Eduardo Coudet, si su destitución no se produce en las horas previas, se la jugará el sábado contra Osasuna, uno de los equipos más estables y reconocibles de LaLiga, pero que al técnico celeste se le ha dado especialmente bien desde que se hizo cargo de las riendas del Celta hace dos años.

El Chacho se ha enfrentado en tres ocasiones al conjunto que dirige Jagoba Arrasate con un positivo balance de dos victorias, ambas en Balaídos, y un empate sin goles en El Sadar la pasada temporada.

La primera de las victorias se produjo en el coliseo celeste en el curso 2020-21 por un ajustado 2-1, con tantos de Iago Aspas y Jeison Murillo, mientras que Roberto Torres marcó por los rojillos. La pasada temporada los celestes se impusieron de forma más holgada (2-0), con la rúbrica de Hugo Mallo (que no estará este sábado por lesión) y Iago Aspas. Previamente, en la segunda jornada liguera el Celta había rebañado en El Sadar un empate sin goles gracias a la gran actuación de Matías Dituro, que detuvo un penalti a Rubén García.

Lo cierto es que Balaídos ha resultado desde hace tiempo un campo esquivo para los intereses de Osasuna, que no gana en el coliseo celeste desde la campaña 2006-07 (0-2) con goles de Valdo y Juanfran. En los 23 enfrentamientos en terreno vigués en Primera División el balance general es netamente favorable para el Celta: dieciséis victorias, seis empates y una sola derrota.