La otra ‘Operación Retorno’
Tras repescar a Borja Iglesias hace unos meses, el Celta se lanza a por Iker Losada, al que dejó libre hace dos años y el Betis fichó el pasado verano, cuando Claudio Giráldez quiso recuperarlo. La falta de oportunidades con el primer equipo propició en su momento la salida de ambos.

Iker Losada disputa un balón a Carlos, del Espanyol, en un partido en el Benito Villamarín. | Efe
El Celta quiere repescar a Losada, al que dejó ir hace dos años, en esta ventana invernal. El regreso del atacante catoirense, si finalmente se consuma, completaría una segunda Operación Retorno que se inició en verano con el fichaje de Borja Iglesias, también procedente del Betis, que estará a préstamo hasta junio con la idea de que el vínculo se prolongue más allá de la presente temporada.
El Celta tiene ya un acuerdo con Iker Losada, pero debe pactar el Betis la fórmula de su regreso. El club sevillano se resiste a una simple cesión hasta junio, con lo que se discute si el préstamo lleva aparejada una opción de compra o algún tipo de compromiso de adquisición a partir de junio próximo.
Claudio Giráldez ya quiso recuperar a Losada, que fue la piedra angular del equipo en su primer año en el filial, el pasado verano, cuando el chico comenzaba a despuntar en el fútbol profesional tras una gran campaña con el Racing de Ferrol. El exceso de equipaje en el plantel se lo impidió. La necesidad de dar alrededor de una decena de bajas impidió al Celta garantizar a Losada una ficha de modo inmediato y, tras el interés del Betis, que pagaba los 1,8 millones de su cláusula y ofrecía al jugador cinco años de contrato, su retorno a Vigo se tornó imposible. La falta de minutos de Iker en el Betis y la marcha de Bamba han propiciado que el Celta aborde una segunda tentativa para hacerse de nuevo con los servicios del catoirense.
Todo encaja: el jugador está loco por volver a ponerse a las órdenes de Giráldez, el técnico céltico valora incorporar un futbolista que conoce al dedillo su modelo de juego y sabe qué le puede dar y el salario y el precio son asumibles. Queda ahora por ver si la operación está condicionada a algún tipo de compromiso de compra, bien mediante una cláusula de adquisición obligatoria, bien sujeta al cumplimiento de objetivos.
De ser así, el Celta pagaría por hacerse los servicios de un futbolista formado en su cantera, cuyo contrato cortó el club vigués de forma unilateral por no hacerle ficha con el primer equipo. La decisión la tomó Rafa Benítez, el predecesor de Giráldez, pese a que el futbolista aceptaba salir cedido, si no se le garantizaba esa primera temporada una ficha profesional.
De consumarse su vuelta, Iker Losada sería el segundo canterano que el Celta recupera esta temporada. Borja Iglesias también fue referente del filial céltico y abandonó el club por falta de oportunidades, aunque dejando en caja 10 millones de euros tras una formidable temporada en Segunda División con el Zaragoza.
Los dos llegarían ahora por falta de minutos con el Betis. La confianza de Giráldez marcaría también el retorno de ambos, no en vano el entrenador celeste apostó también fuerte por incorporar al compostelano, pese a su elevado salario y a no haber marcado un solo gol la temporada precedente. La apuesta salió bien.
No siempre ha ocurrido así. En el verano de 20109, el Celta recuperó a precio de oro (28 millones por ambos) a Santi Mina y Denis Suárez, los talentos perdidos de su cantera, en una doble jugada que entusiasmó al celtismo, pero que estuvo lejos de cumplir las expectativas en lo deportivo y acabó resultando traumática en lo social.
Impagable fue, en cambio, el retorno, en el curso 15-16 de Iago Aspas dos temporadas después de que el moañés salvase (por segunda vez) al equipo del descenso en su regreso a Primera. El Celta vendió a Iago por 9 millones al Liverpool y pagó dos años después 5 al Sevilla por recuperarlo. El resto es historia.
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