Tras seis jornadas sin ganar, desde que superó con dificultades en Balaídos a un Betis en inferioridad numérica, el Celta no ha levantado cabeza. El balance es pésimo: un solo punto de los últimos 18 que se han puesto en juego. Esta nociva dinámica ha convertido al Celta en el peor equipo de la Liga en este segmento de competición. Incluso el Elche, colista de LaLiga, que solo ha sumado cuatro puntos en toda la competición, dobla en puntos al equipo vigués.

La mala racha del Celta contrasta con la mejoría protagonizada por el Cádiz, el equipo que le pisa los talones y que ha sido capaz de sumar seis puntos de los últimos quince (una victorias y tres empates) para igualar a puntos en la tabla a los celestes, que solo superan a los cadistas por mejor coeficiente de goles.

De los equipos que le preceden en la tabla, el Sevilla ha sumado cinco puntos y el Espanyol, el Almería y el Girona, seis. El Getafe, que en su visita a Balaídos estaba por detrás del Celta ha incrementado su casillero en siete puntos en este tramo.

Para encontrar una racha negativa semejante hay que remontarse a los tiempos de Fran Escribá en la temporada 2019-20 cuando el preparador valenciano apenas fue capaz de sumar un empate entre las jornadas séptima y duodécima y fue despedido.