El Comité de Competición ha desestimado las alegaciones presentadas por el Celta y mantiene la segunda tarjeta amarilla mostrada por Miguel Ántel Ortiaz Arias a Hugo Mallo por una mano en el área sancionada como penalti tras una polémica revisión a instancias del VAR durante el partido de Liga disputado el pasado domingo en Balaídos entre el conjunto vigués y el Mallorca.

El órgano disciplinario de la RFEF considera que las pruebas videográficas aportadas por el Celta para exculpar al jugador no demuestran que el balón no le pegase en la mano, como sostiene el club, y por este motivo estima que no “desvirtúan” la presunción de veracidad del acta. Competición subraya que el árbitro es la “máxima autoridad” y que sus resoluciones solo pueden ser revocadas “si hay una prueba concluyente de error manifiesto”.

En sus alegaciones, el Celta expresaba que Ortiz Arias recurrió incorrectamente a la Sala VOR para la revisión de la jugada, pero Competición tampoco estima su argumento alegando que “no es tarea de este comité reconsiderar esa decisión arbitral”.

El Celta ha decidido no presentar alegaciones contra el Comité de Apelación, con lo que Mallo será sancionado por doble amarilla y no podrá estar a disposición de Eduardo Coudet para el compromiso liguero de este sábado en el estadio de La Cerámica.

El órgano disciplinario ha acordado, por otra parte, no multar al Celta por el lanzamiento de una canica desde la grada que llegó a impactar en la cadera del árbitro, según éste recogió en el acta del partido. Competición toma esta decisión al entender que el acto no alcanzó el “umbral de gravedad” necesario. Indica el comité que el lanzamiento se produjo al final del encuentro, que no alteró el desarrollo del mismo y que las imágenes no permiten apreciar si la canica llegó a impactar en la cadera del colegiado.