Óscar Rodríguez aterriza en el Celta
El centrocampista llega a Vigo cedido con una opción de compra de ocho millones - El Celta intentó su fichaje hace dos temporadas cuando pertenecía al Real Madrid, pero en aquel momento el Sevilla pagó 13,5 millones por él

Óscar Rodríguez, a su llegada anoche a Peinador / Ricardo Grobas
Óscar Rodríguez llegó anoche a Vigo para convertirse en el segundo fichaje del Celta de cara a la próxima temporada. El centrocampista del Sevilla arriba al club vigués en calidad de cedido aunque con una opción de compra de ocho millones de euros. El futbolista, que estaba cerca de marcharse al Getafe –club en el que estuvo a préstamo durante el segundo tramo de la pasada campaña– finalmente se ha decantado por la propuesta del Celta que le resulta ahora mismo más atractiva.
Se cumple así un viejo deseo del club vigués que ya trató hace años, cuando era jugador del Real Madrid y había terminado su periodo de cesión en el Leganés, de hacerse con los servicios del futbolista talaverano pero en aquel momento se decantó por la propuesta del Sevilla, equipo en el que en estas dos últimas temporadas no logró el protagonismo que esperaba. Pero en Vigo siguieron en permanente contacto con él y su entorno por si se daban las circunstancias ideales para un nuevo acercamiento. Esa posibilidad surgió en las últimas semanas.
Óscar no entraba en los planes del Sevilla pese a que su cesión al Getafe en el mercado invernal le había dado los minutos que le negaba Lopetegui. Quique Sánchez Flores le utilizó en diecinueve partidos (todos los que disputó el cuadro madrileño desde su llegada) y aunque no anotó ningún gol (es uno de los centrocampistas con mejor disparo de larga distancia en la Liga) sí recuperó el paso que parecía haber perdido en Sevilla.
Después de esos meses fructíferos en Getafe, Óscar Rodríguez parecía que continuaría en el Coliseum hasta el punto de que Angel Torres, presidente del club madrileño, anunció el miércoles que estaba casi cerrado el acuerdo con el Sevilla para prolongar su cesión con una opción de compra. Pero justo en ese momento surtió efecto la presión del Celta, cuya oferta satisfacía más las pretensiones del futbolista y de sus agentes. Y ya de paso, el Celta se “vengaba” de alguna manera de Angel Torres después del “caso Okay” que impidió al equipo vigués ingresar los tres millones de euros que había acordado en caso de que el Getafe lograse la permanencia.

Óscar Rodríguez, ayer a su llegada al aeropuerto de Peinador. // Ricardo Grobas / j.c.a.
Oscar Rodríguez, que solo tiene 24 años y ya acumula 110 partidos en la máxima categoría, será el segundo refuerzo del Celta después del sueco Swedberg y abriría una serie de incorporaciones que el equipo vigués prevé realizar en muy corto plazo con la intención de que aumente el número de efectivos de futbolistas que viajarán la próxima semana junto a Coudet a la gira por México y Estados Unidos. En plena vorágine de rumores, el Celta vuelve a agarrarse a esa vieja práctica de regresar en busca de los futbolistas que tocó en algún momento. Oscar Rodríguez pareció fuera de su alcance después de su llegada al Sevilla, pero las circunstancias le han dado una nueva oportunidad que en Vigo han sabido aprovechar.
El centrocampista es un producto de la cantera del Real Madrid a donde llegó cuando solo tenía once años y jugaba en Los Navalmorales, el modesto equipo de la localidad próxima a Talavera donde nació. Óscar creció en la cantera del equipo blanco donde siempre tuvo un papel protagonista. Primero en el juvenil que dirigía Luis Miguel Ramis y posteriormente en el Real Madrid Castilla de Santiago Solari. Debutó con el primer equipo en la temporada 2017-18 en una eliminatoria copera ante el Fuenlabrada. En verano de 2018 fue cedido dos temporadas al Leganés donde explotó definitivamente. En esos dos años jugó en 61 partidos en la máxima categoría y anotó 13 goles (muchos de ellos espectaculares) que despertaron la curiosidad de importantes equipos de la Liga. Aquella aventura la cerró con el descenso a Segunda División del Leganés que supuso la salvación del Celta que se jugaba la categoría en Cornellá ante el Espanyol. De ese domingo de penitencia queda la última jugada del partido en la que Óscar Rodríguez tuvo en sus botas la salvación del Leganés y la condena del Celta. Pero su disparo, inexplicablemente teniendo en cuenta sus antecedentes, salió alto y permitió que los vigueses celebrasen la permanencia. Finalizado ese periodo de cesión, el Real Madrid le vendió al Sevilla por 13,5 millones de euros (y el equipo blanco se quedó con el 25% de sus derechos). El Celta intentó su fichaje sin suerte en aquel momento y se sentó a esperar. Justo ahora sus caminos se reencuentran. Al menos por un año. Los próximos doce meses determinarán hasta dónde llevarán su relación.
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