Brais Méndez se despidió del Celta diciendo que este equipo “siempre” será su casa. “Ha llegado el momento de despedirse de la que ha sido, es y será siempre mi casa”, señaló el centrocampista, que agradeció a los trabajadores del club por inculcarle “unos valores” que va a llevar “siempre” por delante “tanto dentro como fuera del campo”. Ayer comenzó a entrenar con la Real e Imanol, su técnico, auguró una integración “muy rápida”.