El Celta inicia la vida sin Antonio Chaves

La marcha del hombre fuerte de Carlos Mouriño abre un periodo de incertidumbre en todas las parcelas del club - Luis Campos se enteró el domingo de su marcha por boca del ejecutivo y decidirá si sigue en una próxima reunión con el club

Antonio Chaves, Luis Campos y Juan Carlos Calero, en el palco de Balaídos durante un partido  del Celta.   | // RICARDO GROBAS

Antonio Chaves, Luis Campos y Juan Carlos Calero, en el palco de Balaídos durante un partido del Celta. | // RICARDO GROBAS / j. bernardo

El Celta vivió ayer su primer día sin Antonio Chaves, mano derecha de Carlos Mouriño y factótum del actual modelo de club con pleno poder en todas las parcelas desde hace 16 años. La marcha del director grovense cierra un ciclo de tres lustros marcado por la estabilidad económica y la consolidación del equipo en LaLiga y abre una nueva etapa en el club bajo la tutela de Marian Mouriño, que asumirá las funciones de Chaves mientras se busca un nuevo director general y se completa la etapa de transición y traspaso de poderes que debe concluir en los próximos meses, seguramente a finales de este año, cuando la hija de Mouriño tome el relevo de su padre en la presidencia de la entidad.

La abrupta marcha de Chaves, quien hace unos días comunicó al club una decisión largamente meditada, presenta múltiples interrogantes y abre un periodo de incertidumbre sobre el futuro inmediato de la entidad celeste a escasas fechas de cumplirse su centenario. El de O Grove lo controlaba todo en el club, no se movía un papel sin su autorización, y se va con demasiados frentes abiertos, sin un periodo de transición para su relevo. Su salida será efectiva de forma inmediata. No habrá traspaso de poderes. Ayer se pasó por A Sede de Príncipe para despedirse y recoger algunas cosas, pero ya no va a aconsejar ni participar en la toma de decisiones, que son muchas y de diversa índole. Aunque estará a disposición del club si se le requiere algún tipo de ayuda.

Se busca director general

La primera y más urgente tarea que tiene por delante Marian Mouriño es encontrar un sustituto para Chaves que asuma el poder ejecutivo en el Celta. El grovense ha dejado muy alto el listón en lo económico, con una gestión brillante tras superar con éxito un proceloso concurso de acreedores, y con altibajos en lo deportivo, donde su influencia y capacidad de decisión eran también casi absolutas. El nuevo director general será ya un hombre de Marian Mouriño, la nueva mandamás celeste, que asume la dirección del club con la idea de dejar su propia impronta, aportando savia nueva a los órganos directivos de la entidad. El club busca a contrarreloj un nuevo director general que asuma las competencias que desempeñaba Chaves. No ha trascendido por el momento el nombre de un solo candidato.

Luis Campos, en el aire

La llegada de Luis Campos ha estado estrechamente vinculada a Antonio Chaves y la salida del grovense podría precipitar también la del asesor deportivo externo, al que resta un año más de contrato. Lo cierto es que la marcha del grovense ha pillado por sorpresa al gurú portugués. Chaves le comunicó la noticia el pasado domingo en Balaídos (Campos estuvo en el campo, pero no quiso ver el partido contra el Barcelona en el palco). El asesor deportivo no se lo esperaba y se quedó descolocado. El exdirector general fue su gran valedor, el hombre que lo convenció para firmar con el Celta, y su marcha modifica su relación con el club.

El Celta cuenta con que Luis Campos, pese al decepcionante rendimiento de su primer proyecto, cumpla su contrato, pero no descarta la posibilidad de que no siga. Ambas partes han quedado en reunirse esta semana para tomar una decisión. Si Campos sigue, le espera otra profunda remodelación de la plantilla a las órdenes de un nuevo director general. Si no continúa, el Celta tendrá que buscar a contrarreloj un nuevo director deportivo que diseñe el proyecto del centenario. Queda por ver si en el caso de salir Campos, dejaría también el club Juan Carlos Calero, hombre de confianza del luso y peso pesado de la actual secretaría técnica celeste.

Carvalhal, sentenciado

El primer paso en la reestructuración de la plantilla será el fichaje de un nuevo entrenador. Pese a contar con el aval de Campos y estar bien visto en el plantel, el Celta ha decidido separar su camino del entrenador de Braga. La decisión estaba tomada desde hace semanas con independencia de si el club se salvaba. El club ya estuvo a punto de despedir a Carvalhal hace mes y medio, cuando el equipo se desplomó con la permanencia a tiro. Chaves quería un técnico de urgencia capaz de lograr esa victoria que tanto necesitaba el equipo, pero Campos frenó el despido de su compatriota. El apoyo de la plantilla, que respaldaba al portugués, frenó su destitución, pero las horas del bracarense en el Celta estaban ya contadas. Se espera que el Celta haga oficial su despido en los próximos días y se abra el pistoletazo de salida para la contratación de un nuevo técnico.

