El Celta se exige una digna despedida

Por lo demás, esta visita a Mestalla se celebra en medio de un ambiente muy crispado por la masiva protesta de la afición che contra Peter Lim, el máximo accionista del club, tras publicación por el diario Superdeporte de los audios del presidente, Anil Murthy, que han indignado profundamente a la masa social del club. Más de una decena de plataformas de aficionados preparan una gran protesta en Mestalla media hora antes del inicio del encuentro.

Las dificultades para el Celta vienen dadas por la plaga de bajas que sigue afectando al equipo en este tramo final de la temporada. El último en sumarse a la larga lista de lesionados ha sido Fran Beltrán, que se produjo en el último partido un esguince en el ligamento interno de su rodilla derecha con un pronóstico de baja de entre tres y cuatro semanas, con lo que la actual temporada es ya historia para el madrileño. El problema es que a la ausencia de Beltrán se suma la baja, por acumulación de amonestaciones, de Renato Tapia, lo que deja al Celta sin ningún pivote natural. Denis Suárez o el canterano Gabri Veiga son, sobre el papel, las opciones más factibles para ejercer el papel de ancla, aunque el Chacho valora la posibilidad de adelantar al medio campo a uno de sus defensas centrales.

Ante la ausencia de centrocampistas, Coudet ha incluido en la partida a Damián Rodríguez, del equipo juvenil, que podría tener sus primeros minutos en Primera División en Mestalla.

A la lista de bajas hay que agregar también a Hugo Mallo, Franco Cervi, con lesiones de larga duración, y a Santi Mina, apartado del equipo sin fecha de retorno debido a su condena por abusos sexuales. Coudet recupera sin embargo ante el Valencia a Jeison Murillo y a Nolito. El retorno de este último es especialmente significativo, no solo porque va a poder despedirse del Celta sobre el terreno de juego después de recibir el homenaje de Balaídos, sino porque va a permitir a Coudet contar con un especialista en el costado izquierdo del frente ofensivo.

El choque frente al Valencia será el de la despedida de un buen número de jugadores que ya no van a seguir la próxima temporada y por este motivo el preparador céltico se lleva a Valencia a todos sus jugadores. Para el choque, el Chacho solo cuenta con 16 futbolistas de campo y tres porteros, incluido el canterano Coke Carrillo.

Con las aguas revueltas y la afición en pie de guerra contra la gestión de Peter Lim y Anil Murthy, afronta el Valencia este último partido del curso, que también será de despedida para parte significativa del plantel valencianista. El choque contra el Celta puede ser el último para la mayoría de los jugadores que acaban cesión (Alderete, Hélder Costa, Bryan Gil e Iláix Moriba) y de varios de los pesos pesados del club, como Gonçalo Guedes, Maxi Gómez, Carlos Soler o José Luis Gayá, a quienes el Valencia planea vender en verano para obtener financiación.

José Bordalás cuenta con las bajas de Omar Alderete, sancionado, y de Toni Lato y Hugo Guillamón, por lesión. Asimismo, es improbable (aunque no seguro) que Hugo Duro no se recupere de sus problemas físicos. A estos contratiempos, hay que agregar que Gonçalo Guedes podrá jugar un máximo de 45 minutos al existir una cláusula en su traspaso del PSG que obligaría al Valencia a pagar un extra si disputase el encuentro completo.