Señaló Guillermo Cuadra Fernández el final sin que el Celta llegase a efectuar el centro al área y los celestes se le arremolinaron, reclamándole mayor prolongación o que al menos hubiese permitido concluir ese último ataque. El árbitro llevaba un rato debatiendo con Aspas, ya se había ido aclarando el revuelo alrededor, cuando Paciencia se les acercó. Algo pronunció, sin aspavientos, y Cuadra reaccionó enseñándole la tarjeta roja. “Según he podido ver, le ha dicho ‘muy mal’, en plan que había pitado muy mal, y le ha sacado roja directa. Le he dicho que así estaba el nivel y me ha dicho que así es. He intentado conversar con él. Ya estaba nervioso”, relató Aspas ante las cámaras.

Acertó Aspas en su dictamen. Cuadra Fernández razonó en el acta la expulsión del portugués: “Una vez finalizado el partido y aún sobre el terreno de juego, por venir hacia mí protestando, descalificando mi actuación con los siguientes términos: ‘Muy mal’”. El madrileño, adscrito al Comité Balear, que mostró doce cartulinas amarillas, también expulsó a uno de los preparadores físicos del Celta, Octavio Manera, por “protestar de forma airada y ostensible” una de sus decisiones.

El Comité de Competición decidirá ahora qué sanción impone a Paciencia. Puede aplicar el artículo 124, por actitud de menosprecio o desconsideración al árbitro, o más probablemente el 127, de protestas al árbitro (no se cataloga igual decir “muy mal” que “muy malo”). En cualquier caso, ambos artículos contemplan suspensiones de dos a tres partidos.

Lo probable es que a Paciencia le caigan dos partidos de sanción. Se podría beneficiar de una rebaja si concurriese alguna circunstancia atenuante, de las previstas en el artículo 10. No consta que se haya arrepentido de manera espontánea –al menos el árbitro no lo ha recogido en el acta–. Quizá el Celta pueda alegar que Paciencia carece de antecedentes.

En cualquier caso, Paciencia se perderá con total seguridad el partido del miércoles en Valladolid y queda en el aire su concurso el lunes ante el Getafe. Nueva contrariedad para el delantero, que perdió la titularidad por culpa de las molestias musculares, justo antes de la irrupción de Larsen. El desgaste del noruego podía facilitarle a Paciencia el regreso al once en jornada a mitad de semana. No será así.