Candidatos al banquillo

Aunque nada hay de momento cerrado pendiente de la reunión que se prevé celebrar a lo largo de esta semana con Luis Campos, el Celta ya ha sondeado a posibles sustitutos de Carlos Carvalhal. Uno de los nombres que sonaba con fuerza era el de Francisco Javier García Pimienta, responsable del reciente ascenso a Primera División de la UD Las Palmas, ya descartado al confirmar ayer su renovación con el equipo canario . Otro es Andoni Iraola, cuyas dos últimas temporadas en el Rayo Vallecano le han convertido en uno de los técnicos revelación de LaLiga.

Reconstrucción del plantel

Una temporada más, el Celta se enfrenta a una profunda remodelación de la plantilla y tiene que hacer a contrarreloj –los jugadores han sido citados el próximo 3 de julio para iniciar la pretemporada en la ciudad deportiva– un buen número de fichajes, además de decidir el futuro de los cedidos a otros equipos que pueden regresar el próximo curso y los jugadores a préstamo que no van a seguir, entre otras cuestiones.

Algunas decisiones ya estaban tomadas. Mallo dejará el Celta por voluntad propia y el club no renovará el contrato de Solari. Tampoco seguirán Óscar Rodríguez, ni Seferovic, que volverán a sus equipos de origen tras concluir sus cesiones. El club preveía abordar la ampliación de contrato de Kevin Vázquez, pero el vacío de poder por la salida de Chaves va a demorar las conversaciones con el lateral nigranés. En cuanto a Carles Pérez, el club no pagará la opción de compra del catalán, pero está dispuesto a renegociar su adquisición a la baja y cuenta con que el jugador haga fuerza para que se pueda alcanzar un acuerdo.

Conjuntamente con el nuevo entrenador, la dirección deportiva debe decidir cuáles de los futbolistas que en la última temporada estuvieron cedidos a otros clubes (Rubén Blanco, Lobete, Fontán, Orbelín, Baeza, Carreira y Alfon) regresan al plantel, cuáles volverán a ser cedidos y a quiénes se pone en el mercado.

De los futbolistas con contrato en vigor se cuenta con Marchesín, Iván Villar Rubén Blanco, Aidoo, Unai, Mingueza, Carlos Domínguez, Galán, Tapia, Gabri, Beltrán, Swedberg, Luca, Cervi, Larsen, Aspas, Paciencia y Miguel. De esta lista habrá que descontar futuras ventas (Veiga seguro y posiblemente también Aidoo o Galán), además de lo que el Celta ponga en el escaparate (Paciencia).

Entre las decisiones que se deben tomar figuran también si pasan al primer equipo o rescinden el contrato de jugadores del filial como Fernando Medrano, Sergio Barcia o Iker Losada y qué jugadores del B estarán a caballo entre el primer y el segundo equipo, de los que el redondelano Miguel Rodríguez es el caso más claro.

Sin interlocutor

Un problema añadido es que la salida de Antonio Chaves ha dejado al Celta sin interlocutor frente a las agencias de representación de futbolistas. Conviene no olvidar el enorme peso que el ejecutivo grovense ha tenido desde su llegada al club en la negociación de los fichajes. Era él el que llevaba el peso de las negociaciones (circunstancia que incluso se incrementó tras la llegada de Luis Campos) y el encargado de cerrarlas, con frecuencia tras estirar al máximo la cuerda. El nuevo director general debe asumir esa función, pero entre tanto el tiempo corre.

Directores de área

La marcha de Antonio Chaves no va a afectar, al menos de momento, a las funciones de los diferentes directores de área del Celta, que se mantendrán en sus respectivos puestos. Así se lo comunicó el presidente Mouriño durante una reunión celebrada en la tarde del martes en A Sede, horas antes de anunciarse la renuncia del grovense.

Campaña de abonados

Una de las prioridades del Celta tras la decepcionante temporada felizmente cerrada el pasado domingo con la victoria ante el Barcelona es recomponer su deteriorada relación con el celtismo, agravada en los últimos meses por los malos resultados del equipo, la deficiente política de comunicación y la falta empatía de la entidad hacia los aficionados. La nueva campaña de abonados será el principal reclamo de la política de acercamiento al socio que el club se propone restaurar. El éxito de la última (obra de Raúl Rivas, que ya no está en el club) debería ser el punto de referencia, con precios asequibles y otras ventajas para recuperar masa social. El impulso del último partido, con un ambiente de los que hacen afición, y la celebración del centenario son buenos puntos de partida para sacarla a la luz cuanto antes, pero el vacío de poder va a retrasar los planes del club también en este punto.

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