hace mucho estaba jugando en Preferente con el Porriño Industrial y que se ha convertido en el sostén goleador del Celta en ausencia de Iago Aspas.
Cuatro goles en cuatro lanzamientos en tres los tres palos suma el tomiñés, que compensa sus carencias técnicas con una determinación y fe demoledoras. Los últimos cuatro puntos sumados por el Celta procede n de sus botas. Es hora de que otros atacantes más expertos tiren también del carro del gol.
El mal que no cesa
Claudio Giráldez se queja a menudo de que el celta recibe demasiados goles por errores defensivos claramente evitables con algo más de atención. El primero del Valencia, obra de Luis Rioja, se origina por un clara falta de coordinación entre Cervi, Carlos Domínguez y Starfelt que habilitan a Javi Guerra para que se la sirva al ex del filial celeste en el segundo palo a un minuto del intermedio. El segundo gol che, en otra acción combinada entre Rioja y Guerra, se produce solo tres minutos después del empate (gran pase filtrado de Carreira y mejor definición de Pablo) y deja al Celta sin capacidad de respuesta, pese agotar Giráldez todos sus cambios de ataque.
Debut de Iker Losada
Una de las pocas buenas noticias de un partido mal planteado y peor ejecutado fue el debut de Iker Losada, que dejó algún leve destello a pesar de la dificultad del momento, las complicadas circunstancias de partido y la extraña disposición de las piezas de ataque en un frustrante final de partido.
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