El Celta Fortuna se atraganta con el postre

El Celta Fortuna encajó una dolorosa derrota en su segundo encuentro consecutivo en casa, un partido que, además, se le había puesto de cara a los locales en una primera mitad que dominaron por completo y en la que se adelantaron con un gol de Raúl Blanco. Sin embargo, en la segunda mitad el Cornellá apretó y el conjunto de Claudio Giráldez sufrió un notable bajón físico que le acabó costando los tres puntos.

El técnico del Celta Fortuna realizó apenas dos retoques respecto al conjunto que apenas siete días antes habían logrado el primer triunfo de la temporada. Uno era prácticamente obligado. La presencia de Hugo Sotelo en la convocatoria invitaba a pensar, como así fue, que el mediocentro, habitual esta campaña con el primer equipo, iba a tener plaza segura en el once inicial. La otra fue la inclusión de Tincho para ocupar el carril izquierdo en defensa, lo que provocó que Hugo Álvarez adelantase su posición habitual y llevó a Alfon a convertirse en la referencia ofensiva en detrimento de Pablo Durán.

Y de la mano, o mejor dicho de los pies, de Hugo Sotelo, el conjunto vigués saltó al césped dispuesto a mandar desde el primer minuto. Casi lo hace de forma literal en una falta lateral sacada por el propio Sotelo que Alfon no transformó en gol por culpe de una buena mano de Rubén Miño.

El filial céltico tenía la posesión del balón prácticamente en monopolio pero sin acabar de encontrar la forma de superar a un rival bien colocado y que, además, amenazaba con llevar mucho peligro en sus rápidas salidas al contragolpe.

Mediada la primera parte, Javi Rodríguez encontró el hueco para habilitar a Raú Blanco que, con su pierna derecha, disparó demasiado centrado. Giráldez, mientras, se veía obligado a realizar su primera modificación al tener que retirar del campo a Tincho dando entrada en su lugar a Joel López.

El Celta Fortuna estaba en su mejor momento. Había encontrado la movilidad y la rapidez en la circulación necesarias para descolocar la nutrida defensa local. Así llegó una buena combinación por banda derecha en la que Javi Rueda puso un buen balón atrás para Raúl Blanco. El capitán céltico tuvo tiempo para controlar y preparar su zurda. Incluso para elegir. No falló. Escogió la escuadra y allí fue el balón.

El gol local enloqueció el partido. Alfon pudo incrementar la renta apenas un instante después pero el asistente levantó la bandera por posición ilegal del atacante céltico cuando ya enviaba el balón de nuevo al fondo de la portería.

El Cornellá, por su parte, tuvo también el empate. Fue con su formula habitual en estos primeros cuarenta y cinco minutos. Marc Tenas peinó un balón largo y Clau Mendes ganó la carrera y el cuerpeo a Javi Domínguez, sacándose de la manga un decisivo recorte dentro del área. Sin embargo, cuando tenía todo a su favor para marcar, disparó fuera.

El susto sirvió para que el filial apostase por volver a bajar el ritmo del partido a través de posesiones largas aunque, antes, aún tuvo otra buena oportunidad en un servicio de tacón de Alfon para Sotelo, que éste finalizó con un remate que detuvo sin muchos apuros Rubén Miño.

La reanudación del partido tras el paso por vestuarios mostró a un Cornellá con una mayor intención ofensiva, adelantando varios metros su posición en el campo e intentando, ahora sí, disputar la posesión del balón a los locales.

De hecho, los visitantes pudieron igualar el choque al poco de iniciarse la segunda mitad, en un balón largo que acabó cayendo en la frontal en los pies de Canario, quien no se lo pensó un segundo y conectó un peligrosísimo disparo que se estrelló en el palo de la portería de Coke Carrillo.

El Celta Fortuna ya no tenía la pelota pero, lo más preocupante, tampoco tenía frescura. Ni con los cambios logró oxigenar Giráldez a su equipo ni variar la dinámica de un partido que se estaba complicando.

Las malas sensaciones las agudizó Mamor al recoger un balón en la frontal del área y sacar un disparo raso que se convirtió en el empate a menos de diez minutos para el final del tiempo reglamentario.

El tanto recibido pareció despertar a los vigueses, que dieron un paso adelante y volvieron a hacerse con el balón. El Celta Fortuna quería mandar de nuevo y se dispuso a buscar la portería rival. Sin embargo, un balón perdido por Javi Rueda ya en el tiempo de prolongación permitió a Clau Mendez mostrar una vez más su velocidad y potencia. Cualidades a las que en esta ocasión sí unió la precisión en un zurdazo muy parecido al de Mamor y que, además, obtuvo el mismo premio para consumar la derrota céltica.