Aspas calmó su furia durante el descanso

No marcó ni asistió, pero fue protagonista. Erró una ocasión que rara vez perdona y casi anota un gol desde la medular. Frecuente en lo asombroso, Aspas estuvo siempre a punto de dejar a sus compañeros encarados con Peña. Y cuando él mismo se disponía a enfrentarlo, Gerard lo derribó.

Ahí empezaron sus quejas, al principio contenidas. Estalló de indignación tras la falta del lateral que hubiera debido suponer su expulsión. Sus gestos en la banda, tras ser atendido, le supusieron la tarjeta amarilla a él y se fue al vestuario furibundo.

«Ya estaba tranquilo cuando entré», revela Giráldez. «Tiene mucha experiencia, sabe tranquilizarse,le vino bien el descanso. Es una situación muy clara. Evidentemente es un jugador pasional, nos gusta que sea así, nos traslada muchas cosas muy buenas y ha hecho un partido muy completo a pesar de no estar en el gol o en la asistencia como otras veces, pero ha hecho un trabajo muy bueno. Ha jugado un partido muy completo».