CELTA 1 -1 SEVILLA

Un punto de insatisfacción

El Celta suma un empate ante el Sevilla tras fallar en una jugada de estrategia en la segunda mitad cuando dominaba en el marcador con un gran gol de Gabri Veiga | Los célticos continúan fuera del descenso

Gabri Veiga celebra su gol.

Gabri Veiga celebra su gol. / MARTA G. BREA

El reparto de puntos entre el Celta y el Sevilla (1-1) deja en mejor posición al equipo vigués, que continúa fuera de los puestos de descenso, pero quizás con peores sensaciones después de adelantarse en el marcador con un gran gol de Gabri Veiga y de generar más ocasiones en el área rival sin resolver. De nuevo, otra oportunidad perdida de los célticos para sumar una victoria que se le resiste desde el 2 de octubre, ante el Betis, hace ya nueve jornadas.

Volvió a rozar el premioel equipo que ahora entrena Carlos Carvalhal, que acertó con el 5-3-2 inicial para frenar a En-Nesyri y a Rafa Mir. El plan permitió además generar varias ocasiones claras de gol ante el marroquí Bono. El Celta aprovechó el viento de cara para adelantarse en el marcador con un gran gol de Gabri Veiga, que ya había anotado el tanto de la victoria ante los béticos. En esta ocasión, el joven talento porriñés aprovechó un pase en profundidad de Iago Aspas, que recibió de Larsen, para ganarle la carrera al defensa y superar por alto a Bono en la salida, a pesar de que el marroquí adivinó el golpeo del Veiga y rozó la pelota con el guante.

Se superaba la primera media hora de juego y el Celta situaba el partido donde más le convenía ante un directo rival en la clasificación. El tanto de Gabri era el premio a la insistencia, después de que un lanzamiento cruzado de Larsen no encontrase portería, otro de Cervi que concluyese en córner y una repetición de remates no superaban al coloso Gudelj mientras los célticos reclamaban una mano en el área de Rafa Mir.

La situación para el Sevilla pudo empeorar si el árbitro hubiese expulsado a Carmona por la segunda tarjeta amarilla, pero De Burgos Bengoetxea repite errores con demasiada frecuencia ante los célticos y ayer no iba a ser una excepción. Al central sevillista le concedió una hora más de partido. Lo expulsó en el minuto 85, tras frenar con otra falta de tarjeta a Aspas cuando el moañés se marchaba hacia el área.

El viento, y no la lluvia como se esperaba, fue el invitado inesperado que perjudicó en la primera mitad a los andaluces y tras el descanso a los célticos, que entraron mal al partido en la segunda mitad. Después de que Larsen desperdiciase una ocasión parecida a la de Veiga y el balón se quedase manso para el portero en el segundo remate consecutivo del noruego, el Sevilla comenzó a generar peligro por el costado izquierdo, con Acuña. En el minuto 53, Marchesín salva un disparo a bocajarro de Lamela y en el posterior córner aparece el joven central Kike Salas para rematar de cabeza en el primer palo. Encontró al portero del Celta desubicado y sin tiempo de reacción para despejar el balón. La estrategia volvía a castigar a los célticos.

Con el gol del empate, el equipo de Sampaoli buscó la victoria. Acuña puso a prueba a Marchesín con un tiro cruzado desde el lateral. El campeón del mundo lo intentó cuatro minutos después también desde el costado izquierdo. Esta vez, el portero del Celta despejó hacia el centro de su área y el balón le llegó a Oliver Torres, pero el disparo se le fue alto al sevillista.

El carrusel de cambios enfrió los ánimos del Sevilla y devolvió el dominio al Celta, con Luca de la Torre y Carles Pérez generando peligro. El catalán lanzó fuera desde el balcón del área y el estadounidense reclamó córner tras un disparo que salió rozando el palo de Bono. El marroquí decidió perder tiempo en los minutos finales ante la inferioridad numérica de su equipo y el empuje de un rival que quiso la victoria hasta el último segundo pero se tuvo que conformar con un punto de insatisfacción.

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