Todo está en manos de Santi Mina. El delantero sigue dándole vueltas a la posibilidad de marcharse a jugar al Al-Shabab, equipo que el sábado disputó el Memorial Quinocho ante el Celta. Vigueses y saudíes han llegado a un principio de acuerdo por el que el futbolista se marcharía en calidad de cedido y los árabes cubrirían la totalidad de su sueldo. Por los clubes no habrá problema, pero ahora es Santi Mina quien debe dar el visto bueno a la operación.

Hasta el momento había descartado esta posibilidad porque su intención era esperar a que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía resolviese el recurso presentado por la condena por abuso sexual. Mina y su entorno eran optimistas en cuanto a los tiempos y eso les invitaba a esperar la resolución.

Pero en los últimos días la situación ha ido cambiando y Mina ya se plantea una salida. El equipo árabe, que entrena Vicente Moreno, ha aparecido como solución al problema. Llegaron a un acuerdo con el Celta que ayer seguía hablando con el entorno del delantero detalles de una operación que podría estar condicionada a lo que sucediese en caso de que el Tribunal Superior de Andalucía se pronuncie.