La cuesta de enero de Giráldez
Las malas noticias se le acumulan al técnico del Celta, que vive su peor racha de resultados con Iago Aspas lesionado, lidia con la incertidumbre de las posibles salidas indeseadas de Mingueza y Douvikas y debe afrontar a corto plazo sanciones de jugadores importantes

Claudio Giráldez, durante el partido ante el Athletic / MARTA G. BREA
A Claudio Giráldez se le acumulan las malas noticias. Por primera vez desde que relevó a Rafa Benítez en marzo pasado con la misión de certificar la salvación del Celta, los elementos se conjuran contra el entrenador porriñés, que afronta uno de los momentos más problemáticos desde que asumió la dirección del equipo. El técnico se enfrenta a una combinación de factores negativos (malos resultados, lesiones, salidas indeseadas de jugadores importantes y sanciones) que no había experimentado antes.
Los frentes se le multiplican a Giráldez en un complicado inicio de año. Al bajón deportivo –el Celta lleva anclado en los 24 puntos desde que derrotó a la Real Sociedad en Balaídos en el duelo previo al parón navideño–, se suma la lesión de Iago Aspas y otros futbolistas importantes, la incertidumbre de un mercado invernal que el técnico está deseando que se acabe sin más bajas de las previstas y, tras la triste derrota firmada contra el Athletic, también la certeza de que va a perder a Mingueza por varios partidos.
La peor racha del curso.
En el terreno estrictamente deportivo, la ausencia de victorias marca la agenda. Los celestes encadenan, por primera vez con el louriñés tres derrotas, contando con el expolio copero sufrido en el Bernabéu que, tal como admitía Giráldez, ha dejado secuelas en el plano físico y mental de las que el equipo necesita reponerse.
El último triunfo en Liga lo firmó el conjunto celeste en Balaídos contra la Real Sociedad, a la que superó con mucha claridad en uno de sus mejores partidos este curso. Pero la línea ascendente que el Celta parecía mantener antes de las Navidades se ha frenado abruptamente en el nuevo año. Su único triunfo se limita a la Copa del Rey, con una trabajada victoria en El Sardinero frente al Racing de Santander, un complicado adversario de inferior categoría que dio no pocos quebraderos de cabeza a los celestes, pese a que jugaron durante más de una hora en superioridad numérica.
En LaLiga, el Celta ya no solo pierde lejos de Balaídos. En el nuevo año las derrotas se suceden, dos en la competición regular y otra más, frente al Madrid en el torneo, que, tras el épico esfuerzo realizado ha dejado al equipo fundido físicamente y moralmente. La última derrota frente al Athletic Club ha reducido a 5 puntos el colchón con los puestos de descenso, una distancia que ya había tenido en alguna otra ocasión esta temporada, pero que en algunos momentos del curso llegó a ser hasta de 9 puntos.
El problema no es tanto la diferencia de puntuación con el furgón de cola como el hecho de que los celestes deben afrontar en las próximas semanas dos salidas consecutivas, a Mendizorroza y Mestalla, y necesitan mejorar sus prestaciones como visitantes para no ver comprometida su ventaja. Visitan dos campos históricamente esquivos, frente a rivales en fase ascendente que acaban de renovar sus respectivos banquillos, el Alavés con Eduardo Coudet y el Valencia con Carlos Coberán.
El peso de las lesiones.
La racha negativa del Celta coincide con la lesión sufrida por Iago Aspas en el duelo copero del Sardinero. En ausencia del morracense, el conjunto celeste ha caído consecutivamente frente al Rayo, el Madrid y el Athletic con distinto nivel de juego. Al capitán del Celta se le diagnosticó una rotura fibrilar en el sóleo de su pierna izquierda con un pronóstico de baja de entre tres y cuatro semanas. El domingo se cumplen tres semanas de la lesión y Giráldez cruza los dedos para poder contar con su estrella al día siguiente en Mendizorroza. Si no llegase a tiempo, se confía en que Aspas esté disponible para el duelo contra el Valencia en el primer fin de semana del mes de febrero.
