El indetectable techo de Gabri Veiga

El joven centrocampista porriñés se convierte en pocos meses, con 4 goles y un derroche de talento, en el jugador más importante del Celta tras Aspas | El club vigués quiere volver a revisar al alza su contrato

Gabri Veiga celebra su gol al Sevilla el pasado viernes en Balaídos. // MARTA G. BREA

Gabri Veiga celebra su gol al Sevilla el pasado viernes en Balaídos. // MARTA G. BREA / j. bernardo

Gabri Veiga se ha convertido (con permiso de Iago Aspas) en la gran sensación del Celta en el año de su centenario. El porriñés, que en mayo próximo cumplirá 21 años y cuenta todavía esta temporada con ficha del filial, ha ido quemando etapas a paso meteórico hasta convertirse en uno de los futbolistas de mayor futuro, ya no del Celta, sino del LaLiga. Con cuatro goles ya en el zurrón y un puñado de actuaciones para enmarcar, con una madurez y un talento impropios en un chico de 20 años, la irrupción de Veiga en la vida del primer equipo del Celta ha sido un vendaval de aire fresco en un año complicado para la cantera por la descapitalización sufrida con la venta de Brais Méndez, el veto presidencial a Denis Suárez y la salida por la puerta falsa de Santi Mina tras su condena por abuso sexual.

En un abrir y cerrar de ojos, Veiga ha trascendido su condición de figura de la nueva hornada de canteranos que viene pisando fuerte desde el filial para postularse como el más fiable candidato a suceder a Iago Aspas como estandarte del Celta del futuro. Su jerarquía en el actual Celta es ya incuestionable y, viendo su progresión, no son pocos los que se preguntan está lo suficientemente bien atado con su última renovación hasta 2026 con una cláusula de rescisión próxima a los 30 millones de euros. El Celta, de hecho, ha movido ficha para mejorar su actual contrato y blindar su continuidad en nómina. El chico no piensa de momento en otra cosa que en triunfar en el Celta. “Será un jugador de élite mundial”, certifica Luis Campos, quien se muestra “encantado” con Veiga. “Ha dado una respuesta muy rápida y muy buena. Si se mantiene enfocado en su trabajo, no tengo dudas que alcanzará la élite”, ha apuntado el gurú y asesor deportivo externo del Celta, quien considera que el porriñés superará con creces el precio por el que fue vendido Brais Méndez.

Y lo cierto es que el valor de mercado de Gabri Veiga se ha disparado en pocos meses. La última actualización de Transferemarkt, portal de referencia en el mercado futbolístico, adjudicaba al joven canterano un valor de 10 millones de euros, con un incremento del 300 por ciento a su anterior precio. Con solo 6 partidos como titular en el primer equipo del Celta, Veiga pasaba de valer 3,5 millones a comienzo de temporada a 10 el pasado noviembre.

A juzgar por el excelso rendimiento que el chico está ofreciendo sobre el verde, esta cifra se volverá a incrementar seguramente en los próximos meses. Veiga derrocha talento y potencia. El porriñés en un mediocampista todoterreno, de enorme despliegue y gran conducción de pelota. Llega con facilidad al área rival y tiene un disparo de media distancia demoledor. Veiga es un centrocampista bendecido con el gol y esto en el fútbol actual se valora y se paga.

Esta temporada contabiliza ya cuatro goles –es el segundo máximo artillero del Celta tras Iago Aspas– en 650 minutos sobre el campo y se ha convertido ya en el segundo jugador más importante del plantel tras el astro moañés. Su excelente desempeño con el Celta le ha abierto las puertas de la sub 21 y se habla ya de él como uno de los más firmes candidatos a dar el salto a la selección absoluta que desde diciembre pasado dirige Luis de la Fuente.

Óscar Rodríguez, la otra cara de la moneda

Si Gabri Veiga representa la sensación de la temporada del Celta por su creciente protagonismo e influencia en la vida competitiva del conjunto vigués, Óscar Rodríguez encarna la otra cara de la moneda. Su influencia en el equipo ha ido de más a menos. El mediocampista de Talavera de la Reina llegó para convertirse en un futbolista importante y ha visto claramente reducida su jerarquía en el once, especialmente desde que Carlos Carvalhal sustituyó al Eduardo Coudet al frente del banquillo. Con el argentino, el medio cedido por el Sevilla disputó todos los partidos como titular siempre que estuvo disponible. Faltó apenas frente al Atlético de Madrid en el Metropolitano debido a unas molestias en su muslo izquierdo. Coudet lo empleó tanto como medio centro ofensivo, posición para la que inicialmente fue contratado, como posteriormente en banda, primero en la izquierda y luego a la derecha. Con el luso al frente, el talaverano solo fue titular en el primer partido dirigido por Carvalhal, frente a Osasuna, encuentro en el que Gabri Veiga no estuvo disponible pos sanción tras su expulsión en la anterior jornada contra el Almería. Posteriormente disputó 8 minutos en Vallecas y 18 minutos el pasado viernes contra el Sevilla, sustituyendo al porriñés. La irrupción de Veiga en la vida competitiva del primer equipo ha sido precisamente causa de la pérdida de protagonismo de Óscar, que inicialmente fue fichado para cubrir la baja de Denis Suárez, tal como confirmó recientemente Luis Campos. Para jugar en banda, Carvalhal prefiere otras opciones. El portugués ha mantenido la jerarquía de Cervi, cuyo rendimiento estaba cuestionado, pero que últimamente ha reforzado su estatus con buenas actuaciones, y se decanta por Carles Pérez para la banca derecha.

Suscríbete para seguir leyendo