El Celta desveló ayer a través de su página web que el filial regresará a Barreiro el próximo fin de semana para recibir al Balompédica Linense, en la trigésima jornada de la Primera RFEF en la que el equipo vigués arrancará en los puestos de play-off de ascenso pese a la derrota sufrida ante el Deportivo en Riazor, condicionada por la polémica expulsión de Medrano en el minuto 40 de partido por dos tarjetas amarillas discutibles. El compromiso del primer equipo del Celta en Balaídos ante el Almería, previsto para el domingo a las 14 horas obliga al filial a cambiar su escenario habitual en los últimos meses como local. Así, los de Claudio Giráldez recibirán al conjunto andaluz el sábado 1 de abril a las 17 horas en el campo de Lavadores.

En este caso, el primer equipo tiene preferencia y al jugarse ambos partido en un plazo inferior a las veinticuatro horas, el club ha decidido que el filial vuelva a Barreiro, que no ha pisado desde que el 9 de octubre perdiese contra el Mérida por 1-2. Esa derrota situó a los célticos al borde de las plazas del descenso, con solo 6 puntos. Hasta entonces, los de Giráldez habían cosechado tres derrotas y un empate como locales. El equipo vigués sufría contra los rivales que le dejaban la iniciativa en el juego y le castigaban al contragolpe. Las reducidas dimensiones de Barreiro perjudicaban al equipo de casa, que comenzó a mejorar sus resultados con el cambio de escenario.

En Balaídos, el filial céltico encontró las condiciones adecuadas para desplegar su calidad técnica. Siete victorias suma el Celta B en Balaídos desde entonces. Con esos puntos ha podido salir corriendo de la zona baja de la tabla para instalarse en la quinta posición.

Ante el Balompédica Linense, que ocupa la decimoquinta plaza, con 33 puntos, Giráldez perderá por sanción no solo a Medrano, sino también a Christian Joel y a Carrique, estos dos últimos por cumplir el ciclo de cartulinas amarillas. El técnico de Porriño recuperará a Miguel Rodríguez, que no jugó en Riazor por sanción federativa, y continúa pendiente de los problemas físicos que arrastra Iker Losada.