Prórroga y polémica arbitral para despedirse de la Copa

El Celta cae en el Bernabéu ante un Real Madrid que abrió el marcador tras un penalti no señalado a Williot

Los de Giráldez igualaron en dos acciones de Bamba pero se vieron superados en la prolongación por el gran fondo de banquillo rival

El Celta se despidió de la Copa del Rey a lo grande, pero castigado por la actuación arbitral: remontó dos goles en el Bernabéu para llevar la eliminatoria a la prórroga, en la que el Real Madrid aprovechó su extraordinario fondo de banquillo para evitar un nuevo ridículo tras la goleada sufrida en la final de la Supercopa. El colegiado Munuera Montero no señaló un penalti sobre Williot en la jugada que acabó con el primer tanto de Mbappé. El 5-2 final fue excesivo para los méritos de un Celta que, plagado de canteranos, puso contra las cuerdas al vigente campeón de Liga y de la Champions. Ahora, a los de Giráldez le queda por delante la segunda vuelta de LaLiga, que inician con 24 puntos y esperando la visita del Athletic Club el domingo.

El Celta tuvo una buena puesta en escena ayer. Consiguió que el Real Madrid no se adelantase en el marcador en los primeros minutos y logró que el Bernabéu se impacientase con unos jugadores que venían de caer goleados por el Barcelona en el clásico en Arabia. Es más, la primera acción de peligro llevó la firma de Starfelt, al rematar al larguero un remate de cabeza tras un saque de esquina. El Celta aprovechaba la lentitud de maniobra de los madridistas para llegar con facilidad a campo rival, pero le faltaba finura en el último pase para generar más peligro ante Lunin.

Modric, una de las seis novedades de Ancelotti en el once blanco con respecto al descalabro ante el Barça, probó desde lejos a Iván Villar, titular en la Copa. El guardameta de Aldán despejó a córner un buen remate de Tchouameni, el señalado por la afición merengue por el fracaso en Arabia Saudí. Al filo de la media hora, cuando el Real Madrid dominaba el juego ante las dificultades del Celta para sacar con claridad el balón jugado, Iván Villar puso el pie para despejar un tiro cruzado de Brahim.

En pleno asedio madridista, los célticos llegaron con muchos jugadores a la frontal del área rival. Hugo Álvarez encontró a Williot, que encaró a Lunin y el portero ucraniano sacó las manos para intentar frenar la carrera del sueco, que cayó al suelo reclamando penalti. El árbitro, Munuera Montero, mandó seguir el juego ante el enfado de los célticos. El desconcierto por una jugada que podía haber sido vital para la eliminatoria la aprovechó Mbappé para arrancar desde campo propio y llevar a Javi Rodríguez hasta el área de Iván Villar. El francés sacó un disparo cruzado con la izquierda, casi sin ángulo, con el que superaba al portero del Celta. El Bernabéu celebraba el gol después de que el VAR ni siquiera le propusiese al árbitro revisar la posible pena máxima de Lunin a Williot. El Celta había aguantado hasta el minuto 37 sin encajar un gol que dificultaría todavía más la eliminatoria de Copa ante un rival al que una polémica arbitral le facilitaba el camino hacia los cuartos de final.

El partido llegaba al descanso con una victoria por la mínima para los locales. El Celta había evitado que los atacantes del Real Madrid tuviesen espacios para correr. Vinícius y Brahim apenas habían intervenido y Mbappé no encontraba situaciones ventajosas. A los de Giráldez, que cambiaba de banda a Carreira y a Mingueza buscando más profundidad por los costados, les faltaba mejorar el último pase para aprovechar el ritmo pausado de un rival dubitativo tras el fracaso en la Supercopa.

Pero la segunda parte no podía comenzar peor para los célticos, que se presentaron en el Bernabéu sin Aspas, Douvikas, Alfon y Allende. Demasiadas bajas ofensivas para enfrentarse a un coloso que en el minuto 48 amplió la ventaja con un gol de Vinícius. La defensa del Celta se desorganizó al salir a la presión a Mbappé. El francés se deshizo de Starfelt y buscó a Brahim, que entraba por la derecha rozando el fuera de juego. El hispanomarroquí encontró a Vinícius, quien superó a Iván Villar a media salida. El Real Madrid encontraba por fin los espacios que necesita para ser letal.

Duro golpe para un Celta que con Giráldez había recuperado la ilusión por llegar lejos en su trofeo favorito. Pero los célticos no se rindieron y se enfocaron en la portería de Lunin en busca de un gol que les metiese en la eliminatoria. Lo intentaron Beltrán, Sotelo y Moriba desde fuera del área.

Los blancos pudieron ampliar la ventaja en una jugada de Brahim, que centró para que Mbappé rematase de cabeza por encima del larguero. En el minuto 77, el árbitro anuló un gol de Güler por fuera de juego de Vinícius.

El Celta necesitaba un gol para meterle el miedo a un Bernabéu que anhelaba una victoria amplia que rebajase su enfado, pero los planes de Ancelotti se fueron al traste en el minuto 83 cuando Bamba aprovechó un error de Camavinga para anotar el 2-1. El marfileño, que fue suplente después de que se especulase con su inminente salida al Chicago Fire de la MLS, iba a ser protagonista también en el minuto 90 al ser derribado en el área por Asencio. El penalti lo anotó Marcos Alonso. Los celestes lograban llegar a la prórroga, en la que el Madrid jugaría sin Mbappé y Brahim pero su fondo de armario es infinito.

Endrick y Valverde serían protagonistas en la media hora de añadido. El brasileño, por dos veces, y el uruguayo firmaron con grandes remates en la recta final del inteso duelo la sentencia para un Celta que se mantuvo vivo durante más de cien minutos, pese a la polémica actuación de Munuera Montero en la jugada que acabó en el primer gol de Mbappé.

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