El nuevo proyecto del Espanyol afronta su primera prueba seria en Vigo. Después de una pretemporada de altibajos con dos victorias, dos empates y dos derrotas en los seis amistosos veraniegos, el equipo blanquiazul llega a la hora de la verdad con la sensación de que queda mucho trabajo por hacer, algo bastante común en muchos conjuntos, especialmente cuando se produce un cambio en el banquillo. El vigués Diego Martínez, después de un año que dedicó a formarse, a conocer otras formas de trabajar y a desechar las propuestas que le llegaban desde diferentes clubes, afronta el primer partido oficial en su nuevo equipo. Ayer se sentó por primera vez en la sala de prensa esta temporada para repasar asuntos de actualidad y también para pasar como buenamente podía por el tema Raúl de Tomás que tantos dolores de cabeza levanta en estos momentos en el entorno del Espanyol. Después de su etapa de éxito en el Granada y que le llevó a ser considerado para banquillos de mayor calado, el preparador vigués se ve en la disyuntiva de consolidar su trayectoria como entrenador.

“Nos enfrentamos a un rival con una gran plantilla. Balaídos es un estadio que exige mucho. Esperamos ser un equipo competitivo, que nos acerque a nuestra mejor versión y nos permita progresar en nuestro crecimiento. Tenemos confianza y motivación. Ahora, toca luchar. Es una cuestión de fe, como dicen los aficionados del Espanyol”, reflexionó ayer el técnico perico, que anunció las bajas por lesión de Raúl de Tomás, Puado, Pedrosa, Pol Lozano y Gori, los tres primeros titulares indiscutibles.

Aunque el club ha realizado ya cinco fichajes (Brián Oliván, Joselu, Vinicius Souza, Lecomte y Edu Expósito), la plantilla se encuentra aún en fase de construcción. Quedan por retocar varias parcelas, pero el técnico no quiere excusas. “La intención, la actitud y el querer hacer las cosas son innegociables. A pesar de las circunstancias complejas en las que estamos, seguro que vamos a dar lo mejor de nosotros porque estamos unidos en esto. Creo en este equipo”.

El expreparador gallego se mostró satisfecho por la “ilusión” y el entusiasmo de sus hombres, cualidades que fueron claves para empatar ante el Nápoles (0-0) en un pulso exigente. “Al final, la mentalidad es lo que te mantiene como equipo durante toda la temporada y la de este equipo es positiva, competitiva, ambiciosa, exigente, creativa, optimista y pasional”, proclamó Diego Martínez.

Cuestionado por el futuro de RDT, el técnico prefirió desmarcarse y centrar sus energías en el choque en Balaídos. “Lo único controlable es sacar al equipo más competitivo posible en Balaídos. El Espanyol es una cuestión de fe y todos tenemos que tenerla. Los que pisemos el césped de Balaídos sentiremos el privilegio de defender este escudo”. En ese once, estarán cuatro de los cinco fichajes, mientras Edu Expósito, el último en llegar, también podría debutar. Joselu, otro futbolista con pasado céltico, será la referencia ofensiva de los pericos.