Una derrota con buenas noticias

El Celta, pese a caer en una acción infortunada, convence con consistencia y buen juego ante un Atlético salvado por Oblak

Carles Pérez encara a Pablo Barrios en un momento del encuentro.

Carles Pérez encara a Pablo Barrios en un momento del encuentro. / Alba Villar

Las derrotas tienen siempre sabor amargo, pero duelen menos cuando el partido se pierde por un accidente con un gran juego y tras haber hecho casi todo bien en el campo. Esto le ocurrió ayer al Celta en un intenso duelo contra el Atlético de Madrid. El grupo de Carvalhal puso sobre el tapete todo lo necesario para ganar y acabó perdiendo el choque en una acción desgraciada cuando acariciaba los tres puntos. El Celta buscó el triunfo con el empate casi asegurado por la expulsión de Savic y acabó cediendo el partido en un despiste, casi el único en 90 minutos, tras cortejar con buen fútbol la victoria. Un gran Oblak y el travesaño se lo impidieron.

Rara vez deja una derrota buenas noticias, pero el Celta las tuvo ayer con el buen desempeño general del grupo, que ha dado definitivamente un paso al frente, la solidez con que el equipo se fajó para llevar a su terreno un partido físicamente muy exigente y la brillantez con que el equipo salió disparado para desplegar la contra. Este Celta defiende mejor, ataca mejor y ha ganado consistencia en todas las facetas del juego, salvo en la definición. El equipo de Carvalhal vive un momento claramente ascendente, juega más suelto y ha despejado dudas en torno a una serie de jugadores cuyo rendimiento se cuestionaba, como Iván Villar o Seferovic, y que han demostrado estar a la altura de las circunstancias.

Un central llamado Tapia

Renato Tapia fue la única novedad en un once muy parecido al que puso el pasado domingo una pica en el Villamarín. El peruano suplió la baja del sancionado Unai como central izquierdo en una defensa de cuatro hombres que parece ser ya el punto de partida de Carvalhal una vez que el equipo ha ganado seguridad atrás.

Pese a su error deshaciendo el fuera de juego de Memphis en el gol, en que el hay también una buena dosis de infortunio, Tapia firmó un notable encuentro en una posición que conoce bien desde sus tiempos en el Feyenoord, pero en la que ha jugado poco en el Celta. A Carvalhal, que lo empleó en ausencia de Aidoo en los amistosos disputados durante el parón del Mundial, le gusta como defensa y Tapia ha mostrado que puede ser una solución tanto para el medio campo como para el eje de el zaga.

Villar y Seferovic, en alza

La lesión de Marchesín y consiguiente titularidad de Iván Villar y el fichaje de Seferovic, único refuerzo incorporado en el mercado invernal, habían generado dudas que ambos han despejado de forma muy favorable. El portero cangués confirmó las buenas sensaciones ofrecidas la pasada semana en el Villamarín con una actuación notable, con varias intervenciones de mérito (algunas, como el paradón que saca en el primer minutos a bocajarro a Morata invalidas) que transmitieron seguridad a sus compañeros. El de Aldán se mostró solvente bajo el travesaño y se movió con inteligencia en el área, siempre al quite para adelantarse al rival cuando tocaba (y ocurrió en más de una ocasión) salir del área, y desbaratar el ataque del rival. Seguro, atento y solvente, Villar se asienta en la titularidad dando garantías al grupo.

De Seferovic se temía que su falta de goles con el Galatasaray fuese un síntoma de declive, pero el suizo ha demostrado en pocos minutos sobre el verde que puede ser una pieza muy útil en esta segunda vuelta. El ex del Benfica ya mostró en el Villamarín calidad en el área e inteligencia para leer las necesidades del choque. Ayer forzó con una acción llena de calidad la expulsión de Savic que debería haber inclinado definitivamente el campo hacia la portería de Oblak, pero que a la postre no fue definitiva gracias al acierto de Memphis en la única llegada a portería del conjunto de Simeone en el segundo tiempo y a la gran actuación del portero eslovaco, que volvió a resultar decisivo para el Atlético.

Luce Javi Galán

Titular casi por decreto al carecer de competencia en su puesto, el lateral zurdo pacense firmó un segundo tiempo para enmarcar, sus mejores minutos de la temporada y de los mejores desde que fichó con altas expectativas por el Celta. Fue vertical, veloz en la conducción y eficiente en la entrega, algo que se viene echando de menos desde hace tiempo. Oblak sacó sobre la misma raya un gol a Aspas que Galán originó y sirvió en bandeja. Fue el momento álgido de un gran partido. El Celta necesita (y mucho) esta gran versión del pacense.

Infranqueable Oblak

Oblak fue un muro infranqueable para el Celta. El eslovaco volvió a mostrar que es uno de los mejores porteros del mundo (si no el mejor), abortando sobre la misma raya de gol un mano a mano a Iago Aspas y evitando luego, justo en la acción previa al gol de Memphis, un autogol de Reinildo con una de esas paradas de verlo y no creerlo, que hacen frotarse los ojos.

El resto lo hizo el travesaño, repeliendo un lanzamiento de falta de Iago con marchamo de gol. El moañés sacó astillas al larguero con un remate que mereció entrar y que prolonga el meigallo. Aspas no marca un libre directo desde el 19 septiembre de 2020 (al Valencia en Balaídos) hace ya 29 meses, pero lleva tiempo rondándolo. Esta temporada lo ha rozado dos veces. Courtois y Mamardashvili lo evitaron antes que ayer el travesaño.

Suscríbete para seguir leyendo