El Celta sumaba el lunes una nueva decepción después de adelantarse en el marcador con un gol de Douvikas y de que el árbitro anulase otro a Larsen. El proyecto del centenario ya genera dudas e incertidumbre en un celtismo que con la llegada de Rafa Benítez esperaba disfrutar de una temporada plácida e ilusionante. Después de ocho jornadas de liga, el Celta se sitúa a la cola de la clasificación con 5 puntos de los 24 que se han disputado. Además, no gana en Balaídos desde la clausura del curso pasado, ante el Barcelona, que le garantizó la permanencia en la máxima categoría en el último instante.
A punto de cumplirse el primer cuarto del campeonato, el Celta no acaba de entender que los partidos duran hora y media sin contar el tiempo extra que les acerca ya a los cien minutos. Y en esos momentos crepusculares del juego es cuando los célticos exhiben su peor imagen.
Este declive en su fiabilidad se refleja en los datos, pues de los 13 goles encajados por el equipo que entrena Rafa Benítez 7 se produjeron a partir del minuto 80. Además de los dos del lunes de Las Palmas, llegaron también los tres del Barcelona en Montjuïc y los del Real Madrid y el Mallorca en Balaídos.
¿Quién tiene la culpa del fatal arranque de temporada del Celta?
La credibilidad del proyecto Benítez
Esa debilidad lleva inexorablemente a la pérdida de puntos. Hasta ocho se han quedado atrás mientras los célticos enfocaban la recta final de sus últimos compromisos. Ningún otro equipo de la LaLiga es tan generoso con los rivales como los celestes, que se muestran contumaces a pesar de los propósitos de enmienda que surgen desde el vestuario tras cada tropiezo. Los defectos continúan sin corregirse.
El proyecto de Benítez comienza a perder credibilidad y la falta de confianza también se proyecta en sus últimas actuaciones ante el Alavés y la UD Las Palmas, dos de los recién ascendidos a la máxima categoría. Este Celta se muestra más débil ante sus pares –con los que se jugará la permanencia– que frente a los poderosos: tuvo opciones de ganar al Real Madrid, al Barcelona y a la Real Sociedad (tres equipos de la Champions) y empequeñeció ante rivales directos como Osasuna, Alavés y Las Palmas. Su única victoria, ante el Almería, llegó en los minutos finales, después de dejar escapar una ventaja de dos goles, de Núñez y de Strand Larsen.
El lunes, la expedición del Celta abandonó Las Palmas con “muy malas sensaciones”, como reconoció Tasos Douvikas, autor del gol céltico que no serviría para nada porque a partir del minuto 83 el equipo que dirige Rafa Benítez entró en pánico de nuevo y regaló los tres puntos que tenía en la mano.
“Tenemos que juntarnos más que nunca, trabajar duro y pensar en el siguiente partido contra el Getafe. De nuestros pequeños errores el rival está sacando mucha ventaja, y a nosotros nos está costando meter esas ocasiones que estamos generando”, explicaba Iván Villar tras caer en Gran Canaria. “No merecimos perder, pero esto nos hará más fuertes. Tenemos que seguir, tenemos un partido importante este fin de semana y tenemos que centrarnos en él”, apelaba Douvikas. Carlos Dotor, que estrenó titularidad ante la baja de Luca de la Torre por sanción, también se sumó a la autocrítica: “No supimos matar el partido, hemos perdido balones que no tenemos que perder”.
Con la derrota del lunes en Las Palmas, Benítez iguala a Carlos Aimar como el entrenador con el peor arranque del Celta en Liga en las cuatro últimas décadas. El técnico madrileño y el argentino llegaron a la octava jornada de liga con 5 puntos. Aimar fue destituido en 1995. Benítez tiene crédito en el club después de firmar por tres temporadas, pero nada es infinito.
Seis jornadas sin agotar los cambios
Rafa Benítez lleva seis jornadas sin agotar los cambios, cuando siete de los ocho partidos que ha dirigido al Celta en LaLiga se decidieron en los últimos minutos. Al entrenador madrileño le cuesta tomar decisiones sobre la marcha para intentar cambiar el rumbo del juego. Le salió bien en Almería, donde Williot Swedberg anotó el gol de la victoria en el minuto 87, un cuarto de hora después de sustituir a Larsen. El lunes ante la UD Las Palmas, Benítez se plantó en tres cambios, después de que el delantero sueco y Hugo Sotelo reemplazasen a Larsen y a Beltrán en el minuto 88. El rival, en cambio, remontó el marcador después de que García Pimienta diese entrada en el campo a Marc Carmona y a Jonathan Viera. El delantero catalán provocó el penalti que transformó el canario y ambos se fabricaron la jugada del segundo, con el que los amarillos consiguieron los tres puntos. Desde su llegada a Vigo, Benítez ha ido reduciendo los cambios en la segunda parte. En las dos primeras jornadas los agotó, mientras que en la tercera y en la octava no pasó de tres movimientos. En cuatro se quedó en el resto de citas. El lunes, muchos jugadores mostraban fatiga después de encadenar tres partidos en una semana, pero Benítez no vio conveniente apostar por más jugadores de refresco.