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La primera preocupación de Marián

La presidenta del Celta se fija como primer cometido “reconducir la situación deportiva”

Primera reunión del nuevo consejo de administración.

Primera reunión del nuevo consejo de administración. / RC Celta

Vigo

El nuevo consejo de administración del Celta proclamó en la tarde de ayer a Marián Mouriño Terrazo como primera presidenta de la historia del club. Con este nombramiento, el conjunto vigués se convierte en el tercero de LaLiga dirigido por una mujer: la china Sophie Yang lidera al Granada y la singapurense Lay Hoon Chan, al Valencia. De hecho, Mouriño y Yand tendrán ocasión de verse el sábado en el palco de Balaídos, en el duelo galaico-andaluz.

Celta y Granada viven momentos delicados en la máxima categoría, en la que ocupan puestos de descenso. Por ello, Marián expresaba el martes en la despedida de su padre de la presidencia céltica su preocupación por la trayectoria deportiva del equipo que entrena Rafa Benítez, anunciando que su primera acción al frente del equipo vigués estará enfocada en “reconducir la situación deportiva” de la entidad que dirige. Esa labor pasa por adoptar medidas como la de reforzar la plantilla en este mercado de invierno con algunas de las piezas que reclama Benítez.

En esa tarea de fichar jugadores, Marián seguirá contando con la colaboración de Luis Campos, que hereda como asesor deportivo externo. La vinculación del portugués con el Celta, sin embargo, parece tener los días contados, atendiendo a las manifestaciones de la nueva presidenta céltica en la asamblea general del club del pasado martes: “Esta dirección deportiva es un modelo de asesoría externa que me encontré. Hemos empezado a trabajar en un futuro organigrama y en una futura reestructuración de esta área”. Pero ese objetivo queda aparcado. El equipo requiere atención máxima para intentar una remontada en la clasificación. “Dada la situación deportiva”, explicó Marián, “hemos paralizado cualquier avance en la situación del nuevo organigrama de dirección deportiva. Ahora, sobre la mesa, solo está reconducir la situación deportiva”.

Pese a los malos resultados, la continuidad de Rafa Benítez no corre peligro por el momento. La contratación del técnico madrileño fue una apuesta personal de Marián Mouriño, al que incluso firmó un contrato de larga duración (3 años), un modelo de relación contractual que su padre evitó con los entrenadores que tuvo en sus 17 años al mando del Celta.

De Carlos Mouriño también fue la idea de contratar a Luis Campos como asesor externo, figura que no parece convencer a su hija.“Para hacer cosas distintas tienes que arriesgar. Yo no estoy descontento con Campos. Arriesgamos y los resultados los veremos al final, manifestó el ahora presidente honorario del Celta tras la junta general de accionistas del pasado martes.

“Creo que no ha sido un error. Pueden salir las cosas bien o mal, pero creo que estuvimos muy claros cuando lo decidimos: si queremos dar un salto de calidad tenemos que hacer algo distinto porque por presupuesto no podemos”, añadió sobre el asesor externo Mouriño, quien no escondió su “preocupación” por la situación del Celta. Para ello, su hija Marián se enfocará primero en “reconducir la situación deportiva”.

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