A la lesión de Iago, se ha sumado la de Alfon González, uno de los atacantes más en forma del equipo en las semanas previas a que cayese lesionado en Vallecas. El albaceteño se perderá previsiblemente tres partidos, en este caso, por una rotura de fibras en el músculo semimembranoso de su pierna derecha. Si no se produce ningún contratiempo, se le espera de vuelta para el partido de Mestalla.
A estas dos lesiones se suman los problemas de tobillo de Marcos Alonso, que tuvo que forzar para jugar en el Bernabéu, y la falta de ritmo competitivo de futbolistas que llevaban tiempo lesionados, como Jailson, que todavía no ha entrado en convocatoria tras recibir el alta hace unas semanas o Manquillo, que ha ido teniendo minutos con cuentagotas, o que han sufrido diversas lesiones este curso, como Ristic, a quien Giráldez ya citó, sin minutos luego, para el último partido.
Un incierto mercado.
El entrenador celeste toca madera para que no se produzca ninguna salida indeseada antes del próximo 31 de enero. “Lo que espero del mercado es que se acabe”, reiteró tras la última derrota frente al Athletic. El mayor temor del técnico es que el Aston Villa pague la cláusula de Mingueza y deje al Celta sin uno de sus futbolistas más importantes y difíciles de reemplazar, sobre todo en la ventana de enero. Teme también el porriñés que el interés de equipos de alto potencial económico y deportivo descentre al barcelonés, cuyo rendimiento ya sufrido un pequeño bajón en los últimos partidos.
A la incertidumbre por el futuro de Mingueza, se suma la espantada protagonizada por Tasos Douvikas, delantero que sin ser titular puede tener un rol importante en el equipo, y al que el técnico quiere retener por tener distintas cualidades a Borja Iglesias, pero también por la dificultad de encontrar un sustituto de garantías en el presente mercado. Douvikas ha pedido salir e incluso renunció a jugar en un partido de tanta trascendencia como el disputado en el Bernabéu al considerar que iba a restar más que a sumar por no estar en condiciones de competir. Frente al Athletic, el griego ya dispuso de minutos. Su salida en este mercado se antoja complicada por el importante esfuerzo realizado para ficharlo (12 millones de traspaso) y las escasas posibilidades de que llegue a la Calle del Príncipe una oferta medianamente convincente.
El resto de las salidas, salvo la de Bamba, que apura su marcha a la MSL estaban más o menos previstas. Allende y Luca, que ya se encuentra en EE UU, saldrán también la liga estadounidense y queda por ver cuál puede ser el destino de Aidoo, con el Valladolid en cabeza para hacerse con el internacional ghanés a préstamo hasta final de temporada.
El Celta había dado por cerrado el capítulo de incorporaciones con el fichaje del joven noruego Jones El-Abdelllaoui, pero tratará de encontrar en los próximos días un reemplazo de garantías para Bamba.
Sanciones y apercibidos.
Las sanciones se le acumulan a Claudio Giráldez por primera vez esta temporada. Era algo que debía suceder en algún momento con el avance de la competición, pero que ha afectado al Celta de forma notable en el peor momento. El caso más preocupante vuelve a ser el de Mingueza, tras su expulsión, con comentarios despectivos contra Ortiz Arias, el árbitro del partido contra el Athletic, que podrían acarrearle un importante castigo. Se cree que la sanción será de tres partidos, pero podrían ser más si el Comité de Competición considera que hubo insulto en lugar de menosprecio hacia el colegiado.
El Celta, que ya perdió frente al Athletic a Marcos Alonso por la doble amarilla que le fue mostrada en Vallecas, tiene al central madrileño apercibido de nuevo de sanción por acumulación del tarjetas y en esta misma situación, es decir, a una amonestación de la suspensión se encuentran también Hugo Sotelo, Ilaix Moriba y Hugo Álvarez.
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