Aunque el otoño se hubiese retrasado en las lluvias, el temporal y el regimen de mareas han vuelto a concitarse para provocar los clásicos desbordamentos en las dependencias de Balaídos situadas bajo Tribuna. El Celta, que ha denunciado que la reforma del estadio no ha solucionada este problema, ha calificado la situación como de “severas inundaciones” e indicaba ayer: “Los trabajadores del club trabajan a contrarreloj para solventar esta lamentable situación e intentar que vestuarios, despachos, sala túnel, zona mixta, etc., estén operativas para el partido que este sábado disputa el filial en este estadio”.
