El doblete ante el Valladolid hace una semana ha convertido a Theo Bongonda en uno de los favoritos de la afición del Cádiz, que mañana recibe al Celta, en el Nuevo Mirandilla (19:00 horas, Movistar LaLiga), en uno de los duelos directos por la permanencia que deparará la penúltima jornada del campeonato. El atacante belga de origen congoleño será una de las principales amenazas para el conjunto celeste, al que perteneció durante dos temporadas y media entre 2015 y 2017.
Entonces, un Bongonda de apenas 20 años no encajó en una plantilla celeste que le obligó a pelear por la titularidad con Nolito primero y con Pione Sisto después.
De regreso a su país tras un efímero paso por el Trabzonspor de Turquía, el atacante zurdo mezcló un gran rendimiento con momentos de mucha irregularidad en el Genk, que el verano pasado lo traspasó al Cádiz por 2+1 millones de euros (según objetivos).
Al presentarse en agosto pasado en Cádiz, Bongonda quiso aclarar que había cambiado, que ya no era el mismo futbolista inconsistente que se marchó del Celta dejando unos discretos registros: 5 goles y 9 asistencias en 77 partidos. “He madurado. Ahora soy un hombre con mujer e hijos”, dijo entonces.
La buena voluntad, sin embargo, no es suficiente para triunfar en el fútbol y Bongonda inició en el conjunto gaditano otra etapa deportiva sin poder evitar los habituales altibajos en su juego. Así, con Sergio González como entrenador, el belga de origen congoleño ha alternado titularidades con el banquillo y más actuaciones grises que brillantes, sin la regularidad que se exige en la alta competición.
n lo que va de LaLiga, Bongonda suma 29 partidos con los amarillos y el doblete ante el Valladolid le ha convertido en el máximo goleador, con cuatro goles, y el de mayor incidencia del equipo cadista ante la portería rival, pues añade tres asistencias. Además, es el que más remates ejecuta del equipo de Sergio González. “Es un chico con una calidad muy grande. Le necesitamos con esa alegría de querer jugar, que esté con ese ritmo”, apuntó el técnico catalán tras un triunfo ante los pucelanos cargado de esperanzas.
Ante los vallisoletanos, el Cádiz afrontaba una ‘final’ por la permanencia. Bongonda recuperaba la titularidad ante la baja de Alejo por tarjetas amarillas. El excéltico, que no había brillado como revulsivo en las últimas jornadas, dio un paso al frente y asumió toda la responsabilidad para sacar a su equipo del atolladero.
El primer gol al Valladolid ha sido calificado por la afición gaditana como el mejor de su equipo en lo que va de temporada. Bongonda recogió el balón en el costado derecho, trazó una diagonal hacia el centro en busca de un hueco para el lanzamiento con la izquierda tras sortear a varios rivales. Desde la frontal lanzó un “bongondazo”, como ya se conoce ese disparo que entró cerca de la escuadra de la portería vallisoletana.
“¿El gol? No veía a nadie salir, digo ‘voy a probar’ y ha salido de puta madre”, explicó el excéltico ante las televisiones tras el partido. Pero no contento con su obra de arte, el congoleño asumió la responsabilidad de lanzar el penalti que supuso el segundo gol. “Hablé con el míster al descanso y dije que si había un penalti quería tirarlo yo”, explicó después.
Esas muestras de genialidad por un lado y de valentía por otro de Bongonda en ese partido clave de la temporada han convencido a muchos gaditanos para considerarlo como uno de sus ídolos. El excéltico también se deja querer: “Los cadistas son uno de los mejores públicos que he visto en mi vida. La gente aquí es muy especial”.
En el partido de la primera vuelta en Vigo, Bongonda fue suplente (Alejo jugó como extremo derecho) y no tuvo minutos para medirse a su exequipo, para quien ahora representa una seria amenaza cuando Cádiz y Celta se juegan la permanencia.
De Burgos pitará al Celta en Cádiz
El Celta no ha tenido suerte con las designaciones arbitrales. En Cádiz se reencontrará con De Burgos Bengoetxea, que sustituirá a Hernández Hernández por lesión del canario, que pasará al VAR. Este intercambio de papeles entre el vasco y el canario a 48 horas del partido en el Nuevo Mirandilla supone a priori una mala noticia para el equipo vigués, pues con De Burgos ha sufrido arbitrajes polémicos y registra un balance negativo: 10 derrotas, 7 empates y 9 victorias. En Cádiz, por el contrario, se alegran del intercambio de colegiados para el partido de mañana, pues en la ciudad andaluza no olvidan la última actuación de Hernández Hernández en la visita del Getafe. El partido finalizó con empate a dos goles después de que el equipo madrileño marcase el segundo tanto de penalti y en el minuto 100, y en el que se produjeron las expulsiones de los jugadores locales Conan Ledesma e Iza Carcelén. Este curso, De Burgos dirigió al Celta en dos ocasiones en Vigo: ante Sevilla (1-1) y Valladolid (3-0). Ante los sevillistas, Luís Campos, asesor externo céltico, increpó al vasco: “Muy malo, el árbitro es muy malo”, dijo el portugués tras pasar por alto De Burgos un penalti de Mir y la expulsión de Carmona.