La Comisión Nacional Antiviolencia pide una sanción de seis meses sin entrar en recintos deportivos y 3.500 euros de multa para cada uno de los cien aficionados que participaron en una reyerta multitudinaria entre radicales antes de la disputa del Celta B-Deportivo en Balaídos.

En la pelea, según explica el órgano dependiente del Ministerior del Interior, se utilizaron "todo tipo de objetos contundentes como mangos de azadas, hachas, barras de metal, defensas extensibles, llaves de pugilato y otros elementos similares que provocaron graves destrozos a varios vehículos de camino al estadio".

Asimismo, asegura que los radicales se lanzaron mutuamente bengalas y artefactos pirotécnicos en la vía pública.

Aunque el partido se jugaba el domingo por la mañana, los radicales de ambos equipos se citaron horas antes en las inmediaciones del parque de A Bouza. Allí comenzaron los enfrentamientos que se extendieron durante unos minutos por las calles próximas, hasta que la policía intervino y les dispersó tras hacer las oportunas identificaciones.

Posteriormente, durante el partido se produjo la famosa invasión de campo de los aficionados del Celta para celebrar su triunfo y acercarse a la grada donde se encontraban los hinchas del Deportivo, hechos por los que el Celta fue sancionado con 30.000 euros.