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Brais “financia” la remodelación

El Celta traspasará al canterano a la Real Sociedad por 15 millones, que pueden ser hasta 18 por objetivos, y un porcentaje de una hipotética venta futura - El centrocampista firmará por seis temporadas

Brais Méndez, en el partido contra el Betis en Balaídos de la pasada temporada. | // R. GROBAS

El Celta ultima el traspaso de Brais Méndez a la Real Sociedad. El club celeste ingresará 15 millones de euros, que podrían subir hasta 18 si se cumplen determinados objetivos, y se reserva un porcentaje de sus derechos federativos en una futura venta. Es una operación que en la cúpula de Príncipe se asimila con tanta satisfacción como tristeza. Brais tenía contrato hasta 2024. A sus 25 años encadenaba ya cinco temporadas consecutivas en el primer equipo. Con Coudet había recuperado su mejor rendimiento, aún con capacidad de crecimiento. Y la directiva aprecia que siempre se ha comportado de manera excelente; también en los malos tiempos, de permanencias sufridas, actuaciones irregulares y silbidos desde la grada. Pero la oferta donostiarra se ha considerado irrechazable. Brais, en un contexto de mercado paralizado y a la baja, aportará la financiación necesaria para impulsar la remodelación de la plantilla. De Luis Campos depende que el sacrificio de su marcha merezca la pena.

De hecho, el traspaso de Brais Méndez, por lo que supone para Carlos Mouriño y Antonio Chaves, confirma tanto la apuesta por Campos como por una reconversión profunda del proyecto. Difícilmente se habría aceptado el sacrificio, incluso a este precio, si no existiese una fe absoluta en que el “arquitecto” portugués entregará a Coudet un equipo potenciado. La baja de Brais será difícil de cubrir a nivel futbolístico y emocional. Toda vez que el divorcio con Denis Suárez no admite remedio por parte de Mouriño, el Celta se desprende del jugador destinado a recoger la enseña celeste de manos de Aspas y Hugo Mallo. Ya no será él quien prolongue la jefatura espiritual de los canteranos.

Brais lo ha sido, enrolado en A Madroa desde 2012. Atrás quedaba su etapa inicial en el Santa Mariña y dos temporadas en el Villarreal, donde nunca llegó a curarse de la morriña. En Vigo creció al ritmo adecuado, refugiado en su familia, y debutó con el filial bien pronto, en 2014. Pero nadie pensaba que pudiese instalarse ya de manera estable en el primer equipo cuando Unzué le dio la alternativa ante el Getafe, el 21 de septiembre de 2017. Unzué es una figura capital en la carrera del jugador y Brais, su gran legado como entrenador céltico. El mosense destacó en una campaña insípida, ganándose la internacionalidad por parte de Luis Enrique.

Brais ha sido una pieza clave desde entonces para todos los técnicos, aunque ha sufrido también las convulsiones e irregularides de las dos campañas de permanencia agónica. A veces le penalizó la ubicación, como cuando jugó por la banda izquierda. La inconsistencia y la impresión de frialdad le granjearon las críticas de un sector de la afición. Brais, que llegó a cancelar su cuenta en alguna red social para evadirse de la presión, jamás se quejó de manera pública. Su discurso, incluso en el lamento, ha estado presidido por el respeto. Igual que su comportamiento en el vestuario; no llegó a convertir nunca en uno de los líderes, pero sí en un elemento de suma y cohesión.

Si la Real Sociedad acepta pagar entre 15 millones y 18 millones es porque Brais ha recuperado el tono desde la llegada de Coudet. El argentino ha sabido exprimirle el jugo. Ha aprovechado su calidad en el juego combinativo, haciéndolo partir hacia trayectorias interiores desde la derecha, sin encorsetarlo en la banda. Brais ha afinado su asociación con Mallo, en las subidas del lateral, y con Aspas en las paredes en la frontal. Con Coudet ha mejorado sus prestaciones en la presión defensiva y ha adquirido un afilado despliegue aéreo. Pero sobre todo ha exhibido su cualidad más diferencial: hacerse indetectable en el área o sus inmediaciones para obtener cifras de gol apreciables, considerando su posición.

Todas esas características se traducen en las cifras con las que cierra su etapa en el Celta: 153 partidos, 20 goles y 15 asistencias en partidos oficiales con el primer equipo. Y es el perfil que ha provocado que el entrenador de la Real Sociedad, Imanol, haya solicitado de manera específica su fichaje. No son tiempos de dispendio, ni siquiera en una entidad tan aseada como la donostiarra. La directiva txuri urdin ha tenido que realizar un esfuerzo. La excelente relación que existe con sus homólogos célticos les facilitará cómodos plazos de pago. Brais, por su parte, firmará por seis temporadas con una escuadra que fue quinta en la pasada temporada, campeona de la Copa de 2020 (aunque la final se disputase en 2021) y aspirante a los puestos de Liga de Campeones.

Al Celta le toca ahora acelerar. Porque la remodelación solo ha avanzado en ventas, préstamos que no se renuevan y rescisiones de contrato. Y habrá ausencias difíciles de cubrir, como las de Araújo y especialmente la de Brais; un operación tan suculenta como desasosegante.

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