El valor de A Madroa

Veiga y Carlos Domínguez fueron protagonistas del Celta en el día decisivo | El porriñés apunta a traspaso récord; el vigués, a asentarse en el primer equipo

Gabri Veiga y Carlos Domínguez durante el partido contra el Barça.

Gabri Veiga y Carlos Domínguez durante el partido contra el Barça. / MIGUEL VIDAL

La cantera del Celta vive momentos brillantes, teniendo en cuenta además que el filial se encuentra a tres partidos de lograr el ascenso a Segunda División. De los jóvenes valores que surgieron de la ciudad deportiva de A Madroa continúa nutriéndose el primer equipo, que en el partido decisivo ante el Barcelona contó con tres representantes de la escuela local en el once titular de Carlos Carvalhal: Iván Villar, Carlos Domínguez y Gabri Veiga. Ellos forman parte de la nueva generación de futbolistas que viene a relevar a figuras como Hugo Mallo o Iago Aspas, ya en el ocaso de su carrera. El defensa central y el centrocampista coincidieron en el filial y ahora en el primer equipo. El domingo pudo ser su último partido juntos. Veiga afronta un traspaso multimillonario seguramente al fútbol inglés, mientras que Domínguez busca su consolidación en el primer equipo vigués.

Ambos canteranos salieron victoriosos de un partido de gran trascendencia para el club, pero también para sus incipientes carreras deportivas. Salvaron la prueba con una nota alta: sobresaliente Veiga por los dos goles de la victoria céltica; notable Domínguez por su labor defensiva ante referencias mundiales como Lewandowski, Rafinha, Dembélé o Ansu Fati. En una situación límite, ambos canteranos respondieron como veteranos y contribuyeron a que el Celta salvase una situación límite que amenazaba con romper una racha de once temporadas consecutivas en Primera División.

Sus trayectorias en el Celta han sido transversales en el primer equipo. El centrocampista de Porriño alcanzó el mayor protagonismo con la llegada de Carvalhal, con quien el zaguero vigués solo apareció en dos ocasiones: jugó 16 minutos en la victoria en casa ante el Valladolid y el partido completo frente al Barcelona. Con el minuto que le concedió Coudet en la visita a Girona, Carlos Domínguez cerró este curso con 117 minutos en el primer equipo, que alternó con el filial cuando el calendario le permitía compatibilizar ambas funciones.

Fueron menos de la mitad de los minutos que Domínguez disfrutó el curso pasado (341 en ocho actuaciones) con un Coudet a quien le costó incluir en el once titular del Celta a un Gabri Veiga con mucho potencial ya entonces. Carvalhal, por su parte, insistía en que el defensa canterano era uno más de la primera plantilla, a pesar de contar con ficha del Celta B, pero esperó a la última jornada para darle la oportunidad que se merecía.

Aidoo y Tapia

La baja de Aidoo por lesión daba opciones al canterano vigués, pero en esos casos el técnico portugués apostaba últimamente por retrasar a Renato Tapia al eje de la defensa. El peruano, sin embargo, sufrió la presión de la semana decisiva. El propio jugador reconoció tras la victoria ante el Barça que tuvo que recibir asistencia médica en los días previos al último compromiso de Liga como consecuencia de la presión que sufría el equipo al verse involucrado en la pelea por el descenso de categoría: “Exploté y terminé en el hospital”, dijo Tapia.

Ese incidente llevó a Carvalhal a cambiar de planes: dejó al internacional peruano en el banquillo y le dio la titularidad a un Carlos Domínguez que pronto superó los nervios iniciales del partido ante el Barça para realizar una buena actuación, tanto en el achique como en la salida de balón.

Veiga, por su parte, recuperó su mejor versión, la que antes del último parón liguero le llevó a convertirse en una de las revelaciones de la Liga y en uno de los jóvenes talentos más destacado de Europa. Además de su fortaleza física, el porriñés aportó los goles que necesitaba el Celta para no tener que depender del Getafe para mantenerse en la máxima categoría. El joven canterano buscó la portería de Ter Stegen en varias ocasiones hasta que en el minuto 41 enganchó un tiro cruzado al segundo palo al que no llegó el portero alemán. Para culminar su estelar actuación, Veiga se encontró con la fortuna en un centro al área barcelonista que acabó en por convertirse en su undécimo gol y llevaba la tranquilidad a Balaídos. Una vez más, el Celta aprovechaba el valor de la cantera de A Madroa para resolver una situación complicada, como cuando Aspas se estrenó con dos goles al Alavés para evitar el descenso a Segunda B.