Cuando Amancio pidió el cambio

Miembros del Celta de 1973 que se salvó goleando al Real Madrid señalan la intensidad como clave

Charlamos con los miembros del Celta de 1973 que se salvó goleando al Real Madrid

Para ver este vídeo suscríbete a Faro de Vigo o inicia sesión si ya eres suscriptor

Suscríbete

¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí

Ricardo Grobas / Pedro Fernández

Armando Álvarez

Armando Álvarez

El fútbol, en su eterno retorno, vuelve a situar al Celta en un trance conocido. El equipo ya se ha jugado la permanencia en Primera División en la última jornada y ante un grande en ocasiones anteriores. Sucedió en 1995, con Gudelj liderando la goleada sobre el Real Madrid campeón de Capello. Y en 1973, también ante el cuadro blanco. Miembros de aquella plantilla, aunque consignan las diferencias entre épocas, coinciden en resaltar la intensidad como elemento clave ante el Barcelona. Esa fue la fórmula que aplicaron de manera exitosa aquel 20 de mayo.

Vuelven a reunirse en Balaídos, aunque en realidad se frecuentan en la Agrupación de Antiguos Jugadores y en la vida. Medio siglo no ha menguado un ápice su amistad. Manolo, Juan Fernández, Rodilla, Lezcano, Jesús Sánchez y Waldo Otero intercambian abrazos y bromas sobre el césped de su dolor y de su gloria.

–No arrastres los pies, Lezcano, que estropeas el campo.

Es una generación con juego y alma. Manolo ya había liderado el ascenso de 1969 que puso fin a la década ominosa del Celta. Irían llegando Lezcano, Juan Fernández y Rodilla, que en 1971 firmaron la clasificación para la UEFA. En 1972 el club fichó del Barakaldo a Sánchez. Waldo pasó justo ese año del Gran Peña, que hoy preside, al primer equipo.

“Veníamos de unas temporadas muy buenas pero de repente te ves metido en problemas y nos la tuvimos que jugar contra el Real Madrid”, recuerda Manolo. La directiva, que presidía Rodrigo Alonso Fariña, decidió destituir a Dellacha y recurrió a Aretio. La reacción, sobre todo en casa con victorias sobre Deportivo y Oviedo, alentó la esperanza. La derrota en Heliópolis ante el Betis, rival directo, enredó las cuentas. La salvación exigía el triunfo sobre el Real Madrid de Miguel Muñoz, ya descolgado de la pelea por el título.

Aretio preparó aquel partido de manera meticulosa. “Nos concentramos en Baiona desde el jueves”, menciona Waldo. Juan confiesa que en Vigo “el ambiente era pesimista. Pero después la gente cambia, llega a Balaídos y está con el equipo a muerte”, recuerda y pronostica en el bucle temporal: “Y es cuando el jugador tiene que responderle a la afición”.

Página de FARO del triunfo sobre el Real Madrid.

Página de FARO del triunfo sobre el Real Madrid. / Armando Álvarez

La actitud prevaleció sobre la táctica aquella tarde e igual proponen para el anochecer del domingo. “El Celta tiene que demostrar que le va la vida en ello”, demanda Rodilla, miembro del actual consejo de administración. “Hay que meter la pierna y correr muchísimo más que ellos. Si sucede, ellos se relajarán, pensando en las vacaciones”.

Así sucedió contra el Real Madrid. “Salimos con muchas ganas, a muerte. Gracias al esfuerzo que hicimos todos y la ayuda de la afición sacamos el partido adelante”, argumenta Manolo. “Espero que el domingo pase otro tanto. Creo que cada jugador dará lo que pueda. Es impepinable. Y así saldremos del apuro”.

Cuenta Lezcano que una vez coincidieron en el aeropuerto con el Atlético de Panadero Díaz, Ratón Ayala, Quique...

–Mira que sois feos –le espetó Lezcano a Díaz.

–Anda que vosotros.

“Eramos el equipo más feo de la Liga”, admite ahora, entre carcajadas, el pequeño gran paraguayo. La fealdad, como postura futbolística,también se esgrimió contra los apolíneos merengues. La narración incluye lo que se cuenta, lo que se insinúa y lo que se calla; las advertencias proferidas en el túnel de vestuarios y el roce de los tacos. Muñoz había alineado a sus estrellas: Zoco, Amancio, Pirri, Grosso, Velázquez... Amancio solo aguantó veinte minutos sobre aquel campo embarrado. Se paró en la banda de Tribuna y alzó la mano pidiendo el cambio. Se fue cojeando. “Rayamos la agresividad. Manolo intervino en muchas de esas. Salió Macanás, una figura en ciernes, con la ilusión de un chaval joven, y fue mejor que no hubiese salido. ¡Lo que recibió! Te juegas mucho dinero, mucho prestigio, ves una ciudad que está contigo”, disculpa Sánchez.

La escenificación del fútbol ha cambiado. Cuarenta cámaras vigilan esas corrientes subterráneas. Pero la esencia se mantiene. “A estos equipos grandes no los puedes dejar jugar o te marean”, sostiene Lezcano sobre el Barcelona. “Hay que estar encima y hacérselo incómodo”.

A ellos les funcionó. “El equipo marcó pronto, se vino arriba y el público también”, resume Waldo. Touriño en propia meta, en el minuto 13, abrió la cuenta. Jiménez en el 25 y Doblas en el 34 la completaron. Jiménez incluso falló un penalti: “Arrollaron materialmente al Real Madrid”, afirmaba la crónica de Manuel Varela. “El celtismo vivió una apoteósica jornada”.

Es lo que estos próceres anhelan que se repita. Rodilla observa Marcador: “La presión será fuerte sobre el Barcelona”. Juan acepta: “Los veo un poco nerviosos. Tienen que aparcar ese sentimiento y no dar un balón por perdido. Vamos a quedarnos otra vez en Primera”. Ellos no siempre lo consiguieron. Entre 1975 y 1982, cuando se retiró Manolo, vivieron en un constante sube y baja. Pero jamás se rindieron. “Suceda lo que suceda, siempre habrá que seguir peleando”, conviene Sánchez. “Pero hay que vivir el presente. Y tener la confianza de nos vamos a quedar”.

[object Object]

La Agrupación de Antiguos Jugadores del Real Club Celta de Vigo ha elaborado un comunicado público de apoyo al equipo. “Siendo conscientes de la transcendencia del partido del próximo domingo, esta agrupación quiere solicitar una vez más el apoyo incondicional de la afición para solventar la delicada situación por la que atravesamos”, argumentan. “Tenemos que aferrarnos a dos palabras de nuestro himno, Afouteza e Corazón, para lograr con nuestro ánimo colocar a nuestro club en el lugar que por historia le corresponde”.

Dirigéndose directamente a los hinchas, afirman: “A vosotros os pedimos ánimo, pero a nuestros compañeros les exigimos entrega, fuerza, orgullo y amor a los colores. Estamos seguros que seguirán estas premisas y con la simbiosis de la afición lograremos nuestro objetivo. Solamente nos resta decir: Hala Celta, Hala Celta”.

Suscríbete para seguir leyendo