La plantilla se devaluó 20 millones

La irregular primera mitad de la temporada del Celta ha tenido unas consecuencias muy negativas en el valor de mercado de su plantilla, que desde junio hasta diciembre se ha devaluado unos 20 millones de euros. El equipo que entrena Rafa Benítez no solo ha perdido calidad en el terreno de juego después de unos resultados negativos que llegaron por no saber cerrar los partidos y por reiteradas polémicas decisiones arbitrales. Los célticos también han perdido puntos que le sacarían de la posición de descenso que ocupa en la clasificación y además han visto cómo se depreciaba el valor de más de la mitad de sus jugadores. Solo tres jugadores se han revalorizado en estos primeros meses de competición: Larsen, Mingueza y Sotelo. Y ocho más no se han visto perjudicados por el mal momento deportivo del equipo de Benítez: Douvikas, Manu Sánchez, Unai Núñez, Tapia, De la Torre, Iván Villar, Guaita y Kevin Vázquez. El peor parado es Fran Beltrán, que decae su precio en 9 millones, frente a los 6 de Jonathan Bamba y los 3 millones de Iago Aspas.

El Celta afrontó la temporada de su primer centenario con las ilusiones puestas de la llegada de un técnico de prestigio internacional como Rafa Benítez, la gran apuesta de la nueva presidenta Marián Mouriño. Con el prestigioso Luis Campos buscando los refuerzos solicitados por el preparador madrileño, el conjunto celeste mezcló entre incorporaciones de jóvenes y veteranos para completar una plantilla que aspirase a algo más que evitar el descenso, lo que había logrado in extremis en reiteradas campañas anteriores. Con la incorporación de Tasos Douvikas, Vicente Guaita y Mihailo Ristic en las últimas horas del mercado de fichajes, el Celta cerró una plantilla que entonces se valoró en 125,9 millones de euros, según el portal Transfermarkt.

Larsen repite por tercer mes como mejor céltico

El costamarfileño Jonathan Bamba, que llegó con la carta de libertad a Vigo procedente del Lille, se convirtió en el jugador más valioso de la plantilla, con 20 millones de euros. Bamba relevaba en esta primera posición a un Gabri Veiga que acababa de ser traspaso al Al Ahli saudí por 30 millones de euros. En el segundo peldaño de cotización se situaba Fran Beltrán, con 15 millones de euros, a quien le seguían Strand Larsen, con 11 millones, Douvikas, con 9, Manu Sánchez y Joseph Aidoo, con 8, y Iago Aspas, con 7. El capitán se enfrentaba al reto de seguir siendo el máximo goleador del equipo con 36 años y elevar de nuevo su cotización, que entre 2018 y 2019 se situó en los 25 millones de euros.

Sin embargo, el conjunto celeste se atascó en el partido inaugural en Balaídos ante Osasuna (0-2), después sumó un esperanzador empate en Anoeta (1-1), pero a partir de entonces comenzó a sufrir una serie de graves errores arbitrales y propios en los minutos finales de los partidos que le impidieron sumar victorias en casa y solo lograron los tres puntos en la visita al campo del colista, el Almería (2-3).

Un proyecto fallido con 18 fichajes

A pesar del excelente juego desplegado ante rivales como Barcelona, Girona o Athletic Club, los malos resultados llevaron a Benítez a mover piezas que acabaron desnaturalizando el juego de los celestes, que sumaron cuatro jornadas sin perder porque supieron blindar su portería pero ofreciendo un juego muy pobre y una imagen preocupante para afrontar el reto de salir de los puestos de descenso.

Y con una derrota en Villarreal (3-2), después de una primera parte desastrosa, el Celta se despidió del año de su centenario con más incógnitas que certezas en su juego y con la duda de la continuidad de Rafa Benítez en el banquillo. Al madrileño le ha salvado de la destitución, por el momento, que ha sido una apuesta personal de Marián Mouriño y que su finiquito por los tres años que firmó de contrato dejarían al club en una complicada situación económica.

Las consecuencias de esta pésima primera mitad del curso de los célticos se ven reflejadas en la valoración de sus jugadores. Tras la nueva actualización del mercado antes de las vacaciones navideñas, el valor actual de la plantilla del Celta es de 105 millones, lo que supone casi 21 millones menos que en junio pasado. Ahora, el futbolista más valioso es Strand Larsen, con 15 millones de euros. El internacional noruego, que además ha brillado con su selección, ha aumentado su cotización en 4 millones de euros en apenas seis meses. En el lado opuesto aparece un Jonathan Bamba que ha perdido hasta 6 millones de euros en su valoración en el mercado futbolístico. El costamarfileño se marchará en enero a disputar la Copa África con su selección. Aunque la mayor pérdida de valor es para un Beltrán que ha perdido la titularidad e incluso no ha sido utilizado en varios de los últimos partidos por un Benítez que quiere más músculo en el centro del campo aunque con ello el equipo pierda fluidez y calidad con el balón en los pies. El futbolista de Seseña ha visto reducido su valor en 9 millones de euros, pasando ahora a situarse en los 6 millones, por detrás no solo de Larsen sino también de Douvikas (9 millones) y Manu Sánchez (8), e igualado con Óscar Mingueza y Unai Núñez.

Del deterioro del equipo no se ha librado ni siquiera Iago Aspas, que ha pasado a tener un valor de mercado de 4 millones de euros, tres millones menos que en junio. El moañés ha perdido capacidad goleadora y después de dieciocho jornadas de Liga disputadas solo suma un tanto. Aspas llevaba más de una década sin alcanzar una valoración tan baja, desde que se dio a conocer en Primera División en 2012. Otra importante disminución de su valor es la que ha sufrido Aidoo (de 8 a 4 millones). Sin embargo, la del internacional ghanés está justificada después de sufrir una grave lesión en el tendón de Aquiles que posiblemente le impedirá regresar al equipo vigués hasta el próximo curso.

Junto a Larsen y a Mingueza, el tercero que se ha revalorizado es el canterano Hugo Sotelo, al que se le daba un valor de 150.000 euros en junio y ahora ya alcanza el millón, y eso que Benítez cuenta poco con el centrocampista vigués que despuntó en la pasada pretemporada.