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El inesperado aliado mexicano

Los traspasos de Araújo y Orbelín al América y Chivas respectivamente podrían dejar en las arcas del Celta cerca de diez millones de euros | El atacante se resiste aún a la idea de regresar tan pronto a su país

Orbelín Pineda se lamenta tras una ocasión fallada en un partido ante el Levante. // ALBA VILLAR

No estaba en los planes del Celta que fuese el mercado mexicano su sustento económico, el que le facilitara buena parte del dinero que necesitaba para afrontar un verano movido como el que se espera. Las previsiones –que en el mundo del fútbol rara vez se cumplen– eran otras. Pero de repente el club se ha encontrado con que el posible viaje de vuelta de Araújo y Orbelín a su país puede suponerle un mínimo de ocho millones de euros, una cifra muy respetable en este mercado encogido que estamos viendo hasta el momento.

A estas horas la vida del Celta gira en torno a México y la posibilidad de cerrar estas dos operaciones. Sobre todo la de Orbelín. Lo de Araújo lleva días resuelto pendiente de detalles que, a ojos de los negociadores, no supondrán un problema. En base al acuerdo con el América el central se marchará a cambio de casi tres millones de euros fijos que aumentarían a cerca de cinco si se dan una serie de condicionantes de fácil cumplimiento.

Algo más complejo es el caso de Orbelín Pineda. El atacante sí que no tiene tan claro su regreso a México. Es cierto que necesita un equipo que le garantice presencia porque su gran aspiración inmediata es jugar el Mundial y Gerardo Martino, el seleccionador, necesita que esté jugando con frecuencia en un equipo. En el Celta sabe que con Coudet en el banquillo está posibilidad es casi inexistente. En México Chivas le ofrece esta posibilidad aunque la idea de Orbelín Pineda es la de exprimir esta posibilidad en Europa. Matías Almeyda, entrenador del AEK, mantiene su idea de contratarlo pero en calidad de cedido. El Celta no se plantea ahora mismo esta solución y la idea que le seduce es la de venderle al Chivas –con el que ya tiene cerrado el acuerdo– por una cantidad que estará en torno a los cuatro millones de euros. Un negocio redondo por un futbolista que hace seis meses llegó a Vigo con la carta de libertad en la mano. En apenas medio año el Celta habría conseguido una cifra importante por un jugador que no gusta a su entrenador. Por eso en Vigo ya no piensan en una cesión que pueda ayudarle a su proceso de aclimatación a Europa. Quieren el dinero que supone su venta a México. Y presionan en ese sentido con la idea de que el futbolista acceda al acuerdo. Pero Orbelín resiste. Salió de México con la idea de triunfar en Europa y no quiere regresar tan pronto y ofreciendo la sensación de “haber fracasado”. Sabe que las puertas de las ligas europeas puede que no se vuelvan a abrir con tanta facilidad y que sobre él caiga un pequeño estigma que le penalice a ojos de otros clubes. Por eso mantiene las dudas mientras el Celta se come las uñas esperando el desenlace de una historia que puede suponer un importante e inesperado –por su procedencia– empujón económico con el que afrontar las operaciones que aún deben llegar durante las semanas que restan de verano. Y todo ello sin desprenderse aún de alguno de los futbolistas más importantes a ojos del entrenador.

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