El Celta avanza, con susto, a octavos

Liderado por un gran Alfon, que anotó un doblete , el equipo vigués supera con suspense a un solvente Racing

Alfon, Cervi y Javi 
Rodríguez celebran
el gol del triunfo. 
|  LOF

Alfon, Cervi y Javi Rodríguez celebran el gol del triunfo. | LOF

Con susto en el cuerpo y doblete de Alfon, que se redimió con una gran tarde de su mala experiencia en Santander, avanza el Celta a octavos de final de la Copa. Salvó el grupo de Giráldez su primer gran escollo copero frente a un buen Racing en un duelo de altibajos, muy propio de este torneo, que se puso cuesta abajo para los de Giráldez con la expulsión de Mantilla en el minuto 35 y se envenenó en el segundo tiempo cuando, en una acción desgraciada, el conjunto cántabro se puso por segunda vez por delante tras desperdiciar los celestes varias ocasiones claras.

Un autogol del excéltico Javi Castro en el minuto 86, cuando peor pintaban las cosas, despertó a los celestes del mal sueño en que se había convertido el segundo tiempo y Alfon, que ya había igualado el tanto inicial de Andrés Martín y forzado la expulsión de Mantilla, apareció en el descuento para hacer el tercero y sentenciar una eliminatoria que el Celta, pese a jugar más de una hora en superioridad numérica, tuvo muchos problemas para gestionar.

Todo un ejercicio de resistencia y fe en sus posibilidades firmó el Racing, equipo con hechuras de Primera que mostró colmillo y se defendió como gato panza arriba. Al Celta, en cambio, le faltó ingenio para imponer su ventaja e instinto asesino para sentenciar el partido cuando el campo se inclinó a su favor. Se lo impidió, en buena medida, Parera, el portero del Racing, con varias intervenciones clave al cuando peor lo estaban pasando los suyos.

El conjunto de José Alberto fue el primero en golpear en un inicio eléctrico, con intercambio de golpes en ambas áreas. Pablo Durán estrelló nada más arrancar un balón contra el travesaño tras recibir un pase de Javi Rodríguez prolongado de tacón al área por Aspas.

Replicó el Racing a la contra en una ejecutada con velocidad y precisión. Michelin condujo tras robo y la puso al espacio a Andrés Martín, que superó en el mano a mano a Iván Villar y abrió el luminoso con un disparo raso y ajustado al palo imposible de atrapar para el cancerbero cangués.

Un error de Villar, que cedió el balón a Karrikaburu en la salida de pelota, estuvo a punto de propiciar el segundo gol local, pero el de Aldán subsanó el fallo desviando con una buena parada l tiro del nueve verdiblanco.

En este ida y vuelta que presidió los 20 primeros minutos de juego, emergió Alfon para remachar contras las mallas un centro lateral de Pablo Durán que pilló a Mantilla a contrapié y no pudo interceptar. Fue el primer fogonazo en el partido de Alfon, que no celebró el gol, pero enseguida propinó un segundo golpe en la línea de flotación del Racing forzando la expulsión de Mantilla. El manchego ganó astutamente la posición al central verdiblanco y este lo agarró cuando encaraba solo al portero. González fuertes no lo dudó: roja directa.

Los últimos minutos del primer tiempo fueron un monólogo del Celta frente a la portería de Parera, que salvó a su equipo atajando primero un disparo de Durán, al que venció al tomiñés en el tú a tú desviando la pelota a córner. En el saque desde la esquina, tras un balón prolongado de cabeza por Starfelt y cedido luego por Aspas, Marcos Alonso estrelló el balón contra el travesaño. Casi a continuación, Parera desvió de nuevo un disparo de Alfon tras un balón filtrado por Iago. Con el agua al cuello, se fue el Racing al descanso.

Felices se las prometía el Celta tras el intervalo, pero con el Racing más replegado el conjunto celeste careció de instinto asesino imponer su ventaja numérica. Apenas un dominio yermo de la pelota, sin filo –salvo por otro peligroso disparo de Alfon–, que la zaga verdiblanca resolvió con diligencia, hasta que, en el minuto 70, el cielo se le abrió al Racing de par en par. Fue en una acción desgraciada, casi de chiste, que a punto estuvo de costarle la eliminatoria a los celestes. Un balón al segundo palo no atajado por Villar propició una cadena de despejes defectuosos hasta que el balón le cayó a Arana, que le pegó mordido con la mala fortuna de que Javi Rodríguez desvió contra las mallas un balón que se iba fuera. El gol dejó grogui al Celta, que durante muchos minutos deambuló por el campo sin dar un pase sin sentido en medio de la algarabía de la abarrotada grada, que acariciaba la sorpresa.

La desgracia golpeó entonces al Racing. A cuatro minutos de la prolongación, al intentar despejar un balón lanzado desde la esquina, Javi Castro anotó en meta propia, dando otro inesperado giro al choque. Con 6 minutos de descuento todavía por delante, el Celta olfateó la sangre y Alfon, quién si no, encontró en la prolongación el tercero tras una dejada de Ilaix, cuya entrada en el campo por Sotelo dio vuelo y autoridad con la pelota al cuadro celeste. No claudicó el Racing, que lo siguió intentando, pero el Celta ya no soltó la presa y manejo con inteligencia un final de partido plácido tras vivir la media hora anterior con el susto en el cuerpo.

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