El VAR que indigna al celtismo
Clamor por el atropello al Celta en el Bernabéu por parte de Munuera Montero y de Hernández Hernández

Entrada por detrás de Endrick a Starfelt.
El VAR se instauró en España en el verano de 2018. Lo presentaron como un avance tecnológico que ayudaría a minimizar los errores arbitrales, pues 22 cámaras ayudarían a aclarar «incidencias graves inadvertidas», como goles, penaltis, rojas directas o confusiones de jugadores. De nada ha servido este árbitro asistente de vídeo. Los errores más groseros los siguen sufriendo los mismos equipos y de ello se benefician los clubes más poderosos. El celtismo se queja amargamente después de que su equipo cayese eliminado de la Copa en el Bernabéu tras una actuación lamentable de Munuera Montero, en el campo, y de Hernández Hernández, en la sala VOR. Nada ha cambiado en el arbitraje, como ayer se encargó de recordar Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid: «No vi el partido. Me comentaron episodios que hubo dentro del campo, pero como los hay desde hace cien años, así que no sé qué les sorprende».

El VAR que indigna al celtismo
El periodista Manu Carreño fue más directo: ««Dichoso VAR. Siempre a vueltas con el VAR por lo mal que lo utilizan. Qué malos son». Y el informador se centró en la jugada más polémica del Real Madrid-Celta: «Penalti claro de Lunin a Williot. ¿Por qué no llama Hernández Hernández a Munuera en vez de decidirlo él?», se pregunta Carreño.
El excolegiado gallego Uxío Caamaño (Mr. Asubío, en X) también considera penalti del portero madridista al delantero céltico, pero matiza la actuación arbitral: «Pienso que tanto el árbitro como el VAR entienden que [Williot] Swedberg hace mucho por caer, que algo hay de eso, pero es verdad que Lunin en ningún momento toca balón. El sueco recibe el contacto del portero y no tiene por qué saltar sobre Lunin. Evidentemente, es penalti».
Más claro lo vio el delantero del Celta Borja Iglesias, que seguía la jugada a unos metros: «Para mí es penalti y cambia mucho lo que puede pasar». El compostelano reconoce que le afectó la decisión arbitral de no pitar la pena máxima y que esa misma jugada acabase en el primer gol del Real Madrid: «Personalmente, he tenido unos cinco minutos posteriores a esa acción que estaba bastante frustrado». De esa situación de incertidumbre se aprovechó Mbappé para abrir el marcador.
La cuenta Archivo VAR, de la red social X (antes Twitter) califica de «Ataque de locura VAR» lo sucedido el jueves en el Bernabéu: «Lunin agarra el pie a Swedberg tras el regate del delantero. Penalti clarísimo. Hernández Hernández, de forma incomprensible, pasó por completo de la acción y dio luz verde a Munuera Montero».
El celtismo, que considera un atropello la actuación arbitral, recuerda cómo la temporada pasada una jugada similar en Balaídos acabó en penalti a favor del Real Madrid y expulsión de Iván Villar por supuesta falta a Rodrygo, a pesar de que el portero del Celta desvió el balón con la mano.
Iago Aspas, que vio el partido por televisión ya que está lesionado, también mostró su enfado con la decisión de Munuera Montero. El delantero del Celta recurrió a unas imágenes de Gila llamando por teléfono para añadir: «¿Hay alguien ahí?».
La sala VOR del Real Madrid-Celta, asignada a Hernández Hernández, parecía estar vacía. También pasó por alto la dura entrada por detrás de Endrick a un gemelo de Starfelt poco antes de la prórroga. Para el excolegiado Uxío Caamaño, el defensa céltico recibe «una raspada de los tacos» de la bota del brasileño. «Con el criterio actual debe quedarse en tarjeta amarilla, al no ser un impacto de lleno, que sí sería de cartulina roja», añade Mr. Asubío. Otros muchos aficionados consideran que la falta de Endrick era motivo de expulsión. El delantero del Real Madrid se convirtió después en protagonista de la remontada al firmar dos goles en la prórroga.
Después de esa jugada, el Celta reclamó un penalti por mano de Rüdiger en el área. Ni el árbitro ni el VAR actuaron en la posible infracción al considerar Munuera Montero que la jugada estaba invalidada por un fuera de juego de Bamba que se demostraría que no era. El colegiado tampoco aplicó el fuera de juego semiatomático que traza las líneas para saber con exactitud la posición de los jugadores.
En la primera parte de la prórroga se produjo otra jugada polémica: forcejeo entre Ilaix Moriba y Fede Valverde. El jugador del Real Madrid golpea al del Celta para sacárselo de en medio en una acción ofensiva del equipo blanco. El VAR tampoco intervino ante una posible agresión del uruguayo, «que suelta un manotazo en la cara de Ilaix. Tarjeta roja para Valverde», sostiene Mr. Asubío. El uruguayo marcaría después el 4-2.
«Da que pensar que se cometan tantos errores», soltó el céltico Marcos Alonso al finalizar el partido. Su entrenador, Claudio Giráldez, tiró de ironía: «No tengo ni idea. Soy un entrenador joven. Llevo menos de un año en Primera División y tengo que formarme sobre el VAR, cómo funciona».
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