El videoarbitraje cumple su sexta temporada en LaLiga español con unos resultados poco esperanzadores para el Celta, que de momento se ha visto perjudicado por este sistema técnico en tres de los cinco últimos cursos. En el actual incluso empeora con respecto a otros años, pues después de cinco jornadas consumidas los célticos ya han visto cómo le anulaban un gol a Larsen y otro a Bamba, además de señalar un discutible penalti a Iván Villar y pasar por alto otra supuesta pena máxima sobre Bamba. Como apuntaba el entrenador céltico, Rafa Benítez, tras caer derrotado en casa ante el Mallorca, estos fallos del VAR no pueden servir de justificación a un equipo que ha comenzado la temporada con el pie cambiado y que ha sido incapaz de marcar en Balaídos.

Anotó dos tantos el equipo celeste en su campo en este arranque de curso, pero el árbitro los anuló a propuesta de la sala de videoarbitraje tras revisar las múltiples imágenes de las jugadas. En ambas ocasiones, la decisión arbitral impidió que los de Benítez se adelantasen en el marcador ante el Real Madrid y el Mallorca, que acabarían llevándose los tres puntos con goles de Jude Bellingham y de Vedat Muriqi.

Estas decisiones desfavorables del viodearbitraje son más habituales de lo deseado por los célticos, que desde que el VAR se implantó en la temporada 2018-19 se han visto perjudicados en tres de los últimos ejercicios. En ese primer curso, el Celta casi salió empatado con la nueva tecnología, ya que las decisiones tomadas le mantendrían con los mismos puntos en la clasificación general (41), aunque mejoraría un puesto en la table (finalizó 17º).

En la temporada 19/20 la actuación del VAR resultó muy positiva para el conjunto celeste, no por las ganancias en puntos que le supuso sino por las consecuencias que acarrearía de no disponer del punto que le concedió de más. Sumó 37 y con unos menos el Leganés se fue a Segunda División.

En el curso 20/21, el videorbitraje no supuso ni pérdidas ni ganancias para el Celta, que finalizó la temporada en el mismo puesto y con los mismos puntos con y sin VAR (octavo, con 53 puntos).

Los peores registros del videoarbitraje con el Celta llegaron en la temporada siguiente, en la que el equipo entrenado entonces por Eduardo Coudet podía haber cerrado una mejor actuación: fue undécimo, con 46, pero hubiese ascendido tres puestos y otros tantos puntos si no se hubiese visto perjudicado por las decisiones del VAR.

Esa sangría se redujo el pasado curso, pues el videoarbitraje solamente le restó dos puntos al Celta, que con 45 se hubiese mantendio en el mismo puesto, decimotercero de la clasificación, que ocupó entonces con Carvalhal como técnico.

Con Benítez, el VAR no ha mejorado para el Celta. Es más, el equipo vigués no solo se vio perjudicado en los goles anulados a Larsen a Bamba sino también en otras decisiones tomadas por los colegiados ante el Real Madrid y el Mallorca. Ante el ahora primer clasificado, el árbitro señaló una pena máxima de Iván Villar sobre Rodrygo por arrollar el portero del delantero después de que el céltico despejase con los dedos de la mano el balón que conducía el brasileño.El domingo ante el Mallorca, Bamba reclamó una pena máxima por agarrón en el área de Dani Rodríguez. En ninguna de estas jugadas polémicas intervino el VAR.