Thiago Galhardo se quitó ayer un gran peso de encima. El brasileño, elogiado en muchas ocasiones por su entrega y su buena lectura del juego, estaba siendo señalado en las últimas semanas por su escasa eficacia goleadora. El jugador cedido por Internacional de Porto Alegre no había conseguido ver puerta en los más de 600 minutos que sumaba en LaLiga. Bien es cierto que casi siempre había entrado al terreno de juego desde el banquillo y en los últimos compases de los encuentros, pero el ‘run-run’ de la afición ya estaba sonando.

Coudet quiso darle confianza ayer ante el Mallorca y le concedió la titularidad, la segunda de la presente temporada tras la disfrutada frente al Rayo Vallecano en la primera vuelta, y Galhardo se lo agradeció con el primer gol del partido. El delantero recogió un balón muerto en el área tras rematar Cervi al travesaño para cruzar el esférico a donde no pudo llegar Sergio Rico. Gritó el gol, como también lo hicieron sus compañeros y todos los aficionados. “Es un poco complicado para un delantero -el hecho de no marcar-. Hacia siete meses que no hacía un gol, desde julio del año pasado”, apuntó el atacante tras el partido.

A todos los delanteros del mundo se les piden goles. De eso viven. Galhardo, que no había conseguido ninguno, había ofrecido pinceladas de buen fútbol. Ayer, tras el tanto, se liberó y participó mucho en el juego de ataque. El segundo gol del Celta, obra de Denis, también lleva su apellido. En una brillante contra del equipo vigués, un pelotazo de un compañero fue bajado al césped por el brasileño, que vio el desmarque de Iago Aspas hacia el lateral del área y le envió un balón milimétrico. El de Moaña no pudo marcar, pero asistió al de Salceda para que anotase.

Galhardo no ocultó su alegría tras el encuentro en los micrófonos de Movistar. “Muy contento por el gol y por la victoria de una familia que juega siempre junta hasta el último minuto”, apuntó el ariete, que valoró positivamente el triunfo y no rehuyó la pregunta sobre las aspiraciones europeas del equipo. “Fue un partido loco pero ganamos, que es lo más importante para trabajar y después subir un poco más en la clasificación. Siempre hay que mirar hacia Europa. Hace algún tiempo que nosotros no vamos y seguro que todos los que estamos aquí estamos trabajando para eso”, señaló.

Galhardo, que fue sustituido a la hora de juego por Santi Mina, recibió el aplauso de los aficionados, que ovacionaron su gol y su actuación durante los minutos que estuvo en el terreno de juego. “Estoy muy contento por el trabajo del equipo junto con nuestros aficionados en casa”, indicó Galhardo.

En seis días el Celta volverá a disputar un partido de Liga y Coudet tendrá que elegir si darle continuidad o por el contrario devolver el puesto a Mina. El brasileño, al menos, ya ha saldado sus cuentas pendientes con el gol.