El rey celeste de Londres

Londres es una ciudad talismán para Iago Aspas. El delantero del Celta firmó ayer otra gran actuación en la capital inglesa. En esta ocasión, la víctima del moañés fue el Brentford, que ocupa una meritoria décima plaza en la Premier League. Aspas anotó dos de los tres goles de la victoria celeste sobre las abejas (1-3), pero fue en su segundo tanto en el que plasmó su esencia como goleador universal, como ocurriera aquella noche de noviembre de 2016 cuando hizo enmudecer el mismísimo Wembley con otro zurdazo imposible para el portero rival sobre el que la selección española inició la remontada ante una selección inglesa que ganaba 2-0 y que acabó cediendo un empate.

Ayer, el equipo local también se adelantó en el marcador. Entró frío el Celta al helado césped de la ciudad deportiva del Brentford, quizás impresionado por la nieve que se acumulaba en los fondos y en los laterales del campo. No podía empezar peor el tercer amistoso de los célticos en esta atípica pretemporada de otoño. Ya había advertido Carlos Carvalhal en la víspera que a su equipo le espera un partido muy exigente en el noroeste de Londres. Tras el saque de centro, el balón llegó al catalán Sergi Canós, que filtró un pase a Wissa, que apareció a la espalda de los centrales célticos para superar a Marchesín. El Brentford había tardado 27 segundos en ponerse por delante en el marcador ante un Celta que reaccionó pronto para tomarle la temperatura al encuentro. Al reparto de caramelos de Canós se apuntó Ivan Toney, que incluso desperdiciaría un mano a mano con un Marchesín que resolvió con brillantez lo mucho que llegó a sus dominios durante un partido en el que el Celta asomó la cabeza a los cinco minutos. Larsen rozó el gol tras un pase de Cervi en una jugada iniciada por Aspas.

La presión alta de los célticos comenzó a funcionar en los minutos iniciales. Carvalhal volvía a apostar por un 5-3-2, pero con Mingueza moviéndose en libertad. El catalán aparecía cerrando un pase en profundidad del Brentford y en la siguiente jugada soltaba un taconazo para asistir a Aspas en las proximidades del área rival.

Ausentes Aidoo, Mallo, Beltrán y Solari, el técnico del Celta contó con Kevin y Galán para los laterales, y con Unai Núñez y Carlos Domínguez para acompañar a Mingueza en el eje de la zaga. Por delante, Tapia aparecía como mediocentro, escoltado por Gabri Veiga y por Cervi, con Larsen y Aspas en ataque. El noruego asistía a Aspas en el minuto 23 para que el moañés igualase un marcador que no se movió más hasta después del descanso, a pesar de los intentos de Gabri, de Cervi, de Larsen y de Aspas, que incluso lo intentó de chilena.

El Celta, pese a los problemas iniciales en defensa y algún que otro susto aislado, como el que obligó a Marchesín a salir a campo abierto ante Toney, impuso el ritmo del partido y aplicó un juego vertical en busca de la remontada, que no llegó hasta el primer minuto de la reanudación. Larsen, que venía de ver puerta ante el Vizela, culminaba una triangulación con Aspas y Gabri.

Siete minutos después llegaba la jugada del día: el astro moañés recogía un balón en los tres cuartos del campo, veía un poco adelantado al portero rival y golpeaba de cuchara con la izquierda. Imposible para Winterbottom ante la parábola que había descrito el lanzamiento del céltico, que sumaba así su tercer tanto en esta pretemporada, tras el empate ante el Boavista.

En el descanso, Carvalhal había decidido pasar a defensa de cuatro dando entrada a Óscar Rodríguez por Carlos Domínguez. Ya con el partido resuelto, el técnico de Braga llamó a Luca de la Torre, Paciencia, Carles Pérez, Pablo Durán y Sergio Barcia. El central vigués, que hace dos años debutó en Primera División con el Granada, se estrenaba ayer con el primer equipo del Celta, que una vez más se encomendó a Aspas para conquistar Londres.

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