“Denis, quédate; Denis, quédate; Denis quédate...”. Los aficionados del Celta ayer se pronunciaron casi por primera vez en Balaídos en la polémica que mantienen el club, con Carlos Mouriño a la cabeza, y el canterano desde el pasado verano. La actuación del centrocampista, sobre todo en los primeros minutos, fue estelar, y eso hizo que el público estallase a su favor. Si antes habían salido públicamente sus compañeros y hasta su entrenador a destacar la importancia que tiene el futbolista y su deseo de que continúe el próximo curso en Vigo, ayer lo hizo la grada. Y al unísono.

La etapa del canterano tiene como fecha de caducidad el final de la presente temporada toda vez que la entidad le exigió abandonar la agencia de representación de la que él mismo forma parte. Su entorno, en cambio, sostiene que los argumentos del Celta son puramente económicos y por ello le han abierto la puerta de salida de par en par. Precisamente el propio Carlos Mouriño también fue señalado ayer por un sector de la afición, aunque menos minoritario, cuando se escucharon cánticos de “Denis, sí; Mouriño, no”.

Eduardo Coudet decidió reemplazarlo en el ecuador de la segunda mitad y gran parte del público se puso en pie para despedir al jugador con una sonora ovación y varios cánticos pidiéndole que su idilio con el Celta no termine aquí. El jugador devolvió los aplausos y agradeció el gesto de sus aficionados, algo que repitió en sus redes sociales minutos después. “Me quedo con vuestro cariño incondicional. Gracias por tanto”, escribió.

Las dos asistencias que repartió ayer el de Salceda, a Galhardo y Aspas, elevan a seis los pases de gol que ha dado esta temporada, más que cualquier otro jugador de la plantilla celeste. De hecho, este curso ha dado un paso hacia delante en el aspecto ofensivo y, además de asistir, ha visto puerta en tres ocasiones.

Si el club y él mantienen sus posturas como han hecho hasta ahora, el de ayer será el penúltimo partido de Denis en Balaídos como jugador del Celta. Eso si no ve una amarilla el próximo martes en Barcelona. Por si eso pasa, el público ya le mostró ayer todo su cariño. A mayores, un sector de la grada de Río Bajo inició en el tramo final del encuentro cánticos contrarios a Santi Mina.