La permanencia tendrá que esperar

El Mallorca impone su incómodo plan de juego, como en la primera vuelta, y aprovecha la ineficacia del Celta en ataque

Aspas se queja de una acción, con Beltrán y Amath al lado. // RICARDO GROBAS

Aspas se queja de una acción, con Beltrán y Amath al lado. // RICARDO GROBAS / J. conde

El duelo en Balaídos por la permanencia se lo llevó el Mallorca, que aprovechó la indolencia inicial del Celta para adelantarse en el marcador y supo gestionar la ventaja durante setenta minutos por la ineficacia rival en ataque. Tapia estrelló un remate en el larguero, pero esta vez no llegó el gol in extremis para maquillar otra irregular actuación de los de Carlos Carvalhal, que rompen una racha de siete jornadas sin perder pero continúan a nueve puntos del descenso, aunque cada vez más lejos de los puestos europeos. El sábado les espera el Real Madrid en el Bernabéu, en el que no estará Mallo tras su expulsión por dos amarillas en los minutos finales. La permanencia tendrá que esperar.

Mal arranque céltico

Lo peor que le podía pasar ayer al Celta era que el rival marcase primero, teniendo en cuenta que el Mallorca es especialista en defender y esperar un contraataque, además de contar con un gran dominio del juego aéreo en las dos áreas. Los bermellones salieron con un punto más de intensidad que un Celta que concedió varias ocasiones de gol antes de que Amath culminase en el minuto 21 una jugada en la que falló Aspas, después Iván Villar y media defensa céltica. El senegalés se encontró con el balón a un metro de la portería y no falló, después de no encontrar portería en dos remates cruzados anteriores. Como en la primera vuelta en la isla balear, los de Aguirre impusieron su plan.

Miguel Rodríguez, de cara

Carvalhal apostó de salida por el canterano Miguel Rodríguez para sustituir a Carles Pérez, que llegaba a la cita ante el Mallorca con molestias físicas y sin apenas haber entrenado durante la semana. Por ello, el entrenador del Celta decidió dejar al catalán en el banquillo y darle la alternativa al joven atacante redondelano, que en su quinta aparición con el primer equipo se estrenaba como titular.

Cinco canteranos

La presencia de Miguel en el once elevó la cifra de canteranos hasta los cinco en el equipo celeste, que también quiere presumir de su trabajo de cantera en el año de su centenario. A los ya habituales Iván Villar, Hugo Mallo e Iago Aspas, ayer se sumaron Gabri Veiga, que recuperó la titularidad tras cumplir sanción, y Miguel, que ha sumado ocho goles con el filial este curso.

Arriesgar con Carles

Pero ese repóquer de canteranos se rompió tras el descanso, pues el redondelano fue sustituido por Carles Pérez. El Celta se había visto sorprendido en la primera mitad por el Mallorca y Carvalhal arriesgaba con el de Granollers para intentar igualar el marcador cuanto antes. Miguel lo había intentado con poca fortuna ante un experto Maffeo, pero el Mallorca se sentía muy cómodo acumulando jugadores ante su portero y agradecía la poca movilidad y velocidad que imprimían al juego los célticos.

Ni con toda la artillería

La otra apuesta de Carvalhal en el descanso fue Gonçalo Paciencia, que suplió a un Seferovic que no encontró huecos por los que colarse ni apenas el balón para sorprender a una zaga rival muy poblada y con una elevada disciplina táctica. El delantero portugués vuelve a ganar protagonismo, como en el arranque del curso, tras superar sus problemas físicos que le llevaron a situarle como tercera opción, por detrás de Seferovic y de Larsen. Paciencia venía de marcar ante el Sevilla y el entrenador de Braga lo premió con toda la segunda parte. Ayer, el portugués apenas generó peligro y abusó de los taconazos en busca de una situación de superioridad que la defensa del Mallorca casi nunca permitió al rival. A la hora de partido, Carvalhal incluyó a Larsen para que formase pareja con Paciencia. El noruego también rondó el peligro, pero sin ocasiones claras ante una defensa numantina, con mayor concentración en el juego que los célticos para achicar todo balón que apareciese por su área. Ni toda la artillería céltica fue suficiente ante Rajkovic, salvo el tiro al larguero de Tapia, que entró como último recurso.

Kang In Lee, una pesadilla

Con el marcador a favor y dominando en defensa, el Mallorca encontró muchos respiros ante el dominio céltico a través de Kang In Lee. El centrocampista, cedido por el Valencia, fue una pesadilla constante para los célticos desde el primer minuto. El joven futbolista de 22 años era quien recogía los balones perdidos para construir jugada y abastecer de balones a Amath y a Muriqi. El goleador kosovar quedó eclipsado por Aidoo y Unai Núñez, pero su compañero Kang In Lee siguió buscándole con pelotas muy mal intencionadas. El talento asiático disfrutó de los espacios que no encontraron los célticos ante un Mallorca al que Javier Aguirre ha armado con mucha disciplina táctica y un carácter aguerrido que le convierte en uno los equipos más ásperos e incómodos del campeonato. La fórmula le ha dado resultado a los mallorquinistas, que han vivido casi toda la temporada alejados de los puestos de descenso. Ayer, fueron inasequibles para un Celta que pierde el paso en el camino hacia objetivos más ambiciosos que la permanencia. Carvalhal necesita buscar otras fórmulas para activar a un equipo que ahora carece de chispa en ataque.

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