Sevilla 1-0 Celta
El Celta regala un adiós feliz a Navas
Los célticos suman otra derrota a domicilio tras faltarle pegada en una buena primera parte y permitir que el Sevilla marcase en la segunda mientras caía en los enredos de los locales

Las mejores imágenes del Sevilla-Celta /
El Celta es especialista en no sumar puntos a domicilio, convirtiéndose por ello en uno de los equipos más flojos de LaLiga en campo rival. Puede no presentarse a la cita, como ante el Leganés o el Espanyol, o no saber aprovecharse de las facilidades que le concede el rival, como le ocurrió ayer en el Sánchez-Pizjuán, donde pudo dejar sentenciado el duelo en una primera mitad en la que solo le faltó puntería para premiar su excelente juego.
Pero cuando el Sevilla marcó, en el minuto 64, comenzó a caer en los enredos de los andaluces para que no sucediese nada más, con numerosas interrupciones y pérdidas de tiempo que el árbitro Gil Manzano permitió y no supo equilibrar en el descuento. Después del tanto de Manu Bueno, con un disparo seco y por bajo desde fuera del área al recoger un rechace de un saque de córner, apenas se jugó, salvo alguna acción aislada como el mano a mano en el que Alfon estrelló la pelota contra el cuerpo del portero sevillista. Así, el Celta regaló a Jesús Navas una victoria en su despedida del campo de Nervión.
El homenaje a la leyenda sevillista llegó ya con el marcador a favor de los García Pimienta. El relevo del veterano campeón del mundo con España en Suráfrica se prolongó durante varios minutos porque todos querían abrazarle y el de Los Palacios no quería marcharse sin ponerse de rodillas en el centro del campo para besar el césped. Y siguieron más cambios y más pérdidas de tiempo. Y de esa forma, todo se ponía a favor de los locales para impedir que los de Giráldez se reactivasen para intentar recuperar el ritmo de la primera mitad. Este nuevo tropiezo aleja un poco más al equipo vigués de las posiciones altas de la tabla y le obliga a observar de nuevo a los últimos clasificados. Lo que gana en Balaídos no sabe rentabilizarlo como visitante.
El Celta entró en el partido con ganas de repetir sus buenas actuaciones en Balaídos. Giráldez solo introdujo dos cambios en el once con respecto al que ganó la semana pasada al Mallorca. Aspas y Pablo Durán sustituyeron al lesionado Fer López y a Douvikas. La presencia del tomiñés fue la gran sorpresa en la alineación céltica.
A la primera parte del Celta en el Pizjuán solo le faltó el gol. Dominó al Sevilla y tuvo ocasiones para ello el equipo de Giráldez, hasta cinco, que provocó el enfado la afición sevillista con sus jugadores. Dos balones al palo y uno al lateral de la red de Pablo Durán, un centro-chut de Mingueza y un remate alto de Williot fue el balance ofensivo en los primeros cuarenta y cinco minutos de los célticos, que dominaron y apenas permitieron dos acciones ofensivas de los locales, con disparos de Lukébakio y de Saúl Ñíguez que Guaita atrapó sin problemas.
Los célticos salieron enchufados al campo, todos menos un Williot que al filo del descanso tuvo la mejor ocasión, después de un excelente centro al segundo palo de Pablo Durán, que había recibido en el costado derecho un pase en profundidad de Javi Rodríguez. El canterano mejora en todas las facetas del juego y ya se atreve con esos balones profundos desde la zaga que puso de moda su compañero Mingueza. Con Moriba y Beltrán, el madrileño vive su mejor momento en Vigo, el Celta gobernó la primera mitad con anticipación, buenas presiones y excelente circulación de la pelota para superar líneas rivales. Casi siempre se jugó en campo contrario hasta que Gil Manzano mandó a todos a descansar.
El paréntesis obligado desactivó a los célticos. El Sevilla aprovechó el descanso para ajustar el centro del campo y anular la capacidad de asociación de Moriba, Beltrán, Aspas, Mingueza..., con la que tanto habían sufrido los andaluces en el arranque de un día histórico porque suponía el adiós del jugador con más partidos (ya 704) y títulos (8) del conjunto hispalense.
Después de que Aspas le entregase a Navas una camiseta firmada por todos los jugadores y una fotografía del andaluz en un partido contra los celestes, el Celta quiso amargarle la fiesta al capitán sevillista. Todo funcionaba bien, con Javi Rodríguez, Starfelt y Marcos Alonso cerrando todas las vías de penetración de Lukébakio, sobre todo del joven canterano. Beltrán y Moriba eran colosos en el centro del campo, con un Aspas incisivo entre líneas y buscando pases al espacio para Mingueza, Hugo Álvarez, Pablo Durán y Williot.
El sueco era la única nota discordante. Avisó el tomiñés con un remate al lateral de la red, Mingueza puso en apuros a Álvaro en un centro-chut, Durán remataba de cabeza al palo tras un saque de esquina, Aspas buscaba el palo largo para exigir al máximo al portero rival, Durán mandaba al lateral del palo otro remate y Williot, en el minuto 39, desaprovechaba una clara ocasión mandando el balón a la grada. El Sevilla apenas existió en ataque antes del descanso, salvo un remate de Lukébakio y otro de Saúl Ñíguez que Guaita interceptó sin problemas.
El Celta había perdonado demasiado y en la segunda parte ya no tuvo tanta facilidad para llegar al área de Álvaro. García Pimienta ajustó piezas y el Sevilla inclinó el juego hacia la portería de Guaita. Avisó Manu Bueno en el minuto 54 con un disparo que buscaba la escuadra. El joven canterano encontró el premio del gol diez minutos después al rematar desde fuera del área. Los andaluces demostraban mayor capacidad que un rival que no mejoró con los cambios. Es más, Ristic aguantó poco más de diez minutos antes de sufrir la enésima lesión muscular. El balcánico volverá a la enfermería, donde se ha pasado la mayor parte de la temporada.
El contratiempo obligó a Giráldez a cambiar a la izquierda a Mingueza. Entró Alfon, pero el Sevilla ya no se apartaría del plan de interrumpir el juego, romper el ritmo del juego y conservar el marcador a favor hasta el último minuto. La sustitución de Jesús Navas fue la mejor justificación para que el partido pasase a un segundo plano. Lo importante era celebrar de la mejor manera el adiós a un futbolista que ya es leyenda del club andaluz y de la selección española, con la que ganó un Mundial, dos Eurocopas y una Liga de Naciones.
Los célticos, sin embargo, no se rindieron, intentaron sumar el segundo empate consecutivo en Sevilla (tras el 2-2 ante el Betis), pero un remate de cabeza de Starfelt lo despejaron a córner entre un defensa y el portero, después el árbitro anuló un gol por fuera de juego a Bamba y Alfon falló un mano a mano ante Álvaro, tras un pase profundo de Sotelo. Ahí se acabaron las opciones del Celta, que regaló una despedida feliz a Navas y ahora preparará la visita de la Real Sociedad a Balaídos.
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