Pontevedra B 0
Carlos García (Pedro Ares, min 90), Alejandro Pacheco (Román Moldes, min 78), Sergio Abal, Pablo Arnosi, Santiago Garrido, Pedro Espiña (Jacobo López, min 78), Manuel Rancaño, José Antonio Otero, Iker Arango, Bernardo Rodríguez, Fabio Grajales (Gonzalo Álvarez, min 63).
Celta C Gran peña 2
Alejandro Vila; Óscar Tarensi (Alejandro González, min 57), Javier Piay, Mario Cantero, José Rivera, David de la Iglesia, Alejandro Millán, Vicente de Andrade, Hugo Losada (Robert Carril, min 69), Roi Tato (Victorio Reclusa, min 78), Diego Rodríguez.
Goles: 0-1, min 29: Roi Tato; 0-2, min 83: José Rivera. Árbitro: Rodrigo García, asistido por Pablo Bustabad y David García. Amonestó a los locales Arnosi, Rancaño y Abal, y a los visitantes De Andrade, Tato y Cantero. Mostró roja directa al jugador del Celta Gran Peña Adrián Aguiar en el minuto 86. Incidencias: Cuarta jornada del grupo I de Tercera RFEF. Partido disputado en el Campo Municipal de A Seca, en Poio.
Está cogiendo velocidad de crucero el Celta C Gran Peña, que continúa invicto. El cuadro que dirige Fredi Álvarez, tras encadenar dos empates contra Sarriana (2-2) y Arosa (0-0), ahora hace lo propio con dos victorias. A la de la semana pasada contra el Bergantiños por 3-2 se une ahora la cosechada en A Seca, ante el Pontevedra B.
Están sabiendo adaptarse los jóvenes del tercer equipo céltico a las diferentes condiciones de sus adversarios. Supieron neutralizar al Arosa, uno de los favoritos, y a otro conjunto tan cuajado como el Bergantiños. Ayer tocaba medirse a un equipo de muy distinto fuste, tan desprejuiciado y alegre en teoría como ellos. Y en esta ocasión fueron los de Fredi los que aprovecharon su mayor poso.
Roita Tato abrió el marcador justo antes de que se cumpliese la media hora, haciendo justicia a los méritos contraídos hasta entonces. El Celta C Gran Peña pudo gestionar a partir de ahí esa ventaja, aunque la mínima diferencia llenó de incertidumbre el partido durante prácticamente la hora siguiente, sin que el juego llegase a decantarse claramente.
Fui José Rivera el que amplió el marcador a favor de los célticos en el minuto 83, en una acción que supuso la sentencia justo a tiempo. Porque poco después enfilaba el túnel de vestuarios Adrián Aguiar, expulsado con roja directa. Los dos goles de diferencia impidieron cualquier atisbo de nerviosismo en los vigueses, que se fueron a dormir en la segunda posición de la tabla a expensas de lo que suceda hoy.