Iago Aspas anotó el pasado viernes en el Martínez Valero su octavo gol del curso en LaLiga. Era el tanto número 141 del delantero moañés con el Celta en Primera División, el 195 anotado con el conjunto vigués y el 213 que subía al marcador desde que llegó al fútbol profesional hace casi 14 años con su salvador doblete al Deportivo Alavés en 2009. El gol al Elche mantiene de lleno a la estrella del Celta en la carrera por convertirse en el primer delantero español en conseguir cinco Trofeos Zarra, galardón que conquistó de forma consecutiva entre 2017 y 2020 y volvió a ganar la pasada temporada, igualando el récord de David Villa. Con 35 años cumplidos (y dos al menos todavía de contrato con el Celta por delante), Aspas se mantiene en plena forma. Solo Lewandowski (15 goles), Benzema y Joselu (9) superan a Iago en la tabla de goleadores de la presente LaLiga, mientras que Borja Iglesias y Muriqi están a la par del moañés.
La cuestión es que el vertiginoso ritmo anotador de Aspas no ha decrecido con el paso del tiempo. Lejos de declinar, se sostiene e incluso mejora a estas alturas de temporada las prestaciones del pasado curso. A jornada decimosexta, había firmado hace un año Aspas 7 dianas, una menos que las que contabiliza actualmente. La relación de goles por minutos jugados es también mejor este ejercicio, con un tanto por cada 162 minutos sobre el campo, por los 178 minutos que necesitaba para hacer gol la pasada campaña. Su promedio en Primera es de un gol cada 167 minutos.
La actual es la cuarta mejor cifra anotadora del astro celeste en el Celta. A decimosexta jornada, solo mejoró los presentes números en los ejercicios 17-18 y 2021, con 9 goles, y 18-19, con 10, su mejor cifra a estas alturas de competición. Sus dos mejores cifras anotadores a final de temporada las consiguió Iago en los ejercicios 17-18 (22 goles), 18-19 (20) y 16-17 (19).
Hace ya demasiado tiempo que Aspas acapara el gol en el Celta, hasta el punto de que el equipo no carburara si el moañés no está inspirado. Esta campaña el moañés concentra el 50 por ciento de los goles anotados por el Celta Aspas es también, tras Lewandowski (16), el jugador de LaLiga con más participaciones en goles y asistencias (11). La cuenta especializada en estadísticas del conjunto celeste Afouteza e Corazón ofrecía hace unos días otro dato que ilustra con precisión esta dependencia: Aspas ha dado al Celta en las últimas temporadas la friolera de 92 puntos. Uno más de los 91 que Leo Messi dio al Barcelona (aunque el argentino no vistió de azulgrana en las últimas dos campañas) o de los 88 que Karim Benzema ha dado en este periodo al Real Madrid.
En las ocho temporadas que ha defendido el escudo del Celta en Primera División –en Segunda fue también artífice de ascenso con 23 goles que le valieron al Zarra de la categoría–, Aspas ha coleccionado toda clase de víctimas. Sus números en este apartado son también estratosféricos. El crack moañés le ha marcado a 29 de los 30 equipos a los que se ha enfrentado en la máxima categoría. Le queda apenas pendiente el Almería. El equipo andaluz se le resiste en LaLiga, pero no en la Copa del Rey, competición en que le endosó un doblete en la temporada 2016-17, recién retornado al Celta.
De Aspas suele decirse que no marca un gol feo. El morracense ha anotado a lo largo de estos años goles de toda condición, el último, al Elche, empujando el balón al fondo de la red con el pecho.
Su repertorio de acciones es muy amplio: a la contra, en jugada colectiva, en acción individual, de penalti, de falta directa, tras un córner... y no es menos vasta la forma en cómo los ha marcado. La mayoría con su divina zurda, pero también ha anotado un buen número de goles con la diestra, de cabeza, incluso con el hombro.
Gabri Veiga, nuevo socio preferente el moañés
Ni Larsen, ni Paciencia. Ni Óscar Rodríguez, ni Carles Pérez. Iago Aspas ha encontrado esta temporada a su mejor socio en un chico de la cantera: Gabri Veiga. El porriñés ha relevado en esta función a jugadores de tanta jerarquía en el equipo en estos años como el uruguayo Maxi Gómez o más recientemente Santi Mina, Brais Méndez o Denis Suárez. Con solo un puñado de partidos en la máxima categoría, Veiga se ha convertido en el segundo futbolista más determinante del Celta esta temporada tras el astro moañés, hasta el punto de que en la Calle del Príncipe se piensa en que los 30 millones de la cláusula de rescisión con que se blindó al chico (todavía con contrato del filial) pueden no ser suficientes para retenerlo, si continúa con su meteórica progresión. Veiga es seguramente junto a Iago Aspas y Joseph Aidoo el único futbolista del plantel que tiene el puesto asegurado con Carvalhal. Si nada se tuerce, Luis Campos ve en él “un futbolista de élite mundial” por el que el Celta podría sacar en el futuro una cantidad astronómica. Su venta, sin embargo, no entra en los planes del club. Al menos de momento. Lo que nadie ya discute es que Veiga es uno de los jóvenes talentos de LaLiga y una de las grandes sensaciones del presente campeonato. Un centrocampista diferencial, potente a la par que talentoso, y bendecido con el don del gol. Esta temporada lleva ya 4, un cifra mucho más que respetable para un jugador que no es delantero, superando sin ser especialista a otros jóvenes talentos que ya han alcanzado la internacionalidad absoluta, como Ansu Fati o Nico Williams. Como antes Brais, Mina o Denis, Veiga ha encontrado una especial complicidad con Iago. Tanta que entre ambos concentran nada menos que el 75 por ciento de los goles del equipo (12 de 16). Los restantes los han aportado Óscar Rodríguez, con 2 (12,5 por ciento) y Gonçalo Paciencia y Joseph Aidoo, con un tanto cada uno (6,25 por ciento). A las cuatro dianas anotadas por el porriñés, hay que añadir una asistencia, como no, a Iago Aspas en el doblete del moañés al Cádiz.