En el minuto 80, el Celta acariciaba otra victoria heroica ante el Barcelona con dos extraordinarios goles de Larsen y de Douvikas, fruto del enorme partido al contraataque que Rafa Benítez le había planteado a Xavi Hernández para desactivar el poderío ofensivo del vigente campeón de LaLiga. Pero en siete minutos fatídicos, los azulgrana aprovecharon los desajustes defensivos propios del cansancio de los celestes para voltear el marcador y llevarse los tres puntos en juego. Mingueza incluso tuvo la última ocasión del partido para que acabase en tablas, pero la efectividad de Barcelona fue superior. Generó cuatro y hizo tres goles. El Celta tuvo seis o siete y solo acertó dos. Una vez más, los de Benítez desperdiciaban una gran ocasión para alejarse de los últimos lugares de la clasificación. Con esta dolorosa derrota en Montjuic, el conjunto vigués afrontará el jueves la visita del Alavés en Balaídos con una mayor presión de la esperada.

Las visitas al Barça nunca resultaron fáciles para un Celta que solo ha sumado tres victorias en LaLiga como visitante ante el conjunto culé. Ayer, los de Benítez acudían al estadio olímpico barcelonés (sede provisional mientras se reforma el Camp Nou) con las dudas lógicas que generaba su escasa pegada y porque les esperaba un rival que venía de golear al Betis y al Amberes en ese mismo escenario, donde no había encajado ningún gol en contra.

Pero el fútbol es un deporte de sorpresas continuas. Y ayer el Celta sorprendió al Barcelona con el mismo once que cayó ante el Mallorca, aunque con la variante de situar en punta a Aspas y a Larsen para que Bamba se moviera por el costado derecho y De la Torre, por el izquierdo.

Plantado en su campo y acumulando mucha gente por dentro, el Celta consiguió desactivar a Gundogan, a Frank de Jong, a Lewandowski, a Ferrán y a Joâo Félix. Supo cerrar todos los espacios y moverse con rapidez y fluidez para montar contraataques con los que generaron mucho peligro a Ter Stegen.

Así llegó el primer gol. A los 17 minutos, Beltrán neutralizó el balón en campo rival, buscó a De la Torre, que pudo asistir a Larsen antes de que Kounde le entrase en falta. El noruego, escorado a la izquierda, buscó el palo largo y con un lanzamiento cruzado superó al portero alemán.

El plan de Benítez estaba saliendo a la perfección y su equipo continuaba generando más peligro con Aspas, Bamba y un Larsen excelso en todas las facetas del juego. El Celta demostraba una vez más que tenía más fútbol que puntos en la clasificación, pero en esta ocasión esperaba hacerse con todo el botín en juego.

Joâo Félix y Marcos Alonso lo intentaban para el Barça con acciones individuales o con lanzamientos lejanos. Nada que inquietase a Iván Villar, mientras que Ter Stegen tenía que afrontar más situaciones comprometidas de las esperadas y exhibir sus reflejos para evitar que un remate de cabeza de Larsen ampliase la ventaja de los célticos en el marcador al filo del descanso.

Xavi se desesperaba por la incapacidad de sus jugadores ante un rival que mantenía el mismo guion y jugaba con mucho orden en defensa y sorprendía con rápidas acciones de ataque en las que Óscar Mingueza era una pesadilla por la banda derecha, poniendo balones exquisitos a sus compañeros.

A la hora de partido, un error de Ristic en un pase dio a Ferran la oportunidad de empatar el partido, pero el valenciano envió fuera el balón cruzado. Los despistes y los desajustes podían matar a un Celta que continuó generando peligro en el área rival.

Superada esa hora de juego irrumpía en el campo Tasos Douvikas, en sustitución de Larsen. El delantero griego protagonizaba a continuación una pared con Bamba que el costamarfileño estuvo a punto de finalizar en gol. El Celta no se conformaba con defender su mínima renta y a los 76 minutos asestaba un golpe mortal al Barcelona. La jugada arranca con una sublime salida de balón desde el área en la que participan Mingueza, Beltrán y Bamba. Nadie rifa el balón a pesar de la presión del rival. Aspas aparece en el centro del campo para asistir en carrera a Douvikas, que gana el pulso al defensa y cruza la pelota con la izquierda para superar a Ter Stegen.

Con el 0-2, al Celta le quedaba un cuarto de hora para poder disfrutar de una victoria de las que tardan en olvidarse. Pero los de Benítez pagaron caro el esfuerzo de contener a un rival que había puesto todo su arsenal ofensivo en el campo para intentar derribar un muro infranqueable hasta ese momento.

Entonces emergió la figura de uno de los mejores goleadores europeos de la última década. El polaco Lewandoski aprovechó un pase de Joâo Félix a la espalda de los centrales para acortar distancias en el minuto 81. Cuatro minutos después, el polaco remataba en el área un pase atrás de Cancelo, que apareció por el costado derecho como un interior. El portugués hizo el tercero en el minuto 88 al aprovechar un centro de Gavi al segundo palo.

En siete minutos, el Celta había arruinado una actuación excelente en Montjuic. Larsen y Aspas asistían desolados desde el banquillo a una derrota que se consumó cuando los de Benítez perdieron el orden y la fuerza necesaria para frenar a un Barcelona que buscó la victoria para seguir peleando por el primer puesto de la clasificación. El Celta se había precipitado por una montaña rusa.