El internacional sub21 Julen Lobete se convirtió ayer de forma oficial en el quinto fichaje del Celta , al que llega procedente de la Real Sociedad y con el que firma un contrato para las próximas cuatro temporadas, hasta junio de 2026.

El delantero tendrá ficha con el filial los primeros dos años, aunque trabajará en muchos momentos a las órdenes de Coudet. Al tener ficha del filial (como sucedió por ejemplo en el caso de Baeza) se hace por una cuestión de evitar que aumente la masa salarial de la primera plantilla, que ya va bastante justa. Gracias a esta maniobra se desahoga un poco la situación desde el punto de vista financiero. De todos modos, lo de Lobete será un “hola y hasta luego” porque el Celta está trabajando ya desde hace días en buscarle un equipo donde el delantero vasco pueda jugar en calidad de cedido esta temporada. La intención del club es que juegue en un equipo de la Liga española para que la exigencia sea alta y el control sobre su evolución sea mucho más sencillo. Las pretensiones del Celta pasan por encontrarle un equipo en Primera División donde varios clubes han tanteado la posibilidad. Y en Segunda el interés en él es general. En Vigo saben que no van a tener problemas para dar con un destino que pueda cumplir con las condiciones que persiguen y donde Lobete pueda tener un papel protagonista y continuar su buene evolución.

Lobete disputó más de 40 partidos con el filial de la Real Sociedad en Segunda División B y 23 en la categoría de plata. Además, jugó 13 encuentros en Primera División con el equipo donostiarra, en los que marcó dos goles en otros partidos en los que Imanol Alguacil le alineó en el once titular.

El atacante es el quinto refuerzo del Celta tras Williot Swedberg (Hammarby), Luca de Torre (Heracles), Unai Núñez (Athletic Club) y Óscar Rodríguez (Sevilla). Aún quedan otros tantos por realizar en las cinco semanas de mercado que restan.