Antonio Chaves, mano derecha de Mouriño, se marcha del Celta tras quince años

El director general, el directivo que más poder ha acumulado durante la última era, sale del club: "Vaia a onde vaia, sempre agradecido"

Antonio Chaves, director general del Celta, junto a Carlos Mouriño en 2019

Antonio Chaves, director general del Celta, junto a Carlos Mouriño en 2019 / Alba Villar

El Celta acaba de anunciar la marcha de Antonio Chaves, director general del club. El abogado, mano derecha de Carlos Mouriño durante buena parte de su presidencia, abandona por sorpresa la entidad viguesa tras quince años vinculado a la misma. Durante todo este tiempo fue el ejecutivo que más poder acumuló en el seno del club.

La noticia ha saltado poco antes de las nueve de la noche de este martes, menos de 48 horas después de que el equipo lograse otra permanencia agónica en la última jornada. Sus palabras de despedida han sido en gallego y en un emotivo vídeo publicado por el club en sus redes sociales: "Despois de 15 anos de loita, identidade e afouteza, chegou o momento de estar coa familia. Grazas por todo e por tanto. Sentinme sempre moi apoiado. Onde estea, sempre agradecido e sempre Celta".

Antonio Chaves (O Grove, 1978), llegó al Celta en uno de los momentos más complicados en la historia del club. El letrado, con apenas 30 años, asumió la dirección general del club en 2008 y lideró la gestión del proceso concursal, que él mismo abrió. Sin embargo, su vinculación a la entidad celeste viene de más atrás. Desde Garrigues, el bufete de abogados del que era socio, ya había trabajado como encargado de los servicios jurídicos.

De corazón celtista y siempre de la mano del presidente, durante mucho tiempo se pensó que él podría alcanzar el máximo cargo el día que Carlos Mouriño decidiese dar un paso a un lado, una opción que él mismo nunca contempló. Desde una posición alejada de los focos, su implicación en la dirección del Celta fue absoluta. Sumando tanto aciertos como errores en el ámbito deportivo, durante su gestión se produjeron grandes hitos que quedarán para siempre en las páginas de la historia celeste. Desde la reconversión de la filosofía del club y la apuesta por la cantera al ascenso de 2012 y por supuesto, las dos semifinales de Copa del Rey y la semifinal de Europa League. Su marcha, a pocas semanas de que el club cumpla cien años, pone fin a una era.

Su salida deja un asiento vacío en la cúpula del club y un nuevo quebradero de cabeza a Carlos Mouriño de cara a este verano en el que, por lo de pronto, tendrá que afrontar la contratación de un nuevo entrenador ante la inminente salida de Carlos Carvalhal y la reconstrucción de una plantilla que aspire a algo más que a una permanencia sobre la bocina.