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“La afición del Celta tenía muchas cosas que decir”

El responsable de la nueva campaña de abonados explica que su principal objetivo es acabar con el distanciamiento entre el club y los aficionados

Raúl Rivas, en la grada del estadio de Balaídos Alba Villar

Llegó a Vigo hace siete meses procedente del Barcelona y atraído por el proyecto que le presentó el Celta. Desde entonces ha tratado de reconstruir los puentes que se fueron derrumbando en los últimos años entre el club y su base social. Esta semana presentó su primera campaña de abonados.

–¿Cuántas veces al día consulta el ritmo al que se está abonando la gente?

–Bueno, yo es que soy un poco maniático con eso. Supero la media en esas cosas porque veo mucho todo…puedo consultarlo unas cinco veces al día.

–¿Y por ahora cómo de satisfecho está?

–Vamos muy bien. Tanto la campaña de renovación como la de solicitud de altas.

“En dos días hemos hicimos dos mil renovaciones y mil solicitudes de alta”

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–¿Datos?

–En estos dos primeros días [la entrevista se realizó al mediodía del pasado viernes] llevamos ya unas dos mil renovaciones y unas mil solicitudes de nuevas altas. Creo que son buenos números. La nueva plataforma me parece que está ayudando porque la gestión es rápida y ágil y eso también provoca que mucha gente haya renovado con rapidez. Entran y se dan cuenta que todo el proceso, incluido si quieres financiación o pago aplazado, es más rápido. Adelantamos cosas que en otro tiempo requerían de más tiempo y más pasos.

–¿Tiene la impresión en estos días de que el mensaje que lanzaron en la presentación de la campaña la gente lo ha captado?

–Yo creo que sí. La sensación que tenemos y los comentarios que nos llegan son positivos. Y ves que la gente cuando te escribe lo hace con otro tono. Antes te llegaba una consulta que incluía un reproche, una queja. Ahora en cambio te llega una pregunta sin más, sin el comentario crítico. A nivel social la gente parece más satisfecha con lo que se está encontrando.

Raúl Rivas, en el estadio de Balaídos ALBA VILLAR

–Lleva siete meses en Vigo. ¿Qué es lo que se encontró, qué detectó?

–Vi que había una mochila muy grande. La afición tenía muchas cosas que decir y no había tenido la oportunidad de decirlas. En las primeras reuniones que empezamos a mantener con abonados me di cuenta de que había mucho pendiente. Pero no de la pasada temporada o la anterior…sino que la gente te contaba cosas y problemas de hace diez años. Había faltado ese canal de comunicación directo con el club. Es verdad que se había lanzado “escoitamos” pero a lo mejor esa empatía que genera un contacto personal, ese nivel humano, les faltaba. Lo echaban de menos y era algo que llevaban acumulado. Hay cosas que no dices en un correo. Como no sabes quién te va a responder…pues te lo guardas. Pero cuando a esa misma persona le dices “ven y me lo cuentas a la cara” su reacción es diferente. Y esa mochila de mucho tiempo es lo que me encontré.

–Viene de trabajar en el área social del Barcelona, ¿encontró muchas particularidades en el abonado, en el aficionado del Celta?

–En el Barcelona aunque las cosas se hagan bien o mal no había esa crispación. El ambiente en Vigo era mucho más crítico, el distanciamiento sí era evidente.

–En la presentación del otro día usted utilizó el término “reconciliación”. Y es la primera vez en mucho tiempo que en el Celta alguien asume que existe una grieta por cerrar.

–El distanciamiento era claro. Había críticas por diferentes temas y creo que el club era consciente del problema y por eso veían la necesidad de incorporar a alguien para que hiciera de ese nexo. Y por eso estoy aquí. Era necesario volver a comunicar con el abonado y volver a tener esa relación más fluida que nos lleve a otro escenario.

–¿El objetivo de la campaña cuál es?

–El número uno es que el abonado vea que lo que ha transmitido está plasmado. Que se vea que hay un trabajo en común entre el club y los abonados. Para mí recuperar ese camino es esencial, que se vea que los dos vamos en la misma dirección. Por eso todas las medidas que se han propuesto son lo que nosotros creíamos que se debía hacer apoyado con la opinión de cada uno de los abonados con los que hemos mantenido contacto estos meses.

“Es esencial que el abonado sienta que participa, que es un miembro activo del club”

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–¿El objetivo no es un número entonces?

–Sí, porque el número ahora mismo, con una grada menos, es complicado. Hay un aforo de 18.000, tienes que dejar un porcentaje de venta en taquilla para el celtista que no puede permitirse un abono o por equis motivos. Es más que el abonado sienta que participa, que es un miembro activo del club. Y que eso luego repercuta en la asistencia que es una de mis preocupaciones.

