Rafa Benítez no olvidará su última visita a Mestalla como entrenador. Fue el 3 de enero de 2016 y el madrileño regresaba con el Real Madrid al que había sido su estadio durante tres exitosos años con el Valencia. Sin saberlo, Benítez se disponía en esa jornada a dirigir por última vez al conjunto blanco. Al día siguiente, Florentino Pérez despedía al ahora entrenador del Celta.
En su última visita a Mestalla, el valencianismo expresaba el inmenso cariño que le guarda al técnico con el que disfrutó de dos títulos de Liga y uno de la Copa de la UEFA. La gratitud de la afición había sido expresada años antes en una pancarta: ‘Rafa nos regalaste los mejores años de nuestras vidas. Gracias’.
Casi ocho años después de su destitución como técnico del Real Madrid, Benítez vuelve al lugar que le dio fama en el fútbol internacional y desde donde partió en el verano de 2004 hacia Inglaterra para hacerse cargo del Liverpool.
A pesar de que hayan transcurrido casi dos décadas, en Valencia continúan muy vivos los recuerdos del paso de Benítez por el banquillo de Mestalla, al que llegó procedente del Tenerife. Entonces, el conjunto che venía de fracasar en dos finales de la Champions y anhelaba un título de Liga que se le resistía desde 1971.
Los comienzos del madrileño en la ciudad del Turia no fueron muy positivos, hasta el punto de que en el mes de diciembre llegó muy cuestionado a la cita con el Espanyol en Montjuic. El 2-0 con el que concluyó la primera parte puso contra las cuerdas a un Benítez que no contaba con el apoyo de todos los consejeros del club. De hecho, uno de ellos, Marcelo Safont, fue el autor de la recordada frase tras su fichaje: “El único Benítez que conozco es el torero”.
Pero aquella tarde de diciembre en el estadio olímpico barcelonés, Benítez supo darle la vuelta al marcador tras el descanso. El partido cambió de rumbo al dar entrada en el centro del campo a Rubén Baraja. El vallisoletano dirige ahora al Valencia, por lo que el sábado Mestalla vivirá otro reencuentro: maestro y pupilo.
Aquel inesperado triunfo en Montjuic supuso un revulsivo enorme para un equipo que acabó ganando la Liga tras una segunda vuelta extraordinaria. El éxito sería mayor dos años después, en la temporada 2003-2004, cuando el equipo valencianista repitió título en el campeonato doméstico y añadió la Copa de la UEFA.
Finalizado ese exitoso año, Benítez decidió romper el compromiso por un año más de contrato que le quedaba con el Valencia para iniciar su aventura en Liverpool. Atrás dejaba una anécdota con la secretaría técnica del Valencia de la que se beneficiaría el Celta. El club de Mestalla había firmado a Fabián Canobbio. El centrocampista uruguayo no era del gusto del técnico madrileño, que se refirió al nuevo refuerzo en estos términos: “Pido una mesa y me traen una lámpara”. Un año después, Canobbio llegaría cedido al Celta para convertirse en una pieza importante en el retorno de los celestes a Primera División.
Diez años después de su llegada a la capital del Turia y siete después de su marcha al Liverpool, Benítez regresó a Mestalla en septiembre de 2011 para recibir la insignia de oro y brillantes del club de la mano del entonces presidente Manuel Llorente y con la presencia de otros que lo habían sido como Jaime Ortí y Pedro Cortés.
A continuación, el preparador madrileño recibió una enorme ovación al acceder al palco para presenciar como invitado el duelo entre el Valencia que dirigía Unai Emery y el Barcelona. En la grada se desplegó una gran pancarta con el lema ‘Benítez hoy, Emery, mañana, tú’
Seis años después, en enero de 2016, Benítez protagonizaba su primer regreso como rival a Mestalla y lo hacía con el Real Madrid, uno de los acérrimos rivales del Valencia. Pero en aquel encuentro, los pitidos a los futbolistas visitantes, según fueron presentados por la megafonía del estadio, se transformaron en aplausos cuando llegó el turno del entrenador visitante. Y en el fondo sur del centenario estadio valencianista lucía la pancarta con la frase: ‘Rafa nos regalaste los mejores años de nuestras vidas. Gracias’.
Aquel encuentro acabó con empate a dos y mantuvo a Benítez sin conocer la victoria como visitante en Mestalla, porque antes de su etapa en el club perdió con el Valladolid en 1995 y empató con el Extremadura en 1999.
Esta temporada, Benítez decidió regresar a España para hacerse cargo del Celta, con el que no ha tenido un buen arranque. De hecho, el conjunto vigués acumula nueve jornadas consecutivas sin ganar, después de obtener su primera victoria del curso en Almería (2-3). En Mestalla, los célticos se presentarán con la necesidad de sumar los tres puntos en juego para intentar salir de los puestos de descenso. Con seis internacionales todavía con sus selecciones, Benítez comenzará esta tarde a preparar el duelo contra uno de sus exequipos en los que dejó mayor huella. El madrileño vuelve a visitar un Mestalla que le añora y que en varias ocasiones ha deseado su regreso. Esta vez lo hará al frente del Celta, al que el Valencia aventaja en 11 puntos.
El entrenador más laureado con el equipo valenciano
Después de Liverpool, donde Rafa Benítez triunfó y es héroe y leyenda, Valencia quizás sea el segundo club en importancia en la carrera del entrenador madrileño. Después de conquistar dos Ligas y una Copa de la UEFA, Benítez se mantiene como el técnico más laureado del conjunto valenciano en sus casi ciento cinco años de historia. De ahí que mantenga todavía el cariño y el reconocimiento de la afición de Mestalla. Valencia, además, es la segunda plaza donde Benítez más partidos dirigió como entrenador. De los 1.114 encuentros que acumula en su larga carrera deportiva, 159 pertenecen a su etapa en el conjunto che. El Liverpool aparece como el primero, con 350. A continuación se encuentran el Newcastle con 146 y el Nápoles con 112. En el Real Madrid, donde se formó como jugador y técnico, solo dirigió 25 encuentros.