El equipo que no sabe vivir tranquilo

Solvente actuación del Celta que cometió el error de mantener con vida un partido que tendría que haber liquidado mucho antes

Veiga trata de superar a Badía en una de las ocasiones más claras del partido.

Veiga trata de superar a Badía en una de las ocasiones más claras del partido. / LOF

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

El Celta no entiende otro modo de vivir que hacerlo desde la agonía. De un tiempo a esta parte pierde siempre que lo merece y cuando lo lógico es que gane con suficiente lo hace agarrado a la angustia y la tensión. Cosa de las dinámicas y de la situación que vive el equipo, alejado de la estabilidad deportiva que permite construir con tranquilidad y serenidad; y que permite asumir riesgos porque por encima de todo existe fe en tus posibilidades. Por eso el Celta sale en Elche con autoridad, pegando bufidos y luego, cuando anota el primer gol a los cinco minutos, comienza a temer por todo. “¿Y si nos empatan?” parecen preguntarse unos a otros mientras miran hacia todas partes con cara de niños asustados. No ocurrió porque el Celta fue mucho mejor, pero es sintomático que los aficionados hayan terminado sin uñas en un partido que podrían haber ocupado también en ir preparando los tickets de los regalos que hoy devolverán a primera hora aprovechando las rebajas.

Gabri Veiga

Lo quiere Carvalhal un poco por delante de la zona en la que se genera el fútbol para aprovechar su facilidad para presentarse en el área rival mientras los contrarios atienden a cualquiera de sus compañeros. Indetectable en el primer tiempo donde atacó el espacio que el Elche dejaba entre su central y laterales zurdos. Dio el primer gol, pudo hacer el segundo en una gran acción y se equivocó en otra jugada que pedía un pase sencillo a Iago Aspas para que empujase a la red. Perdió incidencia en el segundo tiempo aunque otra vez estuvo cerca de marcar. Nunca es casual que un futbolista aparezca tantas veces acariciando el gol. Se trata de un don, un don que vale mucho dinero y muchos puntos.

El mismo problema

Si el Elche tuvo un problema para detectar a Veiga, al Celta le sucedió algo similar en la banda derecha durante el primer tiempo. Se mueve Hugo en una posición extraña. A veces es lateral de una línea de cinco y otra veces ejerce de centrocampista puro. Y hay detalles que necesitan ser pulidos. Él y Mingueza hubo momentos que no tenían claro si a Clerc debía seguirle uno o el otro. Por fortuna el Elche no explotó esa situación. En el segundo tiempo Carvalhal ajustó mucho más las marcas y el Celta, jugando con menos fluidez, interpretó mejor las zonas de presión.

Paciencia y Larsen

El portugués volvió a ser titular y el noruego entró en el segundo tiempo. Paciencia es todo lo contrario que Larsen que va a casi todas las acciones como si fuesen la última, que no ahorra energías. Paciencia es todo lo contrario. Un delantero tanque (por tamaño) que reniega de eso y se comporta como un estilista. Se aprecia en cada balón que toca. Si puede elige la solución más virguera y efectiva. Ocurrió en la jugada del primer gol. Baja el balón con el pecho y se lo pone a Veiga en su carrera con la sutileza de un esgrimista. Dejó otros ejemplos de su calidad, de su habilidad en controles, paredes y pases. Hubiese jugado más si se hubiese ahorrado la amarilla por celebrar que le pitasen al fin una falta. Entró Larsen, más bruto en sus movimientos y desplazamientos por el campo. Parecía un buen día para soltarse en el aspecto goleador, pero no hay manera.

Aidoo

Es difícil describir a Aidoo. El Elche, por mucho que sea un equipo que solo lleva cuatro puntos, es complicado de defender porque abusa del juego directo y le gusta llenar el área de gente pesada y grande en busca de rechaces, segundas jugadas y errores de los defensas. El ghanés estuvo impecable todo el partido, pero su segunda parte es de verdadera locura. Ganó todos los duelos posibles, no cedió un solo balón al rival y cada vez que entró en acción la jugada del Elche se moría. Estamos sin duda ante uno de los mejores centrales de la Liga. Viendo su rendimiento uno llega a la conclusión de cómo debe ser de corrupta la Federación Ghanesa para que este elemento no haya jugado un solo partido en el Mundial viendo, además, el rendimiento de quienes jugaban cada partido en su posición.

La salida de Mingueza

Jugador esencial en el actual Celta porque nadie saca el balón desde atrás como él. Y cuando progresa siempre lo hace con sentido y criterio. No es casual que Javi Galán ya no sea el principal argumento ofensivo del Celta de un tiempo a esta parte. Ahora los futbolistas prefieren ver hacia Mingueza y que él ponga orden.

Los puntos

Indispensables para ver el futuro con un mínimo de serenidad y para recibir al Villarreal con la sensación de que no sea un partido determinante tan pronto. Podremos quejarnos del espectáculo o de los agobios vividos ante cada saque de esquina en contra, pero el Celta cumplió con su deber en un día que encerraba numerosas complicaciones. Ganó que era lo que se le pedía.

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