–Un porcentaje de abonados paga y luego no acude al estadio. ¿Cómo se le devuelve ese hábito?

–Es complejo. Intentar que venir al campo sea un atractivo que supere lo que es el fútbol. Yo creo que de la gente que no viene al estadio más de un 75% ve el partido por la televisión. No es un tema de ver al equipo, sino de venir al campo. El Celta y el resto de los clubes tienen que trabajar por dar ese extra, por ofrecer ese algo más para que te ayude a salir de casa un lunes. Que digan “vamos allí porque además de ver al Celta voy a hacer otras cosas”.

–Un problema en el Celta con el estadio en obras.

–Hay limitaciones, pero también puedes pensar cosas. En el último partido con la despedida de Nolito pues hicimos un sorteo entre los abonados presentes…puedes seguir creando cosas. El tema es adaptarte a lo que tienes en ese momento y generar nuevas ilusiones o experiencias que la gente pueda disfrutar.

–¿Qué explicaciones le da la gente cuando pregunta por qué no van al estadio teniendo en abono pagado?

–Nos encontramos con que los que no vienen es por tres razones fundamentales: porque después de la pandemia aún hay un recelo importante a estar en un sitio con mucha gente; otro grupo es gente que no reside en Vigo; y el tercer punto eran personas que no tenían con quien venir.

–¿Le hablan mucho del aparcamiento?

–Sale en todas las reuniones. Sabemos las limitaciones que hay y estamos trabajando en algunas fórmulas. Por ejemplo estamos viendo la posibilidad de habilitar un punto “de descarga” para que la gente que venga con familia, personas mayores. Se les dice que pueden parar un par de minutos en cierto sitio, se baja la gente y ellos continúan en busca del aparcamiento. Son medidas que a lo mejor no son lo que nos gustaría tener, pero la próxima temporada sí nos pueden ayudar.

Raúl Rivas, en el estadio de Balaídos ALBA VILLAR

–¿Del estadio la gente se queja mucho?

–Creo que está asumido. No llegan demasiadas quejas porque creo que la gente tiene claro que es lo que hay e interpretan que ya no es un tema nuestro. Los abonados conocen la realidad del estadio y ya no te plantean cuestiones relacionadas con él.

–Habla de que no hay un número objetivo, pero ese objetivo sí existirá en las cuentas del club.

–Lo ideal sería tener todo lleno salvo el 15-20% que queremos dejar para venta en taquilla. Queremos que todos los asientos estén comprometidos por una cosa o por otra.

–La gente suele reclamar que se premie aún más la antigüedad. ¿Por qué no se hace?

–Es un tema que ha salido en las reuniones y en el que hemos estado trabajando. Ahora mismo la prioridad que hay con la antigüedad son las entradas que se dan a los socios históricos. Pero por ejemplo en los cambios de asiento que se van a solicitar una de las prioridades será la antigüedad; en el programa de puntos también queremos hacer algo con la antigüedad…Vamos a intentar darle más relevancia en todo. Tiene toda la lógica. Hay cosas que ya están cerradas y que se presentarán antes del comienzo de Liga.

–¿Ayuda a parados?

–De momento a nivel de abono no hemos abierto esa posibilidad. Lo que hemos intentado a nivel de entradas es hacer un pequeño cambio en la política de precios. Bajarlos y que esa personas que no podían pagarse el abono tengan la posibilidad de asistir. Vamos a tirar por ahí.

–Dice Florentino Pérez que el fútbol no interesa a los jóvenes. ¿Detecta ese problema en el Celta?

–Pues no estoy de acuerdo con él. Es al contrario. En el Celta el grupo de mayor asistencia es el de los menores de 25. Y con el cambio en los precios hemos visto que muchas entradas se vendían en la categoría de sub25. En los partidos entre semana más de la mitad de las localidades se despachaban a menores de veinticinco años. Si pones u ofreces lo que ellos esperan…vienen porque les gusta el fútbol.

–Es decir que la política de precios del último tramo de la pasada temporada se mantendrá en esta.

–Sí. La idea es que venga al campo el mayor número de celtistas posible. Como sabemos que hay muchos perfiles y que hay gente que no puede hacerse abonado por diferentes circunstancias sobre todo económicas…pues no podemos cobrarle setenta euros por un partido porque tampoco podrá venir. Queremos que Balaídos se llene.

–¿Habrá algún cambio con la grada siareiros?

