“No estoy abatido pero sí golpeado. No es un lindo momento”, admite Coudet. El argentino volvió a esgrimir en su discurso el peso del infortunio. A la argumentación añade la obvia trascendencia de la tarjeta roja

Coudet no había revisado la acción de Veiga cuando compareció en rueda de prensa. Sin valorar la decisión arbitral en sí, se mostró contundente respecto a su trascendencia: “Lo cambió todo. Quedar con diez a la media hora, con este calor, prácticamente te sentencia. El partido había comenzado como lo habíamos preparado. Lo controlábamos. Lo pudimos abrir y eso iba a permitir espacios”, lamenta. “A partir de la expulsión todo lo que podíamos planificar se derrumbó”.

“La expulsión marca un antes y un después”, recalca el técnico e insiste en el condicionante meteorológico: “No digo que el calor sea un problema principal, pero sí con diez. Sentí la diferencia numérica con el calor. Son el clima y el horario que menos elegiría para quedar con uno menos”.

“Hasta la expulsión estábamos mejor, podíamos lastimar al rival y estábamos llevando a cabo el partido que habíamos planificado”, sostiene Coudet. “En esta Liga es muy difícil jugar con un hombre menos durante quince o veinte minutos, imagina jugar setenta”.

Coudet explica cómo intentó gestionar al equipo en inferioridad: “La idea era seguir en partido hasta el final y luego tomar riesgos. Tratamos de acomodarnos”, comenta. “Hacer un esfuerzo mayor durante muchos minutos te quita esa claridad. Intentamos sobre el final jugarnos el todo y no alcanzó”.

“No nos están saliendo las cosas, no estamos teniendo la fortuna que tenemos que tener. El equipo trabaja, propone. Nos estaba costando abrir el marcador. Hoy nos ponemos por delante, sucede la expulsión y te golpea”, relata. “No es echar todo a la fortuna pero los dos primeros tiros a portería son gol. Nos está sucediendo mucho. No es apuntar al portero ni mucho menos. En el segundo gol hay un desvío y entra”. Sí admite el desliz colectivo en el tercer tanto local: “Me duele. No nos puede pasar que nos salgan de un costado y termine en gol. Esas cosas desdibujan un gran esfuerzo. Es un gol amateur. Pero el partido ya estaba sentenciado”.

“Es una racha más que negativa. Hemos tenido cinco partidos contra rivales que son durísimos para todos”, valora. “Tenemos que seguir intentando. Trabajamos, el equipo intenta jugar de una manera... Por momentos lo hace mejor; por momentos, no, pero no encontramos los resultados”.

“En el partido pasado hicimos todo para ganar y no pudimos. Hoy hicimos todo para que el partido quedara de cara y se nos fue”, resume. “No queda otra que trabajar”.