–De momento esta temporada no. Estamos en contacto permanente con ellos y trabajamos en qué podemos hacer para la próxima campaña. Hay un proyecto interesante pero que no hemos terminado aún. Está algo limitada en Río Bajo y no hay posibilidad de nuevas altas porque el aforo es el que es. Esperemos que cuando la podamos mover a Marcador pueda ser una grada referencia.

–O sea que el traslado a Marcador ya está decidido.

–Sí. Porque además es lo que ellos quieren. Es una de las zonas que nos pueden ayudar a crecer y estamos en contacto con ellos.

–A veces sobre los abonados ha existido cierta “leyenda negra” sobre su actitud con quienes dejaron de serlo en algún momento. Pero eso se cae después de saber que ellos mismos fueron quienes pidieron que quitase la cuota de alta a los abonados que se fueron durante la pandemia ya fuese por los cincuenta euros famosos, la falta de financiación….

–Es muy positivo. Hay temas en los que son más reacios y generan más controversia, pero en éste desde el minuto uno la gente tenía claro que había que recuperar a la gente. Al final era porque les tocaba de cerca. Todos conocen a alguien a quien le ha pasado. Y los echan de menos. Es que a lo mejor no son amigos de barrio sino amigos que han hecho en Balaídos viniendo a ver al Celta todos los domingos.

–¿Cuál es la razón de ser de la cuota de alta para los abonados, se han planteado suprimirla?

–Yo creo que tiene una doble función: es una medida para premiar al abonado que renueva su abono y por otro lado puede ejercer de stopper para su baja. Seguramente se pueden buscar otras fórmulas. Yo antes que quitarla me inclino por otras alternativas como por ejemplo que esa cuota de alta se descuente del abono si por ejemplo se mantienen como abonados 5 años seguidos (en la renovación del quinto año se descontaría ese importe). De todas formas me falta algo de información al respecto. Cuando avancemos en la campaña tendré más información sobre el impacto que tiene en las altas.

–¿Han pensado en que las consultas a los abonados sean frecuentes, más allá de cuestiones puntuales o de reuniones para futuras campañas?

–Sí porque es positivo. Es más fácil construir que imponer. Resulta más sencillo que apoyes algo sobre lo que te he preguntado antes que algo que te he impuesto. Es fácil que digas entonces “esto no me gusta” solo porque no has participado. La gente aporta ideas muy buenas que no se te han ocurrido. Hay que pensar que nuestro equipo son cinco o seis personas, pero la masa de abonados son 15.000 cabezas que pueden tener ideas muy valiosas. Y hay gente con mucha creatividad. Nutrirte de eso es positivo.

–¿No cree que hay demasiados clubes como el Celta que han vivido de espaldas a sus aficionados, que les han tratado casi como simples clientes?

–No sé si cliente…pero creo que en el fútbol se han olvidado los básicos. Esto ha evolucionado mucho en estos años. A veces se quieren dar diez pasos de golpe y convendría hacerlo de uno en uno. Quizá los clubes han ido dirigiéndose a patrocinios, a derechos televisivos y otros lugares donde entendían que les dan el dinero para vivir…y a lo mejor dejas otro área desatendida. A los abonados y aficionados hay que hacerles sentir partícipes y los clubes, encerrados en su día a día, puede que no pongan todos los recursos en esas áreas. Al final la gente va al campo por el equipo y lo tienen como una tradición, una costumbre. Los clubes piensan que van a venir haga frío, nieve, llueva... Esa es una de las razones por las que los clubes han desconectado un poco de su gente. Teníamos que haber tenido políticas sociales fuertes desde antes. Que la gente que venga tiene que estar contenta. Y al mismo tiempo se puede ir a jugar a China sin problemas porque son cuestiones complementarias. Ese cambio social creo que no se ha hecho, pero no en el Celta sino en los clubes de fútbol en general.

–¿El fútbol es caro en España?

–Creo que no. Nuestro abono más económico hablamos de diez euros por partido. A veces se ve caro porque no se le da el valor que tiene.

–Los horarios son uno de sus grandes enemigos. ¿Cómo se le combate?

–Tenemos que probar cosas. Ahora mismo es complicado venir un lunes a las nueve de la noche. Ya sabes que hay gente que no va a venir: el menor de quince que tiene colegio al día siguiente, al mayor de sesenta y cinco también le va a costar…Tienes que trabajar en otro perfil o en ofrecer algo que empuje al aficionado. También digo que no lo hemos intentado aún todo, que nos falta camino por recorrer…

–¿Horario ideal?

–Sábado a las seis y media. Brutal. Antes de la cena, al día siguiente no madrugas, gana el equipo y te vas con alegría a tomar un par de cañas… funciona de maravilla.

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